El ataque en Manhattan de ayer, a pocos metros de donde sucedió el mayor atentado que se recuerde: el de las Torres Gemelas, es considerado el peor golpe terrorista en Nueva York desde el 11S.

El ataque, en el que un hombre avanzó sobre una bicisenda y mató a 8 personas, deja todavía abiertos numerosos interrogantes, entre ellos el motivo que llevó al presunto autor a cometer esa masacre.

En Estados Unidos las fuerzas de seguridad lograron evitar en los últimos años la comisión de algunos atentados planeados por terroristas. En otras ocasiones sin embargo las autoridades no consiguieron detectarlos a tiempo, por lo que hubo que lamentar decenas de muertos y heridos.

Pero la saga de ataques que se vienen sucediendo en Estados Unidos tienen que ver tanto con norteamericanos armados y desquiciados como con inmigrantes radicalizados y lobos solitarios.

 

Los rosarinos muertos en Manhattan

Habían sido compañeros hace treinta años en el Instituto Politécnico de Rosario, eran parte de la promoción ’87 y, como grupo, era el viaje de sus vidas: una semana en Nueva York.

El sábado pasado por la tarde, informa el diario rosarino La Capital, ocho de los viajeros se reunieron en el Aeropuerto Rosario para emprender el vuelo a Nueva York que partía a las 16 y que haría una escala en San Pablo. Se sacaron varias fotos en la terminal aérea antes de partir.

Ariel Erlij, conocido empresario rosarino dedicado a la siderurgia, que se había hecho cargo de los gastos de algunos de sus amigos, fue a despedir al grupo, pero él no se subió al mismo avión que sus compañeros. Viajó en un vuelo privado al día siguiente, el domingo, hacia Nueva York.

Ya en Estados Unidos, el grupo visitó a Martín Marro, otro excompañero del Politécnico que vive en Boston y que los alojó en su casa. Ayer, los nueve habían recorrido los 300 kilómetros que separan Boston de Nueva York, adonde salieron a andar en bicicleta por Manhattan.

En un momento, detalla La Capital, cerca de las tres de la tarde (las 14 en Argentina), uno de ellos escuchó ruidos y gritos a sus espaldas, y al girar no encontró a ninguno de sus compañeros. Casi todo el grupo había sido atropellado por una camioneta.

En el atentado murieron Hernán Diego Mendoza, Diego Enrique Angelini, Alejandro Damián Pagnucco, Hernán Ferruchi y Ariel Erlij.