Caleta Olivia
Facundo Prades había reconocido en mayo de este año que el 90% de los trabajadores del sector recolección son de planta permanente. Con ese argumento aclaró que “nadie va a perder su trabajo, todos van a seguir con la estabilidad laboral y seguirán siendo empleados municipales”.
Aunque la excusa era abaratar costos, frente al déficit financiero que generaba la gran cantidad de empleados – que al momento de su arribo a la gestión llegaría a unas 6 mil personas – lo cierto es que claramente el numero se amplió. En aquella oportunidad, se mencionaban cerca de 600 personas mas incorporadas, dato tomado de las 200 altas en la Caja de Servicios Sociales y seguros provinciales y otras 400 por planes sociales.
A esta altura del año, la cifra podría haber trepado a unas mil personas, aunque estos datos son guardados con total hermetismo por el sector de Recursos Humanos. A tal punto que ni las presentaciones de los Concejales, o requisitorias periodísticas han logrado conocer cuantas personas alberga hoy la municipalidad.
Inviable
Todo esto ocurre con una tácita anuencia del gremio, que nunca se expresó con relación al aumento indiscriminado de personal, que no solo resta a la hora del “reparto” de fondos para sueldos; sino que la inhibe de toda posibilidad de sanear su economía.
Los vecinos deberemos de Caleta deberán olvidarse por varios años de tener una atención optima de los contribuyentes, obras por administración municipal o incluso servicios básicos de calidad.
Así de ineficiente y es la municipalidad de Caleta Olivia, y por lo que se ve la actual gestión agrave día a día la situación haciendo de la comuna una administración totalmente inviable.