vido

Buenos Aires
Cristina Kirchner dijo semanas atrás que no ponía las manos en el fuego por Julio De Vido y ayer el ex super Minsitro de Planifiación Federal, comprobó lo que significa el código K, en toda su magnitud. El sálvese quien pueda comenzó a notarse el día que cayó en desgracia el empresario K, y amigo de Néstor Kichner, Lázaro Báez. Antes había caido el ex Minsitro de Trasporte, Ricardo Jaime, pero tras haber admitido que era “coimero” en las filias del kichnerismo dieron por sentado que ese sería el chivo expiatorio de la década ganada. Pero no fue así, y la debacle comenzó realmente con la aparición en la escena pública de Jose (Josecito) López y sus bolsos con millones de dólares. Los prmeros tres íconos de la “corrupción K” son reconocidos por la sociedad de Santa Cruz.
Cada uno de ellos tuvo en nuestra provincia muchisimo poder. Lázaro manejó toda la obra pública y se encargó de hacer desaparecer millones de dólares de infra estructura que hoy no tenemos.
Jaime, el mejor alumno de De Vido en Santa Cruz, llegó a la estratégica Cartera de Trasporte, sin ningun antecedentes y se encargó – tal como lo reveló Jaime Vázquez el ex asesor, también preso personalmente de llevar bolsos con dinero al despacho del entonces presidente Néstor Kirchner.
Lópecito, pasó sin escalas del IDUV de Santa Cruz a la Secretaría de Obras Públicas de la Nación y de allí motorizó y organizó todos los negocios que hoy salen a la luz y que investiga la justicia en inumerables causas por corrupción.
La lista se fue engrosando, e incluyó al contador de la familia Kirchner, como el articulador de las maniobras contables con las que se podía blanquear dienero proveniente de los sobre precios de las obras que con fondos de Nación, autorizaba el matrimonio presidencial, organizaba y licitraba De Vido, entregaba López y hacía “como qué” las ejecutaba Lázaro.
Ese mecanismo que duró poco mas de una década y nos condenó a los santacruceños – y todos los argentinos – a este presenete sin infraestructura básica (aguas, cloacas, escuelas, rutas, hospitales, etc) pareciera que recibién ayer puede verse en toda su magnitud: cayó el super ministro, es decir el ante úultimo eslabón de la cadena, solo falta el último, quien daba la orden y es de apellido Kirchner.

Quedó preso
Ayer cuando se entregó en los tribunales de Comodoro Py, De Vido se negó a declarar.
Un total, 176 legisladores se pronunciaron a favor de desaforarlo al ex Ministro. Entre ellos cuatro integrantes del bloque del Frente para la Victoria, ninguno en contra, y se registró apenas una abstención.
Alrededor de las 15.30, en el cuarto piso de Comodoro Py, que fue desalojado por la presencia del ex Ministro, De Vido y sus abogados fueron notificados del procesamiento con prisión preventiva y del embargo por personal del juzgado 11 a cargo del juez Claudio Bonadio.
Su abogado, Maximiliano Rusconi, declaró a periodistas que la detención del también diputado es una clara “violación del estado de derecho”.
Allí se tramita la causa que lo investiga por presunta defraudación con fondos destinados a Yacimiento Carbonífero Río Turbio y había una orden de detención en su contra, sumada a otra de Claudio Bonadio por irregularidades en la importación de gas licuado.
Poco antes de las 19, De Vido fue escoltado al convoy del Grupo Especial de Intervención (GEI) del Servicio Penitenciario Federal (SPF) que lo trasladó al hospital penitenciario central de Ezeiza para realizarse chequeos médicos, ya que el ex Ministro tiene diabetes. Esto no significa que el ex funcionario quede detenido en el penal de Ezeiza: eso se definirá en las próximas horas (la otra opción es que lo trasladen a Marcos Paz).

La banda
Al cierre de esta edición De Vido ingresaba al Penal Federal de la localidad de Ezeiza. Una de las posibilidades es que sea intalado en un alojamiento diferenciado – uno de los seis módulo de la prisión Ezeiza – donde Jose López comparte residencia con el Lázaro Baéz; su contador, Daniel Pérez Gadín, y el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime. El grupo lo completa el díscolo Jorge Chueco, quien solicitó, expresamente, a las autoridades no mezclarse con los otros presos por corrupción y fue enviado al módulo cinco.
Según reveló el dairio Clarín la rutina en la cercel empieza a las 8 de la mañana y los reos tienen la obligación de limpiar sus celdas, ocuparse de su ropa y mantener el orden en los espacios comunes.
Vale recordar qe Ricardo Jaime fue el primero en ingresar al Penal de Ezeiza el 3 de abril de 2016. Fue el primer preso por corrupción del kirchnerismo y allí empezó la caída, y el fin del relato de la mentirosa década ganada.