Caleta Olivia
“No hay marcha atrás” sentenció el intendente de Caleta Olivia, Facundo Prades, el pasado 15 de mayo para conformar la privatización del servicio de recolección de residuos urbanos.
En esa oportunidad, y en medio de un colapso del servicio por los constantes paros municipales – situación que aun persiste – anunció además que el nuevo contrato con una empresa privada estaría en marcha “en 45 días”.
Aquel anuncio lo realizó al día siguiente de regresar de una de sus primeras ausencias prolongadas. Oficialmente se dijo que estuvo en la ciudad Autónoma de Buenos Aires, en donde debía realizarse el tratamiento, tras haber sido intervenido quirúrgicamente para la extirpación de un cáncer de riñón.
Fue entonces que para contradecir a aquellos que mencionaban la posibilidad de que el
intendente se tomara una “licencia” para llevar adelante el tratamiento completo y regresar completamente mejorado al sillón de la intendencia, Prades re apareció con un anuncio contundente: resolvería de manera permanente y eficiente el serio problema de la basura. Ya pasaron 105 días y la situación es hoy muchísimo mas grave.
Otra promesa
La promesa del Facundo Prades era ambiciosa: “Esto nos permitirá exigir un servicio de excelencia”.
De este modo, el intendente anticipó que comenzarían a estudiarse los mecanismos de contratación y luego con el pliego definido, se llamaría a licitación abierta. Pero en realidad, los contactos con una empresa prestadora de un servicio de recolección y trasporte de residuos ya había comenzado. Incluso, se supo que directivos de la empresa – que estaría vinculada al empresario Cristóbal López – habían visitado la ciudad y habían recorrido los barrios con el Secretario de Servicios Cristian Bazán. Esto incluso se había comunicado semanas antes a través de un parte municipal. Tal vez, al momento de hacer el anuncio de la privatización del servicio, el intendente Prades había olvidado las conversación que se mantenían con la empresa.
Servicio caro
Uno de los argumentos de Prades esta que la comuna se veía impedida de realizar con normalidad la recolección de la basura domiciliaria debido a que no podía afrontar los costos operativos por la situación financiera de la municipalidad. También echó la culpa a las continuas huelgas del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEMCO). En este punto también habría que tener en cuenta que el sector de recolección es uno de los mas conflictivos de la comuna, e incluso en la actualidad se utilizan predios privados – nunca se hizo oficial sin son a préstamo o alquilados – para guardar alguno de los vehículos.
Otro basural
Sobre el servicio que prestaría la eventual empresa privada que ganara la licitación, el intendente aclaró que además de la recolección y el trasporte de la basura, se avanzaría en el saneamiento de la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos ( Ptrumco) y su predio. Luego se trasladaría el basural a unos 15 o 20 kilómetros de la ciudad, aunque no precisó el lugar.
“El que tendrá que pagar el servicio de recolección es el municipio y de ahí en más ver cómo se vuelca (el costo) al vecino”, admitió Prades. Sobre el costo, el intendente informó en aquel momento que “el contribuyente paga menos de 46 pesos por mes” y comparó esa tarifa con la que rige en Comodoro Rivadavia “donde la tasa es de 235 pesos mensuales”.