En un encendido discurso que pronunció el martes al conmemorarse el 70° aniversario de la desaparición física de María Eva Duarte de Perón, el presidente del Consejo Local y jefe comunal de Cañado Seco, Jorge Soloaga, cuestionó severamente a quienes se enquistaron en el Movimiento Nacional Justicialista y traicionaron el legado ideológico de la abanderada de los humildes.
Además, resaltó que existen aquellos que constantemente la elogian, pero no llevan a la práctica el dogma solidario que la caracterizó a favor de las clases populares desposeídas.
Ante un numeroso grupo de militantes justicialistas, dijo en principio que, al igual que muchas localidades de la Argentina, Cañadón Seco seguirá emulando “el camino de la rebeldía que caracterizó su lucha por la justicia social y la dignidad de los pueblos con una actitud revolucionaria y transgresora, sin que por ello dejara de lado la humildad”.
Más adelante hizo alusión al vital protagonismo que tuvo Evita el 17 de Octubre de 1945 cuando encarcelaron a Juan Domingo Perón por buscar cambiar el rumbo de una Patria sometida por personajes de las grandes corporaciones de todos los tiempos, incluyendo a aquellos que se apropiaron de procesos revolucionarios de la Argentina como el del 25 de Mayo de 1810 y el del 9 de Julio de 1816.
Y de aquel memorable 17 de Octubre que se recuerda como el Día de la Lealtad, dijo que fue Evita la que se convirtió “en el sol de los humildes” e hizo que se sublevaran masas populares que estaban en el subsuelo de la Patria.
“Fue un estallido social provocado por esta gran y notable mujer de la política argentina y su figura sintetiza el pensamiento, la sonrisa y el amor, pero también el odio hacia las injusticias de quienes se quedan con lo que es de todos y con su rencor pretenden aplastar a los pueblos aquí en la Argentina y en el mundo”, puntualizó, poniendo además de relieve que Evita “proyectó esa luz extraordinaria y sublime y suprema hacia todos los pueblos del mundo”.
Contra desleales y traidores
En otro pasaje de su discurso, Soloaga destacó que muchos que no son peronistas toman como punto de referencia “a esta mujer en los procesos de resignificación de las luchas populares”.
Y en cuanto a los que militan en el peronismo, consideró que al evocarse un nuevo aniversario de su paso a la inmortalidad “debemos reflexionar acerca de qué es lo que hicimos nosotros de todo lo que ella hizo y dijo que hagamos”.
Fue entonces cuando expresó una fuerte crítica hacia quienes “no tuvieron el comportamiento de lealtad y traicionaron los principios sagrados” que ella legara desde aquel 17 de Octubre.
Por ello consideró que en este día en que se evocaba su desaparición física “también deberíamos pedirle perdón por no haber puesto a los traidores y a los desleales en el lugar que les corresponde”.
“También deberíamos pedirle perdón por no habernos comprometido por una causa que tiene que ver con los sectores marginados y por no haber enfrentado al enemigo representado por las oligarquías que se enquistaron en las mismas estructuras que ella combatió dentro del peronismo”, aseveró.
Y para dar un ejemplo claro de ello, aludió “a ese personaje que se llamó Carlos Saúl Menem” y a otros pseudo-peronistas que cuestionaron a Evita porque se oponía a la enajenación de los recursos estratégicos del país a favor de los sectores que concentran la riqueza, los cuales siguen sometiendo a las clases populares.
“Esos personajes- afirmó- traicionaron los principios esenciales del peronismo y condujeron a la Argentina al abismo, a la miseria social, al hambre, a la desocupación, al olvido y ponen a los vigilantes a cuidar los intereses de los poderosos, cuando la cosa debería ser al revés: deberían ponerlos a cuidar que no perturben y lesionen los intereses de los hombres y mujeres humildes de la Argentina”.
Finalmente volvió a pedir perdón a la memoria de la abanderada de los humildes “por tener dirigentes que se equivocan y en vez de responder a los intereses de la gente miran para otro lado, pero recitan a Eva diciendo lo que ella dijo, pero no hacen lo que ella dijo que hagamos”.
“Por eso éste es un día central para reflexionar y tomar conciencia de lo que representó y representa hoy, mañana y siempre Eva para los trabajadores, para los humildes, para la transformación y la revolución de los pueblos y para poner de pie de una vez por todas a una Argentina justa, libre y soberana”, concluyó.