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Buenos Aires
La información se desprende de su declaración jurada como diputado y muestra el nivel de enriquecimiento del el hijo mayor de la ex presidente y representante de Santa Cruz en el Congreso.
Los números son sorprendentes e incluyen detalles que ponen en evidencia una ingeniería contable, cuanto menos “creativa”.
En este contexto el diputado declaró que su patrimonio disminuyó durante el año pasado pero aún así afirma que tuvo un gasto personal de 20 millones de pesos en el año, un promedio de 1,7 millones por mes para su vida cotidiana. Un año antes había declarado gastos por apenas 45.000 pesos mensuales.

En millones
Vale mencionar que en los papeles, la familia tiene una maraña y cruces de fondos, propiedades y empresas. Por ejemplo Cristina le cedió en vida todos sus inmuebles. Máximo Ahora asegura que perdió 8 millones de pesos. Inició el año con bienes por 42 millones, pero al finalizar el ejercicio 2016 informó 34 millones.
Además dijo en la declaración jurada que se desprendió de nueve plazos fijos, la mayoría heredados del fallecido Néstor Kirchner, por unos 20 millones de pesos.
Lo que expresa claramente la documentación es que evidentemente sus ingresos formales están muy lejos de lo declarado como gastos. Al respecto, cabe señalar que Máximo cobró $1,6 millones anuales por su sueldo como diputado y percibió otros $3 millones en otros conceptos no detallados. También recibió $ 1,4 millones por “ingresos del trabajo, de alquileres y otras rentas”. Un total de 6 millones que contrastan con los dispendios personales por $20 millones de pesos.

Mas detalles
Ayer, el diario La Nación en su edición digital puso en evidencia los números en un detalle de la Declaración Jurada y además recordó que en mayo de 2016, “cedió a sus hijos en partes iguales los inmuebles que formaban parte de su patrimonio. Fue una de las primeras maniobras observadas por la Justicia como un intento por proteger los bienes familiares de las medidas judiciales”, apunta el medio nacional
Así, el el 50% de los activos que tenía Cristina, fruto de la sucesión tras la muerte de Néstor Kirchner, fueron cedidos por la ex presidenta en partes iguales a Máximo y a Florencia. Por eso, el diputado de La Cámpora en 2015 tenía el 25% de los inmuebles y en 2016 ostentó el 50%.