Cuando el 23 de julio pasado, el canal de noticias TN revelaba el video en el cual se veía al intendente de Caleta Olivia en una sospechosa acción que el mismo informe presentaba como «coimas filmadas», se inició un escándalo de grandes proporciones y se generaron todo tipo de interrogantes que hasta hoy no han tenido respuestas.
Las sospechas pesan sobre el intendente, pero toda la comunidad de Caleta Olivia se merece que el tema se esclarezca. Nadie puede condenar a Facundo Prades; él tiene aun la posibilidad de explicar lo que se supone pasa en el video. Tiene la chance de reivindicarse ante los vecinos de Caleta, los que lo votaron y aun están conmocionados y los que no lo votaron y esperan una respuesta creíble.
Esta es la crónica de un hecho que aún esta en desarrollo y con final abierto.
Primer impacto
Cuando Fermín Valdivia se presentó en TN para contar su versión, hacer la denuncia pública y entregar una copia del video, ya había pasado por la Comisaría Tercera de la ciudad Autónoma de Buenos Aires. Días después, el caso ya se había judicializado.
La primera reacción del intendente fue defenderse atacando. Le apuntó a Valdivia para desprestigiar su testimonio; acusó al diputado Eduardo Costa -con quien antes compartía espacio político- de querer perjudicar la pre candidatura de su padre -Carlos Alfonso- y habló con algunas radios en donde negó su participación en el video, al cual calificó de «montaje o editado».
Si esa primera estrategia salía bien, el tema quedaría en lo anecdótico. Pero 48 horas después, tanto al opinión publica (principalmente en redes sociales) y algunos medios reclamaban respuestas más claras.
Así, el segundo movimiento del intendente fue ir a la justicia local, en donde presentó un escrito en el cual insistía en su inocencia, y «autorizaba» al juez a que revise sus cuentas personales.
Esto tampoco tuvo gran efecto, ya que la causa judicial comenzaba a sustanciarse en Buenos Aires y además se sumaban dudas sobre otros aspectos de su gestión, como el contrato con la empresa Maxia, o el intento de privatizar la recolección de residuos.
El caso no bajaba su intensidad – pese a algunos intentos de cambiar el foco de los hechos relevantes – y fue entonces que optó por irse de la ciudad hacia un lugar hasta ahora desconocido.
Fallida defensa
Alejado del epicentro del problema, el intendente de Caleta Olivia buscó apoyo legal en
Buenos Aires y su padre desde esta ciudad, intentó una tibia defensa que luego abandonó para concentrarse en culpar a Costa, denostar a Valdivia e insistir con la hipótesis de «una cama» para perjudicarlo.
No obstante seguían sin explicar nada o dar respuestas que aclaren toda la operación inmobiliaria de terrenos fiscales vendidos a inversores chinos que supuestamente habían pagado las coimas.
Con una lentitud pasmosa, recién una semana después los Concejales comenzaron a expresarse. En principio se mostraron sorprendidos, pero ante la aparición de la denuncia – la cual tanto el padre como el hijo negaban sus existencia – no quedó mas remedio que actuar y se anticiparon acciones de carácter institucional De todos modos, había aun algunos impedimentos para avanzar, sobre todo la prolongada ausencia del Concejal Rubén Martínez que había viajado a Buenos Aires, para una gestión.
Con una bomba de tiempo en las manos, en medio de un escenario electoral y una ciudad convulsionada por la crisis política, los ediles se decidieron a aprovechar el breve «quórum» que les daba el regreso de Martínez y definieron una sesión que debía darse ayer y que apuntaba a desplazar al intendente al menos hasta que se aclare todo. Pero nuevamente Martínez, actuó dando un respiro a Prades. Primero con argumentos falsos suspendió la sesión, y luego volvió a desaparecer.
Gravedad institucional
Lo que ocurre en Caleta Olivia es muy grave. Hay un intendente seriamente sospechado, un Concejo Deliberante disperso, y con una mayoría poco dispuesta a avanzar y una ciudadanía que cada día esta mas indignada.
Vale mencionar que incluso el gobierno provincial a través del Ministro Martín Chávez dejó en claro que el tema era grave.
No hay que olvidar que el problema de salud del intendente, que meses atrás anunció que padecía un «cáncer» y que iniciaría un tratamiento. Luego de eso solo hubo dos partes médicos oficiales. Uno que hablaba de la extirpación de un tumor maligno en un riñón y otro posterior – luego de las insistencia de los medios para tener mayor información – que dio cuenta de una mejoría y un tratamiento ambulatorio. Hace meses que no se sabe nada del estado de salud de Facundo Prades, mas allá de un video que él mismo difundió en las redes en donde hablaba de su lucha contra el cáncer y afirmaba «vuelve la magia, vuelve la gloria», tal vez en alusión a su retorno al sillón de la intendencia.
Ya embarcado en la campaña electoral de su padre y hablando con referentes políticos sobre sus serias intenciones a ir por la gobernación en el 2019, la denuncia de la supuesta coima cambió todos los planes y lo alejó del escenario público.
Ahora todos no solo queremos que se mejore, o que nos informen como se encuentra y si esta en condiciones de re asumir un cargo que demanda un extenuante trabajo diario, sino que aclare de una vez por todas lo que se ve en el video y el negocio con los chinos. Así se sacará la pesada mochila de la sospecha que pesa sobre él.