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Buenos Aires
Los coletazos graduales de la corrida cambiaria que comenzó en abril ya se empiezan a evidenciar en los datos oficiales de la economía, más allá de que hoy por hoy se viven momentos de cierta calma. En pocos ámbitos el efecto del golpe que sufrió el peso se ve tan claro como en el sector externo.
Durante junio, el saldo comercial se achicó a su menor margen en los últimos 13 meses. El déficit de USD 382 millones para junio representa una caída del 70% respecto de la diferencia entre exportaciones e importaciones durante mayo.
En el primer semestre las importaciones superaron a las exportaciones por 5.101 millones de dólares.
La devaluación empieza a mostrar los primeros signos de correcciones en la economía, donde muchos apuntaban a un atraso en las cuentas comerciales debido al dólar, y eso se ve claro en los datos de junio. Se pasó de importaciones por un valor de USD 6.447 millones a importar USD 5.458 millones. Del otro lado, las exportaciones mantienen un comportamiento estable, cayendo un 2% respecto a mayo.
En términos interanuales, las importaciones marcaron un punto de inflexión. La baja de 7,5% en los ingresos marca una primera caída interanual, luego de una racha de meses de crecimiento interanual en la cuenta que viene desde noviembre del 2016.

Rubros
La principal caída se vio en cantidades, con todos los rubros registrando reducciones respecto del año pasado.
En particular, el segmento de autopartes cayó un 20,3%, presentando un escenario complicado para la producción del sector automotor en lo que queda del año, ya que depende fuertemente de un componente importado.
Por otro lado, las exportaciones se mantienen estables respecto del año pasado a pesar de que un aumento del tipo de cambio eventualmente tiende a traducirse en una “mayor competitividad”, como piden algunos jugadores desde el sector privado. Contra julio de 2017, los egresos del país disminuyeron apenas un 1,4 por ciento.
El mayor retroceso se vio en los productos primarios, que experimentaron una caída interanual del 25,7% en su valor debido a una baja de un tercio en las cantidades exportadas.
Esto, al igual que el dato de actividad económica de mayo que consignó una caída del 5,8%, tiene que ver con efectos secundarios de la sequía que afecto fuertemente al complejo agroexportador.
Evidenciando eso, el rubro de “Semillas y frutos oleaginosos” reflejó un descenso de 54,9 por ciento.