El próximo 7 de octubre comenzará en la Cámara en lo Criminal de la Primera Circunscripción Judicial de Río Gallegos el juicio contra C.E.P., acusado de abuso sexual gravemente ultrajante agravado contra dos menores de edad, familiares suyos al momento de los hechos. Tras una década de espera, las víctimas y sus familias esperan que finalmente se haga justicia en un proceso considerado clave para Santa Cruz.

Las víctimas eran dos niñas de 10 años cuando ocurrieron los abusos, en un contexto de convivencia familiar y manipulación. La denuncia se presentó hace 10 años, pero recién ahora la causa fue elevada a juicio, luego de un extenso trámite judicial que mantuvo en libertad al imputado durante todo este tiempo.

En la carátula judicial se indica que el acusado debe responder por «abuso sexual gravemente ultrajante agravado por ocasionar un grave daño en la salud mental de la víctima, por estar a cargo de su guarda y por la convivencia existente, en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante agravado».

El juicio será público y constituye un paso decisivo en la búsqueda de justicia. Organizaciones y allegados a las víctimas remarcaron que, aunque “el daño ocasionado no puede repararse”, una condena firme sería un mensaje de reparación simbólica y de apoyo a quienes aún callan por miedo.

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