Caleta Olivia
Si quieres ser tu mejor tú, si buscas tu mejor versión, aquí tienes 3 preguntas que debes hacerte y 3 consejos que te ayudarán a conseguirlo.
Uno de los propósitos que más se repiten en redes sociales es el clásico «buscar nuestra mejor versión», pero ¿sabemos qué quiere decir eso? ¿Comprendemos todo lo que implica? ¿Estamos realmente dispuestos a ir a por ella? En este artículo reflexiono sobre ello, te invitaré a hacerte tres preguntas muy concretas y te ofreceré tres recomendaciones básicas si quieres lanzarte por este objetivo.
¿Qué estamos diciendo realmente cuando hablamos de nuestra mejor versión?
La mayoría de las veces que utilizamos el término mejor versión bien podríamos sustituirlo por una descripción detallada de lo que queremos conseguir y, sin embargo, optamos por esta expresión para evitar decir palabras como cambiar, mejorar, adelgazar, etc. Su uso se ha extendido en redes sociales precisamente por ser una forma genérica de decir que se va a trabajar por cambiar algo sin decir qué es ese algo o qué supone cambiarlo –y así evitar polémicas-.
Es importante que tengas esto en cuenta, no porque sea malo y debas modificarlo, sino porque fijarte como objetivo llegar a tu mejor versión requiere de un importante trabajo de redefinición y, si no lo haces, muy probablemente iniciarás tu camino sin un rumbo definido y te sentirás perdida más pronto que tarde.
Conocer
Básicamente lo que quiero dejar claro antes de entrar en materia es que llegar a nuestra mejor versión implica que debemos conocer qué mejor versión es esa y qué debemos hacer para conseguirlo; implica estar dispuestas a trabajar por ello y también conocer nuestras razones más poderosas para ponernos manos a la obra.
Dicho esto… Tres preguntas que no te pueden faltar si tu objetivo es alcanzar tu mejor versión.
1. ¿Qué quieres decir realmente cuando dices «mi mejor versión»?
Una mejor versión de algo, por definición, tiene la misma esencia que lo actual, pero con ciertos cambios que lo hacen mejor. ¿Qué cambios son los que tú quieres ver? ¿Por qué esos cambios conllevarían una mejor versión de ti?
Es importante que seas sincero contigo mismo y te enfrentes a la realidad tal como venga, a veces es duro reconocer ciertas cosas, duele, no resulta agradable y tratamos de evitarlo; pero es un ejercicio imprescindible.
Por otro lado, una vez analizados los cambios que quieres ver, es conveniente analizar las características que no quieres cambiar, esa parte de ti que te gusta, que te parece esencial y que te ayudará en el camino por tus objetivos. Siempre digo que, para cuidar nuestra autoestima, necesitamos tener presente todo lo que es nuestro ser, no solo las cosas que queremos cambiar, sino también aquellas que nos gustan y nos definen.
2. ¿Para qué quieres cambiar esas cosas?
Es decir, qué estás buscando realmente con ese cambio. ¿Mayor seguridad en ti mismo? ¿Más productividad en el trabajo? ¿Una vida más ordenada? ¿Sentirte más tranquilo y feliz?
Siempre que tenemos en mente un objetivo, lo que realmente queremos conseguir es la sensación y experiencias que ese objetivo nos traerá, ¡busca esa sensación que quieres experimentar!
Tu mejor versión eres tú mismo con ciertos cambios que te harán sentir de una manera en concreto, ¿qué es lo que quieres sentir?
3. ¿Cómo vas a cambiarlo?
Una vez que tienes claro qué es tu mejor versión y sabes cómo te sentirás cuando lo alcances tendrás que trazar un plan de acción que te lleve a ello. ¿Qué es lo que vas a hacer? ¿Tu mejor versión implica estudiar un curso? ¿Leer más? ¿Caminar todos los días? ¿Ser más paciente? ¿Comunicarte mejor? ¿Cómo vas a trabajar en ello?
Los consejos básicos
– Más paciencia y menos juicios: los cambios no se logran de la noche a la mañana, todo objetivo requiere la adopción de un hábito y adoptar nuevos hábitos no es un trabajo de uno o dos días.
– No compares tu camino con el de otras personas: tenemos la costumbre de compararnos constantemente porque así determinamos en qué punto nos encontramos.
– Disfruta del proceso: ¡qué difícil es disfrutar del camino cuando lo que queremos es llegar rápido a determinado lugar!
Recuerda que tus objetivos no son solo una meta, son un proceso.
Recuerda… Si tu objetivo actual es lograr tu mejor versión tendrás que: Definir qué quiere decir eso. Analizar para qué quieres conseguirlo. Elaborar un plan de acción que contenga todo lo que vas a hacer y cómo vas a hacerlo. Tener paciencia contigo mismo y con el camino que vas a recorrer. Dejar atrás las comparaciones, son odiosas. ¡Y disfrutar del proceso!