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Buenos Aires
Concluído el encuentro entre Macri y los tres jefes de las Fuerzas Armadas, desde esa institución informaron que continúan las tareas de búsqueda sin resultados positivos.
El vocero de la Armada Argentina, el capitán de navío Enrique Balbi, afirmó que “hay cinco buques oceanográficos barriendo el área en donde se perdió el (submarino) San Juan”.
En tanto que aseguró que la corbeta Espora “realiza fotografías satelitales para hacer un rastrillaje por esa vía a través de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae)”
Ayer por la mañana, se informó que la intensidad del viento está en disminución, lo que ha bajado el oleaje y ha facilitado el trabajo durante el rastreo.
“Las olas son ahora de 3 o 4 metros en la zona de búsqueda del submarino desparecido, lo que facilita el patrullaje de los buques en el Atlántico Sur”, había adelantado Balbi. En el lugar ya trabajaban hoy “cuatro unidades con sonda multihaz barriendo toda la zona”.
El vocero contó que la corbeta Rosales y el destructor Sarandí realizaron una complicada maniobra, cuando aún las olas alcanzaban los seis metros, para enganchar a una balsa vacía que se encontraba a la deriva, y había sido detectada por una de las aeronaves.
“De acuerdo a la marca y la nomenclatura que llevaba esa balsa, consultado con comandante de la fuerza de submarinos que se encuentra en el Centro de Coordinación de Búsqueda y Rescate, en Puerto Belgrano (se verificó) que no corresponde al submarino”, enfatizó, y aseguró que el objeto pudo haberse desprendido de algún barco.
Por otra parte, detalló que un vuelo de Estados Unidos divisó bengalas blancas en la zona de búsqueda del San Juan y se está buscando determinar de donde provendrían, aunque se constató que “no hubo señales de emergencia y no hay declarado un naufragio”.
Al mismo tiempo, aseguró que el ARA San Juan “no tiene bengalas blancas, sino de color rojo para emergencia y verdes para adiestramiento”.

Skandi Patagonia
El barco noruego llegará a la zona de búsqueda dentro de “un día y medio o dos”, explicó ayer el capitán de navío de la Armada Argentina y coordinador de la operación, Gabriel Actis
Minutos antes de las 14 zarpó desde el puerto de Comodoro Rivadavia el buque noruego Skandi Patagonia, embarcación que se dirigirá hacia la zona de búsqueda donde se estima que puede llegar a estar el submarino ARA San Juan, con el que se perdió contacto hace seis días.
La nave, de 93 metros de largo, y con capacidad hasta 100 tripulantes, pertenece a una empresa noruega y ya había participado en abril de 2009 en un operativo para recuperar la carga de oro de un barco hundido en Santa Cruz.
El coordinador y capitán de navío de la Armada Argentina Gabriel Actis confirmó que el Skandi Patagonia estaría llegando a la zona de búsqueda del submarino “en el lapso de un día y medio a dos”.
En el Skandi Patagonia “llevamos un sonar de búsqueda lateral, una campana de salvamento (la Cámara de Rescate Submarino puede alcanzar profundidades de hasta 260 metros y tiene la capacidad de rescatar de a seis personas por trayecto) y un vehículo remoto, de operaciones desde la superficie para poder inspeccionar el fondo”, explicó Actis.
“Todos los tripulantes son camaradas y muchos han estado a mis órdenes; los conozco a todos y a sus familias. Les puedo decir que estamos trabajando profesionalmente”, dijo el coordinador antes de partir hacia la zona de búsqueda.
En tanto, en las bases aeronavales Comandante Espora, en Bahía Blanca, y Almirante Zar, de Trelew, en Chubut, se encuentran aeronaves argentinas y de otros países que también se sumaron a las tareas de búsqueda del ARA San Juan.
Desde las bases operan las unidades para mantener las 24 horas el patrullaje aéreo donde se les brinda apoyo logístico a las aeronaves y a las tripulaciones.
Fuentes navales señalaron que en el caso de la base Comandante Espora “operan dos aviones P-8 de la Armada de Estados Unidos y un avión de exploración C-295 de la Fuerza Aérea de Brasil”.
“También durante esta jornada se encontraba en la plataforma del aeropuerto de Bahía Blanca un avión Hércules de la Royal Navy del Reino Unido”, agregaron.
En la base Almirante Zar se encuentran operando aviones B-200 y Turbo Tracker de la Armada Argentina además del avión de exploración P-3 de la NASA.
También se encuentran disponibles a requerimiento con el fin de mantener los esfuerzos de búsqueda un avión P-3 de Alemania, Falcon 50 de Francia, B-300 de la Prefectura Naval Argentina, C-295 Persuader de la Armada de Chile, Fokker 60 de Perú, B-200 de Uruguay, P-3 de la Fuerza Aérea de Brasil y C-235 de la Aviación Naval de Colombia.

ARA San Juan: cuatro cosas que tenés que saber

¿Qué pasó?
El submarino ARA San Juan, uno de los tres con que cuenta la Armada Argentina, navegaba por el Golfo San Jorge, casi a la altura de Puerto Madryn (Chubut), a 240 millas náuticas (432 km) mar adentro, cuando perdió comunicación el miércoles pasado, 15 de noviembre. Desde entonces no se sabe nada de su destino.
Viajaba desde la Base Naval de Ushuaia hacia su apostadero habitual de la Base Naval Mar del Plata, con 44 tripulantes a bordo.
El último contacto fue el miércoles 15 a las 7:30, y el operativo de búsqueda se activó en la noche del jueves 16, después de no recibir la comunicación prevista a las 22 de ese día.
Es de origen alemán, fue fabricado en 1985, cuenta con propulsión diésel-eléctrico (no nuclear) y hace dos años finalizó su reparación de media vida en astilleros de Buenos Aires.
2. Los escenarios posibles
Sobre las hipótesis que se manejan, la Armada Argentina concentró su esfuerzo en tres: 1) un problema de “comunicación”, 2) problema de alimentación , y 3) un “black out de baterías” que pueda mantenerlo en superficie. Por eso se lo busca tanto en superficie como “en inmersión”. En varias oportunidades la Armada dejó entrever que el buque estaría navegando, pero a seis días de perderse contacto y pese al intenso operativo de búsqueda, no apareció ninguna pista. Un ruido constante. Lo percibieron dos buques. Tras analizarlo, la Armada descartó que corresponda a un submarino y aseguró que son ruidos biológicos del mar.
Un desperfecto eléctrico. El submarino comunicó un principio de avería en una batería antes de perder contacto el miércoles, lo que lo obligó a “cambiar la derrota” y dirigirse directamente hacia Mar del Plata. “No hay que establecer que esa avería tiene que ver con el desperfecto de este momento”, dijo la Armada.
La cuestión del oxígeno. Hay distintas versiones sobre la autonomía del buque cuando la situación es crítica, aclararon desde la Armada, y se desconoce si la nave está sumergida o en la superficie. Especialistas señalaron que la autonomía depende de cuánta provisión tenga a bordo de candelas generadoras de oxígeno y de filtros fijadores de monóxido de carbono. Por qué no se logra localizarlo. Es una tarea difícil en sí misma porque no solo es encontrar un punto en la inmensidad del mar sino hallar una nave que está especialmente diseñada para no ser localizada, pues de eso se trata un submarino de guerra.
3. El operativo de rescate
Se trabaja sobre una amplia zona de 482.705 km2, comprendida entre Mar del Plata y Comodoro Rivadavia, a unos 300 km mar adentro.
El rastrillaje va a durar hasta que se localice el submarino.
Participan, entre otros: Dos aviones de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de Norteamérica. Escuadrón de rescate de submarinos de la Armada compuesto por un minisubmarino, una campana de rescate y un vehículo sumergible remoto para inspección ocular. Son alrededor de 100 efectivos.
Avión de exploración P-3 de la Fuerza Aérea del Brasil. Dos aviones de la Prefectura Naval Argentina (PNA) y el Hércules de Fuerza Aérea, Avión de exploración P-295 de la Armada de Chile alistado, a disponibilidad y a requerimiento de la Armada Argentina.
Avión Hércules C-130 de la Marina Real Británica y el buque de investigación “Protector” navegó barriendo el fondo de la derrota prevista del submarino hacia Mar del Plata de sur a norte con su sonda multihaz.
Buques oceanográficos ARA “Austral” y “Puerto Deseado”, buque de apoyo al buceo “Tango” de la PNA y buque “Dr. Angelescu” de la Secretaría de Agroindustria, navegaron barriendo el fondo de la derrota del submarino de norte a sur, con sus sondas multihaz, magnetómetros y sonar de barrido lateral.
4. Mario Toconás, el rionegrino en el ARA San Juan
Tiene 36 años. Es cabo principal y trabaja en el sector de armas. Es oriundo de Sierra Grande, donde reside su familia, él vive en Mar del Plata. Estudió el secundario en el CET 12, desde hace 13 años está en la Armada y en 2010 se capacitó y se recibió de submarinista, desde hace unos años realizaba tareas en el submarino desaparecido. Está casado, tiene un hijo de 8 años y su esposa está embarazada de cuatro meses. Gran parte de la familia de Toconás vive en Sierra Grande, por estas horas están a la expectativa de viajar a Madryn para tener novedades desde allí.
Mario tiene otros seis hermanos. Cuatro viven en la localidad rionegrina, un hermano está navegando en un barco pesquero y una hermana está en Mar del Plata trabajando. El papá de ellos vive en el pueblo y la mamá falleció en el 2005.
5. La espera de los familiares
Un equipo integrado por cinco psicólogos y un médico psiquiatra pertenecientes a la Armada Argentina y al Ministerio de Defensa de la Nación trabaja las 24 horas en la contención de los familiares de los 44 submarinistas.
Aproximadamente 200 familiares aguardan novedades de la embarcación en la Base Naval de Mar del Plata desde el jueves pasado.
Los psicólogos manifestaron que “hubo situaciones de angustia muy fuertes” cuando se habló de la posible falta de oxígeno en la nave y aseguraron que “el mejor ansiolítico para ellos es la buena información”.
El número de familiares que pasa por el lugar varía entre 30 y 100 personas a lo largo de todo el día, y a ellos se suman colegas y compañeros de los submarinistas.