Buenos Aires
Hoy lunes, el diputado Máximo Kirchner, hijo de la ex presidenta Cristina Kirchner, declarará en indagatoria ante el juez federal Julian Ercolini en el marco de la causa Hotesur, y dará inicio a una semana judicial en la que habrá una destacada actividad en los tribunales federales de Comodoro Py.
Máximo está citado para las 10 de este lunes, mientras el miércoles será el turno de su hermana Florencia. Ambos deberán declarar como sospechosos de las maniobras por las que ya fue indagada el jueves pasado la ex jefa de Estado.
En mayo, los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques dictaminaron que mientras el empresario Lázaro Báez -detenido hace casi un año- recibía negocios de la obra pública vial en Santa Cruz por 46.000 millones de pesos, garantizaba a los ex presidentes Cristina y Néstor Kircher y a sus hijos, ingresos millonarios a partir del alquiler de sus hoteles. Eso ingresos les permitían “aumentar notablemente su patrimonio”.
El 25 de agosto, Ercolini firmó las convocatorias de más de una veintena de personas imputadas en la causa, al sostener que “habrían intervenido en las diferentes etapas de las maniobras que fueron diseñadas y pergeñadas, principalmente por Néstor Kirchner, Cristina Fernández y Lázaro Báez para lograr otorgarle apariencia lícita al dinero que había sido irregularmente asignado a empresas de propiedad de este último”.
“Entiendo que existen elementos de convicción suficientes como para avanzar con la sujeción al proceso y que se encuentra corroborado el estado de sospecha requerido (…) para convocar a prestar declaración indagatoria” a los acusados, expresó.
El magistrado resaltó que en la fiscalía sostuvo en su requerimiento que “los ex mandatarios Kirchner y Fernández habían elaborado junto con aquel empresario (por Báez) un sistema destinado a disimular el carácter ilícito, en principio, de parte de las ganancias que se habrían obtenido mediante la asignación irregular de la mayor porción de obra pública vial en la provincia de Santa Cruz con el fin de transferirlas a su patrimonio y el de su núcleo familiar”.
La denominada causa Hotesur es un desprendimiento de otro expediente judicial por supuesto direccionamiento de la obra pública, en el cual Ercolini ya procesó por presunta asociación ilícita a la ex presidenta y a Báez, director de la compañía Austral Construcciones SA, entre otros.
La sociedad Hotesur es propietaria del hotel Alto Calafate, en esa localidad de la provincia de Santa Cruz y fue denunciada, en 2014, por la diputada del GEN, Margarita Stolbizer, ante la Inspección General de Justicia (IGJ).
Adulteración
La diputada nacional Margarita Stolbizer denunció que Osvaldo Bochi” Sanfelice, ex socio de Kirchner, adulteró el sistema informático del Hotel Waldorf, en el que se llevaba registro de los huéspedes, donde constaba que algunos de ellos se habrían alojado “por más de 7 años”.
Según publica Infobae, al entregar a la Justicia la documentación relacionada con los pasajeros que se alojaron por el lapso de tiempo antes mencionado, Sanfelice manifestó que “se trató de un error de sistema” y una “falla en el servidor”. Detectado el supuesto problema, se procedió a “corregir la fecha y hora”, y a “cargar los movimientos correctamente”.
Para Stolbizer, el empresario trató de “adulterar pruebas” e informó que existen registros de pagos realizados por los pasajeros José Zambon y Marcelo Florenza “fuera de las fechas corregidas” por Sanfelice.
Por eso la legisladora presentó un escrito ante la Justicia en el que enumera los supuestos actos para entorpecer la investigación.
Vale recordar que, de acuerdo a la denuncia que hicieron la diputada Margarita Stolbizer y su abogada Silvina Martínez, los huéspedes Estela Rezuk y José Zambón utilizaron la habitación 902 del hotel Waldorf desde el 1/1/2006 hasta el 5/9/2013, ininterrumpidamente por siete años. En tanto, otro pasajero, Marcelo Javier Florenza, oriundo de Paraná, figura en la habitación 901 del hotel entre el 1 de enero de 2006 y el 6 de septiembre de 2013, pero el hombre le dijo al programa televisivo La Cornisa que solo estuvo allí unos días por breves períodos. La presentación se suma a la denuncia por la presunta compra del inmueble por parte del ex presidente Néstor Kirchner en 2009 por US$ 1,7 millones para lavar dinero.