Caleta Olivia
Las bombas, los caños, acueducto, by pass, mezcladora de cloro; toda la red que se inicia en la zona de Cañadón Quintar y Meseta Espinoza y que abastece de agua a la ciudad de Caleta Olivia se encuentra en un estado deplorable, en evidente condición de obsolescencia y sin el mínimo resguardo para la salubridad.
Estas instalaciones – prácticamente abandonadas – son desde donde llega directamente el agua – ¿potable?- a los hogares de esta ciudad.
Los detalles e imágenes de esta situación alarmante se pudieron corroborar mediante un trabajo de investigación llevado a cabo por colaboradores del diario Mas Prensa durante este fin de semana en la zona de Cañadón Quintar y Meseta Espinoza.
El documento fotográfico y lo observado en el lugar hace caer el “relato” del Presidente de SPSE (denunciado y procesado por sobreprecios y corrupción) Lucio Tamburo, el Gerente de Servicios Públicos Juan José Naves, el reciente designado Director regional de zona norte, Ariel Ivovich, encargado del “funcionamiento y distribución de agua para zona norte”, responsables de la red de distribución de agua para Caleta Olivia.
Seguramente los responsables de Servicios Públicos tenderán el suficiente poder adquisitivo para comprar agua mineral en cantidad suficiente para ellos y sus familias. Pero el gran porcentaje de la población debe consumir esta agua que surge en medio de focos contaminantes.
No les importa
Las autoridades locales realizan visitas guiadas a la Planta de Osmosis inversa, que es un monumento a la “corrupción K”; y por el cual esta procesado Tamburo, pero intentan ocultar mediante partes de prensa y con la ayuda de medios afines, la realidad que nos afecta: nos están “enfermando” con agua que dudosamente es apta para el consumo humano.
Vale mencionar que aunque estas zonas de captación históricamente estuvieron cuestionada debido a su cercanía con las áreas petroleras – comprobadamente contaminantes – tanto Meseta Espinosa como Cañadón Quintar continúan siendo una de las principales bocas de abastecimiento de agua, ante la inoperatividad del acueducto Lago Muster, que esta permanentemente en reparación por roturas. De todos modos, en las dos zonas de captación mencionadas y en sus instalaciones se puede observar un mínimo de inversión o siquiera cuidado. Es evidente que nos les importa.
Estamos en presencia de una situación grave que pone en riesgo la salud y vida humana.
No solo para los caletenses, sino además para la mayoría de los habitantes de la zona norte santacruceña. La realidad y los hechos nos indican que todo aquello que manifiestan los funcionarios provinciales es totalmente falaz, mentiroso y con información errónea. Mientras esto ocurre siguen con el negocio de vender agua.
Estado deplorable
En todo ese recorrido, se puede observar: caños colectores, uniones, válvulas todos podridos y oxidados, caños con pérdidas de agua a lo largo del trayecto, donde se forman ahí mismo lagunas superficiales llenas de barro, con excremento de aves y que luego ingresan a la mismas cañerías.
Dentro del recorrido (desde la bomba hasta la mezcladora de cloro) los caños están deteriorados y en pésimo estado, en tanto la mezcladora de cloro, la cual no tiene tapa, es un verdadero asco, llena de verdín, moho, con suciedad y hasta defecación de aves. Lo grave es que la mezcladora de cloro es el último paso de todo para enviar agua a Caleta Olivia.
Basta advertir las condiciones de los pozos de Cañadón Quintar y Meseta Espinosa que se encuentran en un estado calamitoso con una evidente falta de higiene y seguridad, como así también, de controles de mantenimiento y, en especial, fitosanitarios como bromatológico del agua.
Un verdadero desastre
A la luz de los hechos, el agua de Cañadón Quintar y Meseta Espinoza no superaría los estándares mínimos dentro de los cuales se encuentran los parámetros: físicos, químicos, organolépticos, metales pesados, HCT, DBO, DQO , compuestos orgánicos, los parámetros Microbiológicos, destacándose las determinaciones de Bacterias Coliformes, Pseudomonas, Heterótrofas, Sulfato Reductoras, Precipitantes del Hierro y sus respectivas pruebas confirmatorias.
Claramente SPSE está violando las exigencias del Código Alimentario Argentino (C.A.A. Cap. XII, Art. 982, entre otras) y de las principales guías y normas internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM).
No apta
La cantidad de agua dulce en la Tierra es limitada, y su calidad está bajo presión constante. La preservación de la calidad del agua dulce es importante y esencial para la vida. La calidad del agua se ve comprometida por tener funcionarios corruptos e incompetentes que solo saben brindar a los habitantes agua con presencia de agentes infecciosos y productos químicos tóxicos, con el único fin – repito – de llenarse los bolsillos de dinero a costa de la salud de los santacruceños.
En suma, el agua proveniente de aquellos lugares “No es apta para el consumo humano”