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Comodoro
Con los telegramas enviados por parte de San Antonio en las últimas horas, la audiencia convocada entre el sindicato petrolero y esa empresa de servicio, además de la operadora Tecpetrol, deja poco margen para vislumbrar posibilidades de acuerdo, en una situación que parece irreversible por los posicionamientos que se han conocido hasta ahora de parte de las compañías.
Por otro lado, crecen las dudas en torno a los impactos de la importación de equipos usados para esta región, de acuerdo con un decreto nacional cuyos posibles impactos anticipó ADNSUR en un informe basado en la consulta en diferentes actores del sector.
La novedad en los últimos días fue la recepción de telegramas enviados por San Antonio desde el último jueves 17 de agosto, aun cuando faltaban audiencias por concretar, según lo informado por el sindicato la semana pasada.
“Tal como es de su acabado conocimiento y conforme le fuera adelantado en nuestra anterior comunicación, la empresa se encuentra inmersa en la dramática crisis que golpea a la industria petrolera tanto a nivel mundial como nacional y que incluso sigue agravándose –dice el texto de la notificación- enviada a trabajadores-, lo que ha significado una reducción significativa de toda nuestra actividad, como lo han reconocido todos los sectores involucrados, originando diversos procesos ante el Ministerio de Trabajo de la Nación. Habiendo finalizado el plazo de conciliación obligatoria, le notificamos su despido a partir de la fecha. Hacemos presente que su liquidación final y sus certificados art. 80 LCT estarán a disposición en términos de ley, la primera en s cuenta sueldo y los restantes en sede de la empresa, a partir del 16/09/2017”.

Despidos
De este modo, resta confirmar si los despidos serán los 120 anticipados por el sindicato, atribuidos a San Antonio, además de otros 200 por parte de Tecpetrol, según habían lanzado tanto el gremio como el presidente de esa compañía, Carlos Ormachea.
El secretario de Petroleros Privados, Jorge Ávila, había señalado a ADNSUR el miércoles último que en la audiencia se presentó el retiro de 25 trabajadores, que si bien aparecerán oficialmente como “voluntarios”, el dirigente atribuyó esa aceptación a las presiones empresarias para acatar el acuerdo.
“Ahora están diciendo que, si no se acepta la indemnización y el pago de los Repro por un año, ellos van a presentar el procedimiento de crisis para pagar solamente la mitad de lo que corresponde. Entonces los compañeros terminan decidiendo irse, porque tampoco están cumpliendo con el pago de salarios”, planteó el dirigente, al admitir que en la reunión de esta semana se buscaría definir el número total de trabajadores que firmarían el retiro.

Importación
Por otro lado, la medida adoptada por el gobierno nacional a partir del decreto 629 (que elimina aranceles para importación de equipos usados de la industria petrolera) sigue sumando opiniones sobre el posible impacto en esta región, más allá de que en principio aparece como una decisión basada en las necesidades de Vaca Muerta.
En efecto, en la visión de funcionarios provinciales la medida podría afectar a fabricantes de equipos de esta región, entre los que se menciona no sólo el caso crítico de Lufkin, sino también de otras firmas regionales que producen diversos equipos utilizados por la industria petrolera.
“En momentos de baja actividad en USA hay muchos fierros para mandar al tercer mundo”, confió uno de los consultados, en referencia a que si bien Estados Unidos mantiene una actividad intensa con la explotación de recursos no convencionales, igualmente hoy la demanda de equipos ha disminuido y por ello algunas de las principales prestadoras de servicios a nivel internacional podrían colocar equipos ociosos en Vaca Muerta y eventualmente, en otras cuencas del país.
“La justificación va a estar por el salto tecnológico y la productividad con costos más bajos –añadió el interlocutor-, pero la contracara es la baja de actividad industrial y agudización de pérdida de agregado de valor”.
Otro entendido del sector aportó una mirada distinta, no necesariamente contraria, pero sí complementaria, al hacer referencia a la posibilidad de que se importen también perforadores automáticos, que requieren menor cantidad de mano de obra: “Puede ser que se demande menos trabajadores al momento de operar en el pozo, pero se va a compensar con los ingenieros y técnicos en electrónica e hidráulica, que hoy no están”, añadió.