Caleta Olivia
La Asociación Ceferiniana de Caleta Olivia invita a la comunidad a participar de las diversas actividades que se llevarán a cabo a partir de hoy y hasta el jueves en el marco de recordarse hoy un nuevo aniversario de la muerte de Ceferino Namuncurá.
Según informaron a Diario Más Prensa, hoy la celebración será a partir de las 18 horas en la Capilla Medalla Milagrosa, mañana martes también a las 18 horas en la Parroquia Virgen del Valle, el miércoles 10 y jueves 11 a las 18 horas en la capilla María Auxiliadora. El padre Fabián Alonso, tendrá a su cargo el oficio religioso.
Ceferino, fue uno de los siete hijos de Manuel Namuncurá, un célebre líder del pueblo mapuche que luchó en la batalla del 5 de mayo de 1883 contra las fuerzas del Ejército Argentino comandado por Julio Argentino Roca, y de la chilena Rosario Burgos. Ceferino era nieto del caudillo mapuche Calfucurá.
En 1887, al año de edad, Ceferino se salvó de perecer ahogado en el Río Negro, mientras jugaba en sus orillas. Ese mismo año, el 24 de diciembre, en vísperas de Navidad, fue bautizado por el misionero salesiano padre Domingo Milanesio, un importante cristianizador de los pueblos originarios. A los 11 años le pidió a este salesiano que lo llevara a estudiar para luego regresar y así poder enseñar a los de su pueblo.
Su padre, cacique de la nación mapuche, fue elevado al rango de coronel de la Nación y lo llevó a Buenos Aires, donde fue recibido por el general Luis María Campos, su amigo y entonces ministro de Guerra y Marina.
Ceferino ingresó en los talleres que la Armada tenía en la localidad de Tigre (provincia de Buenos Aires) y permaneció allí por tres meses; posteriormente, sin embargo, le pidió a su padre que lo sacara porque no le gustaba ese ambiente ni esa profesión.
El coronel Manuel Namuncurá recurrió a su amigo, el Dr. Luis Sáenz Peña, ex presidente argentino, quien recomendó a Ceferino a los salesianos. El 20 de septiembre de 1897 Ceferino fue inscrito como alumno estudiante interno.
Paulatinamente, Ceferino se adaptó al ambiente, dedicándose al estudio, aprendió el idioma castellano y el catecismo.
El 8 de septiembre de 1898 Ceferino recibió la primera comunión y, el 5 de noviembre de 1899, el sacramento de la confirmación de manos de monseñor Gregorio Romero en la Iglesia Parroquial de San Carlos, donde luego se construyera la actual Basílica María Auxiliadora y San Carlos
A principios de 1902, su salud se deterioró; por los estudios que le realizaron, se determinó que había contraído tuberculosis.
Monseñor Juan Cagliero decidió trasladarlo a Viedma, con la esperanza de que los aires nativos ayudaran a recuperar su salud. A comienzos de 1903, en el colegio San Francisco de Sales de Viedma, comenzó su estudio secundario como aspirante salesiano.
El sacerdote médico Evasio Garrone, junto con el enfermero del hospital, el beato Artémides Zatti, cuidaron de Ceferino. El 19 de julio de 1904, con 17 años, Ceferino fue trasladado a Turín (Italia), por monseñor Cagliero.
Los salesianos pensaron que en ese lugar recuperaría la salud y podría continuar sus estudios de sacerdocio.
En marzo de 1905, la tuberculosis volvió a afectar su salud. Fue internado en el Hospital de los Hermanos de San Juan de Dios, donde fue atendido por el Dr. José Lapponi, médico personal de los papas León XIII y Pío X. El 11 de mayo de ese mismo año, a los 18 años de edad, Ceferino Namuncurá murió acompañado por monseñor Cagliero. Según la mayor parte de sus biógrafos sus últimas palabras fueron: ¡Bendito sea Dios y María Santísima!; basta que pueda salvar mi alma y en los demás que se haga la santa voluntad de Dios”.
Beato
Ceferino nació el 26 de agosto de 1886 en la reducción mapuche de Chimpay como el sexto hijo de Rosario Burgos, una cautiva huinca chilena, y del cacique Manuel Namuncurá, célebre líder mapuche que luchó en la batalla del 5 de mayo de 1883 contra las fuerzas del Ejército Argentino comandado por Julio Argentino Roca. Ceferino era también nieto del caudillo mapuche Calfucurá.
El 7 de julio de 2007, el papa Benedicto XVI firmó el decreto que declaraba a Ceferino Namuncurá como beato.
Una junta médica del Vaticano consideró, entre otros casos, que la curación en el año 2000 de Valeria Herrera, una joven cordobesa de 24 años afectada por cáncer de útero, fue un milagro por la intercesión de Ceferino. La mujer llegó a poder concebir con posterioridad y éste fue uno de los antecedentes que se tuvo en cuenta para su beatificación.
El 11 de noviembre de 2007, el enviado papal, cardenal Tarcisio Bertone, proclamó beato a Ceferino Namuncurá ante más de 100.000 personas en una ceremonia que se hizo en Chimpay, y la fiesta religiosa se fijó para el 26 de agosto, fecha de su nacimiento.
El 12 de agosto de 2009, sus familiares trasladaron sus cenizas a la comunidad de San Ignacio, en el departamento Huiliches, provincia de Neuquén, a 60 Km de Junín de los Andes, bajo el rito de la religión mapuche.
Ceferino fue enterrado en el cementerio popular de Roma, en Campoverano, con la presencia de pocos salesianos y compañeros de estudio, bajo el amparo de una cruz de madera con su nombre. En 1924, sus restos fueron repatriados por orden del presidente Marcelo T. de Alvear y llevados a la capilla reconstruida del antiguo Fortín Mercedes, situado frente a la vecina localidad de Pedro Luro, provincia de Buenos Aires, y muy poco después comenzó la devoción popular que lo identificó como “el indiecito santo”.