Caleta Olivia
El doctor Vera Maidana, médico forense de la policía de la provincia de Santa Cruz, declaró ayer en la tercer jornada del juicio oral y público por la muerte del joven Gustavo Gérez.
Vera Maidana, quien debió mudarse de Caleta Olivia por la amenazas sufridas a él y su familia, declaró ayer por videoconferencia debido a que “corre riesgo su vida”, aseguró a los jueces que integran el Tribunal Oral.
El médico forense, fue el encargado de realizar la autopsia al cuerpo de Gustavo Gérez y su informe generó malestar en los familiares. Posteriormente, Vera Maidana fue amenazado, que llevó a que se le destine custodia policial en su vivienda, hasta que determinó abandonar la ciudad.
Su testimonial fue muy similar a las declaraciones de los peritos de Río Gallegos. Primero sostuvo que se le extrajo orina, aunque posteriormente declaró que los riñones estaban vacíos. Reiteró que no volvería a declarar “personalmente” en Caleta Olivia porque su “vida corre riesgo”, dijo.
Asimismo sostuvo que las lesiones que observó “no eran mortales, ninguna le causó la muerte. Era otra cuestión”, dijo, y se refirió “al problema pulmonar”.
Policías
En tanto, en la extensa jornada del martes, de los testigos que declararon se puede resaltar al policía Jose Coetsse, que fue el primero en declarar.
El mismo en su declaración inicial sostiene que no conoce a Gustavo, que cuando le quiere hacer la instrucción el joven se niega. No obstante, la hermana Sandra Gerez (que forma parte de la querella) le comentó a la doctora Fernández que Coetsse conocía a su hermano desde los 10 años.
En su declaración actual dice que fue dos o tres veces a la oficina donde estaba detenido Gustavo mientras hacia el acto de instrucción, lo cual implica que el joven estuvo una hora y algo mas en la comisaría.
Quispe, Ávila, Vidal y Allendes suceden en las declaraciones a Coetsse, estos estuvieron en el patrullero junto con Mendez, por lo tanto también deberían estar imputados. La querella solicitó falso testimonio a dos de estas personas.
En tanto, la oficial Vidal sostuvo que nunca bajo del móvil en su primer declaración, pero en la testimonial dijo lo contrario, y que lo vio corriendo y haciendo disturbios.
Ávila además sostuvo que Gustavo insulta a las dos civiles que estaban en la comisaría en el hall de entrada, mientras que ellas habían dicho en su declaración de el día de ayer que cuando lo ingresan, el solo las mira, una de ellas llego a decir que su mirada era de pedido de ayuda.
Otro testimonio que hay que resaltar es del sargento Luis A García quien dijo que para calmarlo le tiro un vaso con agua, a lo que la querella le pregunta si el cuando ve a una persona alterada le tira agua en el rostro, el testigo se corrige y dijo que en realidad le quiso dar agua.
El doctor Luciani le consulta en que posición estaba Gustavo y el responde “esposado boca abajo” entonces se le pregunta “¿como hizo para darle agua en esa posición? “ García dice: que con la mano, luego dijo que en realidad, lo que quiso hacer fue lavarle la cara.
A medida que pasaban los testimonios se notaban que las contradicciones se iban imponiendo.
Por La Tarde declararon Luis Bande, Damián Bayon, Pedro Aguilar y Mario Guzman. La querella no pudo interrogarlos por haberlos considerarlos en calidad de imputados.
La oficial Llampa declaro que estos últimos estaban a cargo de Gustavo y dijo que desde la guardia se escuchaban los gritos que aproximadamente duraron una hora y media, dio a entender que en ese lapso nadie hizo nada.
El testimonio de la médico Fany Barrera sostuvo que no pudo determinar el tiempo que Gustavo estaba muerto, mientras que el compañero declaró el primer día que al tocar el cuerpo noto que había fallecido hace media hora.
Por ultimo los comisarios que se presentaron como testigos de la defensa en sus declaraciones dieron a entender que no cumplen con la ley orgánica de la policía conforme al protocolo de procedimiento al detener a un contraventor en estado de demencia.