Buenos Aires
La Diputada Nacional por Santa Cruz, Roxana Reyes integrante de Cambiemos visitó la Fundación Margarita Barrientos de Villa Soldati.
Durante su recorrido, la legisladora estuvo en los centros de primera infancia, el invernadero que produce alimentos, el centro de asistencia a la víctima y los consultorios médicos, además del comedor central.
“Margarita es un ejemplo, de esfuerzo compromiso y entrega. El trabajo que realizan en la Fundación es mucho más que saciar una necesidad como lo son el hambre o la salud de cientos de chicos, es una muestra de compromiso social, de participación y solidaridad que conmueve e inspira.”
Reyes destacó que en esta fundación los niños reciben contención y un cuidado integral por parte de un gran grupo de colaboradores formado por profesionales, médicos, voluntarios y vecinos que se comprometen con la ayuda a los mas necesitados.
La entidad funciona como un comedor donde se brinda desayuno, almuerzo y cena a 2300 personas entre ellos chicos, madres y abuelos.
También se brinda asistencia en su centro de Salud que atiende consultas pediátricas, Clínica Médica, Odontología, Enfermería y Farmacia; además cuentan con un centro de primera infancia y de asistencia a la víctima, un invernadero para consumo interno y un comedor.
“Margarita nos contó cómo trabaja la Fundación. Indudablemente su historia de vida marcó mucho su destino. Es importante recorrer estos centros y conversar con sus integrantes para poder entender la importancia de estas iniciativas y tratar de replicar algo de esto en nuestra provincia. Creo que el estado nacional, a través de su plan y de la concreción de varios centros de primera infancia en Santa Cruz continúa en esta línea de trabajo, que por supuesto debemos profundizar”, sostuvo Reyes.
Fundación
Esta fundación fue fundada por Margarita Barrientos y su marido en 1996 ante la evidencia de la necesidad crear un comedor comunitario para ayudar y darle alimento a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Si bien inicialmente fue pensado como un comedor al que concurrían diariamente cinco niños, pronto las necesidades de los vecinos comenzaron a hacerse evidentes y el comedor fue creciendo hasta convertirse hoy en todo lo que es.
Todas las personas que trabajan en el comedor Los Piletones y en los diferentes sectores de la fundación son voluntarios que colaboran desde su lugar con las diferentes tareas.
Además, la entidad recibe la donación de muchas empresas y personas particulares que quieren sentirse parte de este proyecto.