El presidente Donald Trump ha anunciado planes para cerrar una decena de consulados en Europa, incluyendo cuatro en Francia (Estrasburgo, Burdeos, Lyon y Rennes), tres en Alemania (Hamburgo, Leipzig y Düsseldorf) y al menos uno en Italia (Florencia). Esta decisión forma parte de una estrategia de “adelgazamiento” del Departamento de Estado, impulsada por Elon Musk, que ha generado un creciente malestar entre los expatriados estadounidenses en la región y ha suscitado inquietudes sobre la pérdida de influencia global de Estados Unidos, que ha sido superado recientemente por China en términos de presencia diplomática.

El Departamento de Estado de EE.UU. coordina actualmente 270 misiones diplomáticas en todo el mundo, con casi 70,000 empleados. La notificación del cierre del consulado en Gaziantep, Turquía, que actuaba como un importante enlace para la ayuda humanitaria a Siria, ha sido uno de los primeros pasos en este proceso. Otras misiones en riesgo incluyen las de Belo Horizonte en Brasil y Ponta Delgada en Portugal.

La respuesta oficial del Departamento de Estado ha sido que se está evaluando la situación global para asegurar que las misiones diplomáticas estén bien posicionadas para enfrentar los retos actuales y servir al pueblo estadounidense. Sin embargo, la noticia del cierre de consulados ha desencadenado protestas, como la que tuvo lugar en el consulado estadounidense en Estrasburgo, donde decenas de manifestantes expresaron su oposición a la medida.

Claire Naughton, líder de la asociación Americanos en Alsacia (AIA), cuestionó cómo una gran nación puede permitirse cerrar consulados, señalando que esto dificulta el ejercicio de los derechos básicos de los ciudadanos estadounidenses en el extranjero. Naughton ha instado a los expatriados a unirse y hacer oír su voz contra los planes de la administración, animándolos a enviar cartas al Congreso en señal de oposición.

Trump firmó recientemente una orden ejecutiva que busca garantizar que el Departamento de Estado cumpla de manera “fiable y efectiva” con sus políticas exteriores. Según informes, el departamento ha recibido instrucciones para reducir su personal en un 10% como parte de un esfuerzo por recortar costos. Sin embargo, fuentes internas han señalado que algunos de estos ahorros son “prácticamente insignificantes” y que la política de la administración se caracteriza por recortes arbitrarios sin una estrategia clara.

La reducción del número de consulados en Europa podría tener implicaciones significativas para la diplomacia estadounidense, especialmente en una región donde las sedes diplomáticas de EE.UU. aún superan a las de China (78 a 73). Sin embargo, la creciente presencia diplomática de China, que ha liderado el Global Diplomacy Index en 2024, plantea un desafío adicional para la influencia de EE.UU. en el continente y más allá.

Con las protestas ya en marcha y la creciente preocupación entre los expatriados, la administración Trump enfrenta un dilema: cómo equilibrar la reducción de costos con la necesidad de mantener una presencia diplomática efectiva en un mundo cada vez más competitivo.


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