FUE TRASLADADO A LOS CORRALES DE LA COMISARIA PERO LOGRO ESCAPAR Y TRAS DOS HORAS FUE RECAPTURADO.

La Policía Montada interceptó ayer al mediodía en la ruta 39 a dos hombres que cargaban en la caja de una camioneta un cerdo de más de 100 kilos. Los sospechosos alegaban que una vecina de Diadema lo encontró destrozándole el jardín y que se los regaló. El animal fue trasladado a los corrales de la propia Policía Montada en el Cordón Forestal, pero se escapó y tuvo a maltraer a los agentes. Lo corrieron por el Cordón Forestal y el barrio San Cayetano. Dos horas después consiguieron atraparlo. Ahora el vigoroso porcino está encerrado a disposición del Tribunal de Faltas a la espera de que aparezca su dueño.

Los llamados insistentes de una habitante de Diadema Argentina a la policía por la presencia de un chancho suelto que le estaba destrozando el jardín alertó a la Sección Montada ayer a la mañana.
Sin embargo, antes de que llegara la policía al lugar dos hombres le habían ofrecido a la mujer llevarse el cerdo a una chacra para que sirva como reproductor. Lo cargaron en una camioneta y lo llevaban rumbo a Kilómetro 17 cuando los frenó la policía en la ruta 39.
Les pidieron los papeles de propiedad del animal y el permiso de transporte emitido, pero no tenían ninguna documentación. No podían explicar si tenía vacunas ni su procedencia.
El barraco iba bien atado a la caja de una Chevrolet S-10 y el oficial Tomás Vázquez dispuso que los sospechosos lo llevaran hasta la sede de la Policía Montada, en el Cordón Forestal, en donde el porcino quedaría a disposición del Tribunal de Faltas.
Así lo hicieron. El chancho llegó con custodia policial hasta los corrales de la Sección Montada. Costó bajarlo de la Chevrolet. La policía y los sospechosos lo intentaron llevar enlazado.
«Está mansito porque le di vino», dijo uno de los hombres de la camioneta. «Este barraco no sirve para nada», le repetía su compañero.
«Mirá el quilombo en el que nos metimos ahora por este barraco, bueno para nada», le contestaba el amigo mientras que le insistía a la policía que una mujer se los había regalado en Diadema.
Cuando le intentaron sacar las cuerdas para introducirlo al corral, el fortachón animal cortó una de las amarras con las ansias de soltarse. De repente, cuando quisieron cerrarle el portón, el chancho atropelló a los agentes y escapó hacia el patio. Lo trataban de arrear nuevamente para el corral, pero el cerdo pegaba saltos y encaraba a quien se interpusiera en su camino.

CHANCHO PROFUGO
Los policías le arrojaban maderas y piedras para que entrara al lugar de encierro, pero el rebelde porcino saltó el cerco del predio y escapó. Quiso entrar a un predio vecino, pero cuatro perros rotwailler lo esperaban ansiosos del otro lado del alambrado, así que continuó calle abajo. Los policías corrían con sogas en mano pero no lo podían atrapar. Hasta el equipo periodístico de El Patagónico debió esquivar al chancho en su amenazante carrera.
Por más de 120 minutos el barraco se convirtió en el desafío más difícil en el que se vio comprometida la Policía Montada durante los últimos tiempos. Siete efectivos trataban de enlazar al chancho y no podían. Lo corrieron por calles del San Cayetano y por predios del Cordón Forestal. En un momento dado lograron atarlo del hocico, pero el cerdo con su fuerza se soltó.
Unos hombres de campo que llegaron al lugar daban indicaciones que nadie escuchaba. «Al chancho hay que ponerle un tacho con maíz, y cuando viene a comer lo enlazás». Pero a ningún policía se le ocurrió engañarlo. Querían arrearlo.
Recién al cabo de dos horas cuando el animal intentó refugiarse en unas matas fue enlazado. Lo llevaron a la rastra por más de 200 metros hasta poder encerrarlo.
Los agentes quedaron agotados. El chancho les había presentado dura batalla. Quedó en calidad de secuestro a disposición del Tribunal de Faltas a la espera de que se presente su propietario.
La policía cree que el cerdo fue soltado para comer en el campo y llegó hasta Diadema donde destruyó algunos jardines. Ahora el dueño se deberá hacer cargo de los daños que ocasionó, sino el juez dispondrá su destino.