campillo

Buenos Aires
El juez federal Claudio Bonadio ordenó la detención del ex ministro de Economía de Santa Cruz Juan Manuel Campillo y de su sobrino, Gastón Campillo, en la causa de los cuadernos de la corrupción, que tiene bajo la lupa a funcionarios del gobierno anterior y a empresarios que fueron beneficiados con contratos de obra pública.
Fuentes judiciales informaron a Infobae que los Campillos fueron apresados en un hotel de la ciudad de Rosario. Su detención había sido solicitada por el fiscal Carlos Stornelli.
Juan Manuel Campillo -quien ocupó varios cargos en el gobierno de Santa Cruz y en el nacional con los Kirchner- quedó involucrado en la causa de los cuadernos tras la declaración como arrepentida de Elizabeth Ortiz Municoy, ex esposa del presunto testaferro del fallecido Daniel Muñoz, ex secretario privado de Néstor Kirchner.
Municoy declaró que Campillo y su sobrino estuvieron en una reunión en Miami, Estados Unidos, en la que se discutió sobre cuentas bancarias de Carolina Pochetti con su contador de ese país. Pochetti es la viuda de Muñoz y está preso.
Campillo fue detenido en un hotel de la calle Urquiza 1491, en Rosario. Además está siendo buscado su primo y una tercera persona. También se ordenaron allanamientos en la ciudad de Buenos Aires, Mar del Plata y Río Gallegos.
Con Néstor Kirchner como gobernador de Santa Cruz, Campillo ocupó la Secretaría de Hacienda. Se quedó en la provincia cuando el kirchnerismo pasó a la Nación.
Campillo fue ministro de Economía de Daniel Peralta. Llegó a la Nación en 2009 cuando estuvo al frente de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA).

Cuadernos
Campillo se transformó así en un nuevo ex funcionario involucrado en la causa de los cuadernos. Ya lo están la ex presidente Cristina Kirchner, el ex ministro de Planificación Federal Julio de Vido, el ex subsecretario Roberto Baratta, el ex secretario de Obras Públicas José López, el ex titular del OCCOVI Claudio Uberti, entre otros.
Todos están procesados como integrantes de una asociación ilícita que recaudaba coimas que pagaban empresarios del sector de la obra pública.
Los empresarios también están procesados como integrantes de esa asociación ilícita porque por los sobornos se quedan con negocios amañados. Entre ellos están Luis Betnaza, Aldo Roggio, Angelo Calcaterra, Carlos Wagner y Enrique Pescarmona.
A la par, el juez Bonadio ordenó una serie de allanamientos.
Fuentes judiciales informaron a Infobae que los procedimientos se realizan en la firma Llaneza Hermanos, una farmacia de Santa Cruz vinculada a Campillo y a Muñoz; en un domicilio relacionado a Marcelo Danza, un abogado de Mar del Plata, y en la compañía Armoring Systems, de Gustavo Dorf.

Muerte dudosa
En las últimas horas el juez Claudio Bonadío ordenó la detención del viudo del modisto, en la causa por los cuadernos de la corrupción. Lejos de los medios, pero también de su familia y amigos, el 16 de mayo de este año murió el diseñador Carlo Di Domenico.
En la soledad de Rosario, su partida aparentemente a causa de una dura enfermedad, abrió muchos interrogantes, especialmente en torno a su relación con quien era su marido desde el 2010, el ex funcionario kirchnerista Juan Manuel Campillo, detenido en las últimas horas por la causa de los cuadernos de la corrupción.
Se podría decir que la historia de amor el diseñador y el político fue a primera vista. Se conocieron en un evento en el 2010 y de ahí en más no se separaron hasta la muerte del modisto. Lejos de los flashes, firmaron la libreta roja, superaron una fuerte crisis que casi termina en divorcio y se recluyeron juntos en Rosario.
Todo empezó en el 2010, en la gala solidaria de Fundaleu, la cena en la que los famosos se visten de mozos para juntar fondos para la lucha contra la leucemia. El flechazo fue tal, que solo en un par de meses la pareja ya estaba conviviendo.
Al comenzar su relación, ambos se estaban separando de sus anteriores parejas. Carlo venía de estar trece años junto con el diseñados César Juricich, con quien también fue socio y terminó de manera conflictiva.
El 16 de mayo de este año la fatal noticia sacudió a todos en el mundo de la moda. Carlo Di Domenico había muerto en Rosario, a los 66 años. Según se dijo en ese momento, desde hacía meses que luchaba contra una dura enfermedad. A pesar de ello, sus amigos se sorprendieron ya que él en ningún momento había contado sobre sus dolencias, incluso muchos de ellos ni siquiera sabían que vivía en Santa Fe.
A los pocos días de la partida de su padre, Stéfano realizó una denuncia ante la Justicia para que se investiguen las causas de la muerte de Carlo. “Estiman en el núcleo familiar que no fue de forma natural el deceso de su progenitor”, rezaba el escrito policial.
De inmediato el juzgado en lo Criminal y Correccional N° 58 a cargo de María Rita Acosta notificó al Cementerio de la Chacarita que no se cremara el cuerpo y que se procediera a la entrega del mismo para hacer los análisis solicitados. “Ya no era el Carlitos que conocimos todos, estaba muy triste, muy deprimido”, dijo Graciela Romanella, una ex empleada del diseñador semanas después del deceso en diálogo con Incorrectas.
“En varias oportunidades me llamó para que vaya a su casa para darme directivas y charlar un poquito con él, lo veías en pijama, mal, despeinado. Pero no pedía ayuda porque estaba como dopado”, agregó.
Además, dijo que varias clientas también le habían mencionado que creían que a Carlo le “mezclaban las pastillas”: “Me decían ‘lo están medicando al revés, se las están dando mal (las pastillas)’”. De esta manera, las sospechas de la ex empleada sobre las causas de la muerte se sumaron a las de Stéfano.