pesca

Caleta Olivia
A pesar de los tiempos difíciles que se viven en todos los ámbitos en la provincia, y en el país en general, hay quienes deciden continuar con su trabajo contra viento y marea.
Representantes de la empresa VEPEZ S.A de Caleta Olivia que mediante convenio con las Cooperativas 20 de Noviembre y El Dorado llevan adelante la actividad pesquera, operando con volúmenes importantes y en mercados altamente exigentes y competitivos.
“En estos momentos, sólo en Caleta Olivia estamos trabajando con 400 personas, entre las dos cooperativas. Nuestra responsabilidad es la de proveer la materia prima, es decir el pescado, y las cooperativas proveen la mano de obra. Y hasta ahora se cumple con los compromisos de forma normal y de esta manera se contribuye a través de los sueldos de los operarios al circuito económico de Caleta. Son 400 trabajadores, que comparados con otras actividades económicas pueden ser un número reducido o mucho, no importa, son 400 trabajadores sostenes de familias. Si bien el panorama de la actividad es complejo y preocupante, no es nada nuevo para nosotros. Lo enfrentamos como hicimos siempre”, se informó a Diario Más Prensa.
Destacaron que “esta es nuestra vida, trabajar, es lo que elegimos, es lo que sabemos hacer y es lo único que la mayoría hemos hecho en toda nuestra vida, trabajar. Cuando las dificultades son propias del trabajo, como suele ser que anuncien el pago de las certificaciones para luego pagar los sueldos y a proveedores y se produce una demora en el pago, no es problema, uno sufre, se preocupa, tiene angustias, dolores de cabeza, pero repito, es propio del trabajo, ya conoce a lo que se enfrenta y puede o no puede resolver, pero cuando son ajenas a la actividad y al trabajo, uno no sabe qué hacer.

Mano de obra
“Nosotros, con cierto orgullo y responsables de las cooperativas que proveen la mano de obra, no agarramos el pescado, le ponemos hielo, lo empaquetamos y los exportamos, nosotros lo procesamos y le ponemos valor agregado, lo cual dificulta la competencia, ya que a nuestros clientes de China, por ejemplo, les sería más fácil y barato, comprarle el pescado sólo con hielo y empaquetado a otro país con menores costos. En la actualidad entre los 400 operarios que tiene la planta distribuyen la tarea durante las 24 horas”, informaron trabajadores de la planta.

Temporada
Asimismo se informó acerca de la actividad que desarrollan: “en estos momentos estamos operando sólo con langostino, eso lo hacemos durante todo el año, luego en la temporada de Diciembre a Julio comenzamos a operar también con la merluza. El volúmen de langostino con el que estamos trabajando en la actualidad ronda los 300.000 a 400.000 kilos mensuales.

Controles
“Nosotros traemos la materia prima desde los puertos de San Antonio, Puerto Madryn, Rawson, Camarones, Comodoro Rivadavia”, detallaron.
“Por lo que estamos habituados a la rutina de inspección necesaria e indispensable para todos, Nosotros transportamos alimento, pescado y es importante mantener sus condiciones. En San Antonio tenemos el primer control realizado por Prefectura, luego SENASA, Gendarmeria, Policias provinciales, puestos Municipales. Así en cada localidad y puesto por los que pasamos. El segundo control que tenemos en el transporte de nuestra materia prima está en Arroyo Verde, luego el de Sierra Grande, realizado por Gendarmería, luego en Puerto Lobo, el control policial para ingresar a la provincia del Chubut, lo mismo para ingresar a la provincia de Santa Cruz, en Ramón Santos. Pero también tenemos los controles en Comodoro, al igual que en Caleta Olivia. Pero hay un aspecto que muchos desconocen, y que para nuestra materia prima, para nosotros y sobre todo, para nuestros clientes es de vital importancia, la trazabilidad”.

Trazabilidad
“Como nuestra materia prima tiene como destino mercados altamente exigentes en conceptos normativos de conservación, sanidad, medioambientales, es rigurosamente monitoreada por nuestros clientes” aclararon.
“Ellos necesitan y tienen la información sobre el producto que compran, entonces monitorean todo el recorrido, y la manipulación de la misma, por lo que el precintado de la mercadería se vuelve indispensable. Cuando el producto arriba a nuestra planta, es monitoreada por cámaras desde la descarga a todo el proceso hasta que se empaca”, informó.
“Quienes compran nuestros productos acceden a nuestros camiones vía GPS y a nuestra planta vía cámaras desde sus celulares y controlan así sus productos. El sistema de vigilancia de nuestras plantas en cada localidad en la que operamos, incluida Caleta Olivia, no está relacionado con saber si se trabaja o no. Cada trabajador es responsable de su tarea y de su propia producción, sino con brindarle garantías y confianza a nuestros clientes sobre el tratamientos, conservación y calidad de los productos que nos compran”.

Al mundo
Sorprende saber que desde Caleta Olivia se exporta alimento, pescado en este caso, hacia mercados altamente exigentes y competitivos con mano de obra local.
Al respecto Olga Galleguillo, responsable del área control de calidad, y que pasó por el colegio de Biología Marina local, nos menciona que “en estos momentos exportamos nuestros productos a 16 países. Como Israel, Rusia, otros miembros de la Comunidad Económica Europea, el mercado asiático como China o de este lado del continente como E.E.U.U, Brasil, Chile, Perú, etc.
A tal fin, nuestros clientes, todos los meses, nos piden análisis de laboratorios químicos y biológicos externos, habilitados por SENASA, de agua, de condiciones de planta, de los insumos con los que operamos y sobre la materia prima, es decir, si el lugar desde donde traemos la materia prima es apto, no hay contaminación, no hay presencia de plomo, mercurio, etc y que permita y habilite el consumo humano”.
Destacaron además que “si bien ellos no venden sus productos en el mercado local, todo se exporta, sí hay que agregar el problema de los costos. Y Caleta Olivia, en este sentido, tiene el mayor costo de todos los lugares donde operamos, amén de otras dificultades propias de la ciudad, pero nosotros decidimos mantenernos acá, sostener la mano de obra a pesar de todo. Nacimos en Caleta Olivia, tenemos nuestro domicilio. Acá pasamos momentos muy malos, estuvimos en la lona, pero entre todos salimos adelante, a base de esfuerzo y trabajo, y pudimos expandir nuestra actividad a otros puertos, por lo que no nos vamos a ir por una diferencia económica. La lucharemos como hicimos siempre, porque no sabemos hacer otra cosa que trabajar, por más obstáculos que nos aparezcan”.