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Caleta Olivia
En la edición de ayer Diario Más Prensa dio a conocer algunos puntos del principio de acuerdo que pondría fin al litigio en el denominado “barrio de Dios”, en un documentos que desde noviembre del año pasado se analizó tanto en el despacho del intendente Facundo Prades, como del Presidente del Concejo Deliberante Javier Aybar.
Ese documento, que contiene los puntos centrales del convenio que destrabaría el tema, había sido analizado y desde el año pasado estaba al a firma.
Pero por razones que se desconocen ahora, quedó “congelado” y desde la intendencia hablan de un plan para expropiar las tierras. Se trata de los campos que pertenecen a la SRL Salas y del Río ( según confirmó el mes pasado el Consejo Agrario Provincial) y en donde desde mediados del 2017 se instaló un asentamiento de al menos 1.500 familias, promovido por el Concejal Rubén Martínez.
Ayer el intendente salió a desconocer el acuerdo, aunque el mismo lo tuvo en su poder e incluso habría requerido que se le aportaran argumentos para respaldar la medida que derivaría en la normalización de la situación de la ocupación.

Cambio de planes
Luego de la publicación de los puntos centrales del convenio, al que tuvo acceso este medio y que en la misma jornada del martes habría estado circulando tanto en intendencia como en el Concejo, Prades afirmó que no tenía conocimiento del mismo.
En contra partida anunció que enviará a los diputados provinciales Gerardo Terraz y Sergio Bucci, para que hagan una presentación en la Legislatura para que las mismas sean declaradas de “utilidad pública y sujetas a expropiación”.
También anticipó que “luego que esto ocurra la intención es conformar una subcomisión dentro de la Comisión de Tierras para que analice cada una de las situaciones que se presenten en ese sector”.
Más allá de esta nueva alternativa, que seguramente dilatará los plazos para que se regularice el tema para las familias que ya ocuparon y se encuentran construyendo, el tema derivará en una profundización del litigio. Vale mencionar que la gestión municipal anterior, vendió estas tierras a la firma CAM; pese a que no eran de propiedad de la comuna ni eran tierras fiscales.
Esto se menciona en la parte de los argumentos del acuerdo que ayer salió a la luz y que ahora quedó “en el freezer”.
En ese apartado se mencionaba: ““Es de público y notorio conocimiento que la Municipalidad procedió a vender un lote identificado originariamente como Manzana 48, a la empresa CAM SRL”, y agrega que tanto la comuna como el Concejo Deliberante advirtieron “a la escribana interviniente y al MCO que esa venta CAM SRL era nula por cuanto esa fracción territorial había salido de su posesión y dominio por imperio de los acuerdos celebrados y ratificados por Ordenanzas y Decretos”.
“En ese sentido, es fácil advertir que el Concejo ha fijado una clara posición respecto a la venta materializada a favor de CAM SRL”, precisa y añaden que “ello hace presumir en forma clara y evidente de que Salas y Del Río tendrá en los juicios que ha iniciado, una posición jurídica muy favorable. Esta motivación es la que lleva al HCD a tratar de resolver en forma amigable el conflicto y evitar consecuencias patrimoniales adversas a las arcas de la municipalidad”.
Esto es solo una parte de la larga lista de argumentos que fueron analizados y que habrían derivado en una serie de contactos informales entre las partes en litigio.

Incertidumbre
Fue en ese contexto que de manera inesperada para los actores involucrados, salió al ruedo el Concejal Martínez, con su plan de “ocupación” de las tierras y que generó una tan alta expectativa que más de mil familias concurrieron a anotarse en un listado que aún carece de sustento legal, o jurídico administrativo, ya que un edil no puede otorgar ni entregar lotes. Pero esto pareció no importarle a nadie – se venía el receso de verano – y la ocupación de tierras avanzó sin que ningún organismo oficial se expidiera al respecto, o advirtiera formalmente respecto a la situación irregular.
Ahora, las mas de mil familias guardan la esperanza de tener su “terreno propio” y luego su “casa propia” mas allá de que en esa zona alejada varios kilómetros de la ciudad no tiene caminos de acceso, ni servicios básicos y es casi una quimera pensar que podrán tenerlos a corto plazo.
Ahora, tras el anuncio del intendente respecto al plan para expropiar los terrenos, en una estrategia que depende de una ley provincial que debe impulsarse en la Legislatura, y que además debe ser promulgada por el Ejecutivo provincial, nuevamente el denominado “barrio de Dios” quedó en las puertas del “purgatorio”.