linyeras

Caleta Olivia
Cuando un a persona, comienza a ser vista como parte del paisaje urbano, o directamente es ignorado en su condición de ser humano, se trasforma en un ser invisible. Salvo por excepciones – que son las que aun nos dan esperanza – Héctor Ramón Tureuna Villegas murió con un ser olvidado y solitario; casi rechazado.
Cuando el miércoles por la mañana la policía lo encontró en el edificio abandonado – ubicado en la esquina de las avenidas Lisandro de La Torre y Del Trabajo – estaba tieso y ya llevaba varias horas sin vida.
El “gitano” como solía presentarse ante las personas que concurrían a darle una mano (ver aparte), era parte de una “pequeña comunidad” de linyeras, que incluía a un reducido grupo de hombres y mujeres que viven en la calle y que habitualmente pedían dinero o ayuda frente al edificio de la Cámara de Comercio local.
Héctor Ramón pasaba las mañanas y las tardes en el semáforo, compartiendo la jornada con quienes venden el diario o tortillas en ese lugar de la ciudad.
Su aspecto sucio y desalineado, inspiraba temor, al punto que cuando se acercaban los vehículos, levantaban los vidrios y ponían seguro a las puertas. Pero por fortuna, no todos los vecinos le temían y muchos le daban unos pesos. También dialogaban unos minutos con él o le daban algo que comer.
Así, como una sombra trascurrieron los últimos días de este ser humano en “situación de calle” -como se acostumbra a decir o calificar a las personas que no tiene hogar, carecen de afecto y sobreviven de la limosna y la buena voluntad y la caridad de los vecinos-.
Vivir en la calle
El caso de Héctor Ramón es solo uno más de los que se dan en distintas localidades de la provincia. Gente en la calle y que vive en la miseria hay por cientos en Santa Cruz. Es cierto que los motivos son diversos y que las posibilidades de mejora su situación depende mucho de la actitud que tengan con relación a sus problemas.
Pero lo que es evidente es que no existe una política de estado o por lo menos una estrategia a nivel oficial para responder a esta problemática que de ser esporádica, comenzó a ser crónica. Cada vez hay más gente sola, o incluso familias en las calles.
Tal vez muchos de ellos estén condenados a tener el mismo fin que tuvo Héctor Ramón.

Buscan a la familia
La autopsia señala que “el gitano” murió de “muerte natural”, por insuficiencia cardio respiratoria. Falleció mientras dormía, acompañado por unos perros de la calle; los mismos que lo acompañaban mientras mendigaba.
Su cadáver permanece en la morgue de Caleta Olivia, y de no ser encontrados parientes o familiares será enterrado en las próximas horas por personal de la comuna.
Por eso desde ayer, que desde la Comisaría Primera de Caleta Olivia se solicitó: a “la sociedad en general quien sea familiar del ciudadano quien en vida fuera el Sr. Tureuna Villegas Héctor Ramón (63), mismo domicilio, fecha de nacimiento 25 de Octubre de 1953 en Chile Chico, Departamento de Aysén, República de Chile, CI Nro. 226456, se haga presente a la brevedad en mencionada sede policial, y/o comunicarse a los teléfonos 0297-4851200 / 4856087, a los efectos que a su presentación se le dará a conocer”.

El adiós de quienes lo querían y ayudaban
Despedida de los miembros de Cáritas de la parroquia Virgen del Valle: “Soy el gitano!! era así cómo te presentabas, aún recordamos el día que compartiste tu historia de vida, dónde nos conmoviste tanto .Decidiste ser libre y elegir la calle como tu hogar. Nos contaste con tus ojos de mirada desolada llenas de lágrimas, de ese dolor tan intenso que te acompaño en tu vida, el de la perdida de tu madre desde muy joven. Cuando la recordabas, tu cara cambio con una sonrisa y decías que ella te enseño a rezarle a la virgen María y al Tata Dios cómo dijiste. Hoy partiste al reencuentro con tu amada madre, en la cual nos imaginamos que fue el día más felíz de tu Vida .Fuiste el arquitecto de tu propio destino ,elegiste cómo vivirla y así decidiste cerrar tus ojos en el lugar de dónde partiste hacia tu Pascua eterna!! Desde aquí seguiremos acompañando a tu fiel amigo Omar, que quedó muy triste por tu partida y nos compartió sus últimas charlas de amigos y tu consejo de cambiar de vida y seguir en la iglesia. Q.E.P.D. Gitano”.