Una protesta de estatales que reclaman el pago de sus sueldos de marzo derivó en la madrugada de ayer en incidentes y una represión policial en la puerta de la residencia oficial de Santa Cruz, donde la gobernadora Alicia Kirchner consideró que se trató de “un ataque planificado” por sectores que quieren su “cabeza para la campaña electoral”.
Los incidentes mayores se produjeron cerca de la 1 de hoy, cuando en el interior de la residencia de Kirchner se encontraba la ex presidenta Cristina Fernández junto a otros familiares y un grupo empujó el portón de rejas y logró ingresar hasta el jardín de la casona, tras lo cual la policía arrojó gases lacrimógenos y reprimió a los manifestantes con balas de goma.
En respuesta a los incidentes, Alicia Kirchner sostuvo que se trató de un “ataque organizado y planificado” y especuló con que los manifestantes “quizás recibieron instrucciones de (el consultor que asesora a la Presidencia, Jaime) Durán Barba y quieren mi cabeza para la campaña electoral”.
“Qué bueno sería para Durán Barba afirmar ‘Alicia Kirchner se tuvo que ir de Santa Cruz’ para la campaña nacional”, añadió en diálogo con radio Diez y se quejó porque, dijo, “querer entrar a tu casa me parece una barbaridad”.
Asimismo, cuestionó a los medios de comunicación social y al diputado radical Eduardo Costa -a quien venció en la elección por la gobernación- al señalar que “hay una intencionalidad de decir todo lo que ha sido el proyecto nacional que primero condujo Néstor (Kirchner) y después Cristina (Fernández) ha sido malo”.
De todas formas, reiteró que recibió “una provincia quebrada”, en “un momento crítico” y que hay “una sobredimensión de la planta de personal” del estado.
“Jamás voy a ejercer la represión, lo que ha sucedido es un ataque, porque han querido entrar a mi vivienda y rompieron vidrios, rompieron puertas”, se justificó por radio Diez.
La policía santacruceña reprimió esta madrugada con gases y balas de goma a los manifestantes, lo que provocó un fuerte golpe en la cabeza al reportero gráfico Jorge Riquelme y le dejó diez impactos de postas de goma en la espala a un empleado estatal.
DyN