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Caleta Olivia
La obra de la planta de “osmosis inversa” instalada al norte de la ciudad de Caleta Olivia fue “pagada” totalmente por el gobierno nacional, que incluso considera que en cuanto se efectúe la interconexión que llevará energía a la zona podría empezar a funcionar.
Pero la realidad es totalmente distinta. En principio, si la obra ya fue pagada en su totalidad, se puede comprobar una vieja maniobra que en la década pasada era habitual en los empresarios que accedían a la obra pública, especialmente en nuestra provincia: faltan concluir importantes zonas de la planta.
La obra esta virtualmente paralizada, y carece de controles, ya que si el gobierno nacional señala que está finalizada, es por falta de información, por error del inspector de obra o por una clara maniobra que oculta una nueva irregularidad que limita con los conocidos casos de corrupción.
La obra fue sobre valuada, contratada irregularmente, en una zona en la que no era factible su funcionamiento (no había ni hay energía), cobrada en su totalidad y con un pobre avance de obra.

Todo mal
A la fecha, la obra debería estar en condiciones de comenzar a suministrar agua al acueducto, apenas llegara la interconexión; pero esto sería imposible.
En principio, no se construyeron las dos grandes cisternas de almacenamiento, esenciales para la operación de acopio y suministro del vital elemento. Apenas están las bases de estos grandes tanques de almacenaje. No se llevó a cabo la instalación de la tubería que debe tomar agua del mar, ni la tubería que debe expulsar el agua desechada. Si bien es cierto que se colocó una tubería “mar adentro”, esta no cruza la ruta –hasta la planta. Es tan ridículo que una planta que debe tomar agua de Atlántico, no tiene conexión con el mar.
Otro detalle que da cuenta de la “cuasi estafa”. Esta obra se añadió a la re potenciación del acueducto Lago Muster, que incluía una tubería paralela y una nueva conexión Esto tampoco esta terminado o al menos no está apto para su utilización. Así las cosas, la planta se levanta al norte de Caleta como una enorme escenografía, pagada varias veces su costo real, y sin posibilidades de estar en marcha, al menos en el corto o mediano plazo. Al menos hasta que el gobierno nacional, concluya la obra para de extensión de la línea de 132 para poder darle energía.

Planificación
El lunes, durante un recorrido por la zona del río Senguer – cuando se presentó el proyecto ACUA, acueducto para la zona norte – Pablo Bereciartua, Subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, habló de la “planta de osmosis”, y sorprendió cuando dijo que estaba finalizada. Algo que dista mucho de la realidad.
“La Planta desalinizadora en Puerto Deseado, se terminó hace pocos meses. La planta de Osmosis de Caleta Olivia, está prácticamente terminada y el gobierno nacional tomo esa obra en desarrollo y llevó adelante los pagos que hacían falta. La planta está terminada y no puede ponerse en marcha porque, fruto de la falta de planificación se construyó la planta y no se hizo ninguna previsión para contar con energía”, admitió, en una entrevista que fue emitida por FM San Jorge de Caleta Olivia, en el programa El Oso, que conduce Emir Silva.
El funcionario señaló: “la planta no pueda entrar en funcionamiento por falta de planificación. También nos hemos enterado que hay algunos análisis que ha llevado adelante la SIGEN, (Sindicatura General de la Nación) que ha detectado una serie de irregularidades en la contratación de la planta, en termino de su precio, también de como fue contratada como adicional a otra obra, excediéndose en los límites que impone la obra pública para contratar adicionales que esperamos que ese análisis que hace la SIGEN, se encuentren las irregularidades y veremos en que termina. Quizás esa
contratación termina en un conflicto legal en los próximos tiempos”, afirmó .

Irregularidades
Resultó absolutamente sorprendente que el funcionario nacional insista en que la obra esta terminada, cuando en un simple recorrido, se puede observar que es apenas una “cáscara” de lo que debería ser una planta.
De todos modos lo que queda en claro es que la obra se entregó de manera irregular y que se presupuestó a un costo que no correspondía.
“Contratación fue hecha por el Ente Nacional de Obras Hídricas de la Nación que contrato en una licitación primero el reacondicionamiento del acueducto del Lago Muster y luego como un adicional, contrató la planta de Osmosis inversa. Pero lo hizo por un monto que excede un porcentaje que permite la obra pública y además con precios, según descubrió la SIGEN que también son superiores a valores del mercado”, dijo el funcionario confirmando la irregularidad, que pese a ser del gobierno anterior, no impidió que este lo continuara; y no lo controlara.