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Río Gallegos
Algo que habría sido impensado hace solo meses atrás, y que se puede calificar como un verdadero fenómeno sociológico, es la reacción de gran parte de la sociedad santacruceña contra la ex familia presidencial, sospechados y acusados de haber sido los líderes de una banda – según la descripción de fiscales federales – que saqueó al país.
Recientemente el fiscal general Germán Moldes en su apelación al fallo que sobreseyó a algunos imputados de menor jerarquía en la causa en la que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner está procesada por direccionar obras públicas en favor del empresario Lázaro Báez, describió: No fue magia, fue corrupción”. Precisamente ésta es la palabra que cada vez resuena con mas fuerza cuando la ciudadanía se refiera a la familia que tuvo un poder casi ilimitado en nuestra provincia y el país.
Fueron 12 años en el gobierno nacional pero más de dos décadas en Santa Cruz. el “Clan Kirchner” ostentó no solo la hegemonía política sino también la económica, aunque ahora se investiga el origen de esa fortuna inconmensurable.
Precisamente el titular de la Fiscalía General ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal detalló que los contratos que recibió Báez suman 46.230 millones de pesos y afirmó que “los números impresionan y se hace difícil para el ciudadano común comprender la cuantificación del robo”.
Todo esto ahora se vuelve en contra de la “familia” y crece el repudio en episodios espontáneos.

Indignación
La reacción de indignación de la sociedad santacruceña se puede entender como desde la impotencia de ver como se robaron el presente y el futuro, de generaciones de santacruceños.
La reacción es la que muchos denominas “escrache” público, que esta vez le tocó a la mujer del diputado Máximo Kirchner; la actual Ministro de Salud de la provincia, Rocío García.
La funcionaria fue insultada y tratada de “chorra” el domingo, a la salida de un restaurante El sábado le habría tocado a la ex presidente Cristina Kirchner. Ambos casos ocurrieron en la capital de nuestra provincia.
El domingo al salir de “Río Dulce Catering”, un restaurante alejado del centro de la ciudad, García fue increpada con insultos y reclamos por algunos ciudadanos. Hay dos videos que circulan en las redes sociales y ahora en los medios de comunicación masivos.
En las imágenes se puede ver a una mujer – otra persona graba con su celular el recorrido de la funcionaria desde la salida del restaurante hasta que se sube a un auto – mientras la acusan de haberse quedado con dinero público y le repiten la palabra “chorra”.
El domingo le pasó algo similar a Cristina Fernández de Kirchner. La ex presidente fue a un restaurante con su familia y amigos a festejar el bautismo de sus nietos y a la salida una mujer, con el celular en la mano, la insultó y le pidió que “devuelva la plata”.
La senadora electa Cristina Kirchner asistió al bautismo de sus nietos y almorzó en un restaurante céntrico de Río Gallegos, sin hacer declaraciones.

El clan
La familia Kichner logró a lo largo de dos décadas de acumular poder –cargos en todas las esferas – y dinero, en trasformarse en un verdadero clan.
Una foto que retrata esta observación se pudo sacar el domingo, en el mismo momento que la ex familia presidencial concurrió al bautismo de los dos últimos “herederos”.
Ese día poco después de las 12 horas la ex presidenta ingresó a la Parroquia San Juan Bosco y permaneció unos diez minutos más luego de que el párroco Miguel Robledo bautizó a Néstor Iván (4) y Emilia (1), los hijos de su primogénito, el diputado nacional Máximo Kirchner, y de la ministra de Salud de la provincia, Rocío García.
De inmediato, toda la familia se dirigió al restaurante -ubicado frente a la iglesia, en las calles Jofré de Loayza y Kirchner- para almorzar durante unas dos horas.
El ex gobernador interino y consuegro de la ex mandataria, Héctor Marcelino García, también compartió la mesa familiar, y también lo hicieron sus otras hijas (entre ellas la senadora Virginia María García), y su yerno, el juez Marcelo Bersanelli.
Esta somera descripción es apenas una muestras, aunque faltara la gobernadora Alicia Kirchner – una ausencia de nadie explicó – y otros allegados a la familia, quienes luego de la caída electoral y el declive del poder, comenzaron alejarse.

No se salva ni Cristina
El domingo, luego del oficio religioso en la parroquia San Juan Bosco de Río Gallegos, un adolescente posó en una foto junto a la ex primera mandataria; pero no le dijo que era el nieto del diputado provincial justicialista Orlando Stirneman, fallecido dos días antes que Néstor Kirchner y quien mantuvo distancia política con el ex presidente.
Cristina se retiró por la puerta de atrás sin hacer declaraciones y bajo la atenta mirada de sus custodios. En ese momento, algunas mujeres que se acercaron al lugar le gritaron “chorra” y le reclamaron “devolvé la plata”.
El auto que la transportó y las camionetas de custodia se dirigieron luego hacia su domicilio particular, ubicado en la calle Mascarello de esta ciudad, donde permaneció el fin de semana.
Así, a los primeros reclamos que se le hicieron hace apenas un año a Eduardo Zannini, por parte de jubilados, se fueron sumando otros repudios, que incluyeron a la ex procuradora del tesoro nacional y luego funcionaria de Alicia, Angelina Abbona.
La escalada de manifestaciones en contra de la familia, habría sido determinante para que comenzaran a evitar regresar al “pago chico”; ni siquiera para votar. Pero el “perfil bajo” ya no les serviría para parar la catarata de rechazo. Aunque se oculten e incluso, si cambian el domicilio y se radican en Buenos Aires, los santacruceños “heridos y molestos por el engaño del que fueron víctimas”, no parecen dispuestos a olvidar y en todo caso están dispuestos a exigir una reparación, al menos moral.