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Buenos Aires
Por primera vez, los hoteles de la familia Kirchner dejaron de ser “rentables”. Cuando los administró Lázaro Báez, empresario amigo de la familia, garantizó ingresos por 27.592.110 pesos.
Gerenciados por otro socio comercial de la ex Presidenta, Osvaldo Sanfelice, el alquiler fue mucho menor, pero redituable. Ahora, los cambios políticos y judiciales repercutieron y terminaron de sacudir a los hoteles K. Ya no hay contratos exclusivos con Aerolíneas ni habitaciones alquiladas para dejarlas vacías. Como sus dueños, los hoteles K entraron en decadencia.
El derrumbe del negocio, además de la ex familia presidencial, alcanza a sus dos empresarios preferidos: Báez y Cristóbal López, ambos presos acusados por corrupción y defraudación al Estado.
Siempre se sospechó que, como ocurre en otras partes del mundo, el boom hotelero del mundo kirchnerista estaba vinculado a un posible lavado de dinero.
Así, durante los 12 años en el poder, ese emporio de hospedajes se fue agrandando y cambiando de manos. Hoy, casi en el llano y con los tribunales a cuestas, no hay margen ni para mantener la fachada y el escenario muestra inmuebles cerrados, semi vacíos o con obras inconclusas.
Para la Justicia, los hoteles de los Kirchner y sus socios comerciales fueron sólo una parte de una gran maniobra de lavado de activos. A los negocios con sus hoteles se los calificó como la instancia de “reciclaje”, del “retorno” por los fondos que por ejemplo, Báez obtenía a través de la obra pública.

El Alto Calafate
Fue el primer hotel de la familia Kirchner. Lo adquirieron por 6,6 millones de dólares y la operación la encabezó Osvaldo Sanfelice.
Fue administrado desde 2009 a julio de 2013 por Lázaro Báez, dueño del Grupo Austral. Báez pagó a la ex Presidenta 27.592.110 pesos sólo por alquilarlo. Pero también fue responsable de contratar habitaciones con siete de sus firmas, generando un ingreso extra de $ 12 millones. Esas habitaciones la mayoría de las veces quedaban sin usar.
En plena temporada, este último fin de semana, el lobby del hotel se encontraba completamente vacío. El grupo de turistas en excursiones era reducido y al igual que el año pasado “la ocupación no superó el 30%”, señalaron desde el hotel.
El propio contador de la ex mandataria, el también preso Víctor Manzanares admitió que con la administración de Sanfelice, con su empresa IDEA SA, los Kirchner perdían dinero.
IDEA. S.A. pagó 100 mil pesos por mes, más 10 por ciento de utilidades a Hotesur a partir de agosto del 2013 y hasta julio de 2014. El contrato confirmó la enorme reducción del alquiler del hotel Alto Calafate, que se experimentó en el 2013 cuando los Kirchner sacaron la administración a Valle Mitre de Lázaro Báez.
Entre el 2009 y el 2013, Báez pagó aproximadamente 5 millones de pesos por año por ese mismo alquiler. El contrato señala que sólo cobran de Sanfelice 1,2 millón pesos por año.
Este hotel cuenta con veedores informantes y tiene dos pedidos en la Justicia, uno de ellos del fiscal Gerardo Pollicita para que sea intervenido y así desplazar la administración a cargo de Sanfelice.

Las Dunas
Otra postal desoladora. Es el hotel cuatro estrellas que en sus comienzos fue una pequeña hostería que Lázaro Báez le vendió a Néstor Kirchner. El último fin de semana, ningún vehículo en su playa de estacionamiento y el lobby vacío de turistas.
En El Calafate, los extranjeros marcan el ritmo de la pequeña localidad a orillas del Lago Argentino. Pero el mismo no se traslada a las instalaciones del hotel K.
Por la costanera “Presidente Néstor Kirchner” se llega a Las Dunas, un hotel con 40 habitaciones cuyo principal atractivo es la vista al lago. “Es en dimensiones similar a otros hoteles que tienen unas 100 habitaciones, no está bien distribuido y no se aprovechó la superficie”, reconoció un trabajador de la obra.
El edificio de color amarillo carece del estilo patagónico que siempre imprimió la ex presidenta a los hoteles de la familia. Cuenta con un gran comedor en la planta baja, que prácticamente no se usa. A la tarde, se preparan las mesas para la cena en el segundo piso.
La base de hormigón de la ampliación del lugar la hizo Austral Construcciones, pero la obra la finalizó la firma de Pablo Grippo, arquitecto de Los Sauces. El empresario K pagó $ 3,2 millones en concepto de “alquiler” entre 2010 y 2011 a la ex mandataria.

Los Sauces
Es el hotel que diseñó desde su primer momento Cristina. En él también trabajó el arquitecto Grippo y se encuentra lindante a la residencia de la ex presidenta en la villa turística. Las cortinas cerradas, las dos tranqueras de madera también, muestran un fin de ciclo.
La Casa Patagónica cuenta con 42 suites, cuya decoración tuvieron la constante supervisión de la ex presidenta. También por su decisión, una de las habitaciones exclusivas lleve el nombre de Eva Perón. La ampliación del lugar se hizo sobre un terreno de Austral Construcciones, de Lázaro Báez. Desde su inauguración -hasta mediados de 2016- fue administrado por Panatel de Silvana Relats (por U$S 50 mil mensuales) y cuya constructora familiar JCR, fue la segunda firma más beneficiada con contratos viales durante el kirchnerismo con US$ 1.600 millones.
Sin una empresa que lo administre, el hotel permanece cerrado. En el interior del vistoso predio, con un césped prolijo, las casas de madera tienen las cortinas blancas de tela bajas. Aunque el pasto se corta y se riega, el crecimiento de los árboles, que nadie podó, impiden su avistaje a lo lejos, algo que se podía tiempo atrás. Alojarse allí costaba U$S 400 por noche.

La Aldea
Propiedad de Los Sauces SA, la inmobiliaria de los Kirchner investigada por lavado de dinero, fue otro de los hoteles que administró Báez. Es un símbolo de los vínculos comerciales entre el empresario y la ex familia presidencial.
El hotel de montaña, ubicado en el corazón de El Chaltén, cerró sus puertas el 20 de marzo de 2016, para ampliar sus instalaciones.
Coincide su domicilio con el de una firma del empresario K y refleja un pasado de negocios compartidos. La ampliación, a cargo de Grippo, buscaba sumar 12 habitaciones más. Debía abrir las puertas en 2017, pero por decisión de los Kirchner, la obra quedó parada y abandonada. La propiedad está intervenida por la Justicia, ya que Los Sauces tiene extendida la intervención hasta junio. Cuando se anunciaron los trabajos, se explicó que el hotel conservaría su estilo y le agregaría piedras, madera y chapas, otorgándole una fachada más patagónica, como le gusta a Cristina. Con problemas en los pagos, los trabajos quedaron abandonados.

Hotel “fantasma”
Ubicado en la calle Los Fresnos Manzana 316 en la localidad de El Calafate, el imponente Hotel Bahía sobresale entre las edificaciones más modestas que lo rodean. De más de cinco plantas, se erige sobre un terreno de la constructora Badial SA, propiedad de Báez.
En 2010 el socio comercial de los Kirchner firmó un convenio entre Badial SA y otra de sus empresas, Austral Construcciones SA (ACSA). Allí, con la firma de Julio Mendoza, presidente de la constructora, cedió la concesión de la obra no sólo para que ACSA concluya la obra del edificio, sino para que lo administre y comercialice en el futuro.
Aunque Austral destinó millones de pesos a la construcción del hotel y tuvo un importante avance de obra, nunca se terminó. El inmueble fue valuado por el Tribunal de Tasación Nacional en $ 156.400.000, convirtiéndose en la propiedad más costosa que el empresario K posee en El Calafate.
En su interior, se observan los baños con hidromasaje, dormitorios amplios con vista al lago y el sistema de tarjetas magnéticas para su ingreso. La Policía Federal encontró heladeras y muebles de dormitorio guardados en varias habitaciones, al igual que lámparas que en algún momento se destinarían a los dormitorios.

Los Notros
De tres plantas, 30 habitaciones y una privilegiada vista, el hotel que compró Cristóbal López está ubicado en Península de Magallanes, donde se encuentra el Glaciar Perito Moreno. Pese a la inhibición judicial que recae sobre sus bienes y grupo empresarial, el empresario K se resiste a ceder su hotel exclusivo.
Era un “gusto” que el empresario (ahora preso por defraudación) quiso darse en su apogeo: Los Notros es el único hotel dentro del Parque Nacional al que se accede al Perito Moreno. Pero encaró una obra con el arquitecto Grippo, y, como Las Aldeas, los trabajos quedaron inconclusos y abandonados.
El proyecto era reducir de 32 a 30 la cantidad de habitaciones e instalar un nuevo sistema de cloacas y servicios se realiza con “lo último en tecnología”. Pero López dejó de pagar antes de quedar detenido, como resultado de la crisis de su grupo cuando Cristina Kirchner se fue de la Casa Rosada.
IDEA. S.A. pagó 100 mil pesos por mes, más 10 por ciento de utilidades a Hotesur a partir de agosto del 2013 y hasta julio de 2014. El contrato confirmó la enorme reducción del alquiler del hotel Alto Calafate, que se experimentó en el 2013 cuando los Kirchner sacaron la administración a Valle Mitre de Lázaro Báez.