Trelew

El violento atraco ocurrió a la mañana en un barrio periférico de la ciudad y al hombre de casualidad no lo balearon; los dos balazos que le dispararon a corta distancia dieron en su camioneta, aunque dijo que también le pegaron “unos garrotazos” para sacarle el dinero.

El rodado que usaron los delincuentes para movilizarse apareció a los minutos abandonado a unas pocas calles del lugar donde sucedió el grave episodio y allí la Policía detectó que se trataba de una Ford EcoSport que había sido robada la semana pasada en otro sector de Trelew. La banda que se dedica a sustraer vehículos para usarlos después en los asaltos sigue operando en la ciudad y continúa sumando hechos.

El robo a mano armada de ayer perjudicó a Luis Infante, un constructor que tiene en sociedad una empresa que se dedica a edificar casas y que también hace construcciones para la Municipalidad. Infante sospecha que alguno le pasó información a la delincuencia para que lo asaltaran justo que llevaba el dinero a su casa para pagar la quincena.

El hombre estacionó su camioneta frente del domicilio y estaba por descender cuando lo rodearon los cuatro maleantes: como vieron que tenía intenciones de escapar, dos de ellos -a muy corta distancia- le dispararon al vehículo, uno de los tiros rozó la puerta de su lado, la del conductor, y el otro pegó a la altura del guardabarros derecho. Así, y a los golpes lo redujeron y le sacaron los 200 mil pesos que tenía dentro de una bolsa negra, del tipo consorcio.

El hecho ocurrió después de las nueve de la mañana, en el barrio Oeste de Trelew.

“Fui al banco a retirar el dinero, venía a ensobrarlo para pagarle a la gente y bajaron cuatro tipos de una EcoSport antes que bajara de mi camioneta, me dispararon dos tiros (que dieron en el vehículo), rompieron un vidrio y me sacaron la plata”, resumió.

Luego contó que antes que ocurriera el suceso “vi que pasó la EcoSport y que pegó la vuelta; cuando lo hizo me dije, “estos me vienen a asaltar”. Quise poner en marcha la camioneta para salir y se me pusieron detrás; del nerviosismo no pude ni poner la llave”, alegó. Más adelante aseguró que los asaltantes eran cuatro, que se tapaban los rostros con unas bufandas o cuellos polares, y agregó: “Me pegaron unos garrotazos en la mano y me sacaron la plata. Me llevaron una campera, las llaves de la camioneta”, prosiguió. “¿Y todo eso pasó enfrente su casa? ¿Y no hubo ningún vecino que se diera por enterado?”, se le preguntó. “Sí. Un vecino venía llegando en la camioneta a su casa y los vio. O sea, él venía como a dos cuadras de acá y vio cuando los tipos se estacionaron, bajaron y cuando tiraron los balazos”, clarificó.

Posteriormente presumió que los disparos deben haber sido para intimidarlo, aunque la bala que pegó en la puerta de su vehículo por poco no rompió el vidrio y se introdujo a la cabina. De haber sido así a él lo habría herido en la zona alta del cuerpo.

Sospechas

“Cuando terminaron uno le decía al otro que me pegará un tiro”. No descartó que lo hayan seguido desde el banco en el que retiró los caudales. “Esto debe haber sido una batida de alguien de la misma gente que trabaja conmigo”, pensó.

Al finalizar se le consultó si podría describir cómo se portaron los asaltantes. “Me insultaban exigiéndome que les entregara la plata, a los gritos y a los golpes contra la camioneta”, aseguró. Ante otra pregunta puntual estimó que los asaltantes tendrían entre 25 y 30 años y agradeció que no lo alcanzara ninguno de esos disparos que tiraron contra el vehículo.