El líder de la nación reveló que el ex líder del gobierno en los años 90 le había anticipado que llegaría a ocupar el cargo de Rivadavia en un momento en el que él aún no se imaginaba involucrado en la política.

En el Salón de los Patriotas argentinos de la Casa Rosada, Javier Milei rindió homenaje al expresidente Carlos Menem al descubrir un busto con su figura. Aunque les duela, afirmó en su discurso que el ex presidente fue el mejor presidente de la historia y reveló detalles de reuniones privadas que mantuvo con él entre 1989 y 1995.

Estamos llevando a cabo un acto de equidad al llevar su imagen a la casa donde gobernó Argentina durante más de diez años. Estamos reconociendo su liderazgo, su trayectoria política y sus gobiernos de esta manera. Milei comenzó su discurso diciendo: «Siempre fue electo por el voto popular».

El presidente hizo hincapié en la vida personal y política de Mene, recordó que nunca ocupó un cargo político que no fuera elegido por el pueblo y destacó que trabajó en el sector privado antes de comenzar en la política: «Era capitalista como su padre, venía del sector privado». Subrayó que tenía la habilidad de ganarse la vida sirviendo al prójimo con bienes de mejor calidad o mejor precio.

El presidente Menem destacó que uno de los primeros indultos que acordó después de asumir la presidencia fue al general Jorge Arguindegui, quien según Milei fue quien le impidió despedir a su madre que falleció mientras estaba en prisión en los años 70, y destacó el plan económico y el progreso del país durante los dos gobiernos menemistas.

En medio de una crisis hiperinflacionaria, Menem entregó a sus sucesores un país ordenado, estable y con un PBI per cápita 60% más alto que en el 89. En 1994, modernizó las instituciones mediante la reforma constitucional más acordada de la historia. Con audacia, intuición y pragmatismo, lideró. Su ejemplo inspiró a los defensores de la libertad a seguir su ejemplo. Por eso, al menos, hoy estamos rindiendo homenaje al mejor presidente de los últimos 40 años.