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Caleta Olivia
Esta celebración comenzó en Argentina el 15 de junio de 1908 como “Fiesta del Libro”. Ese día se entregaron los premios de un concurso literario organizado por el Consejo Nacional de Mujeres. En 1924, el Decreto Nº 1038 del Gobierno Nacional declaró como oficial la “Fiesta del Libro”.
El 11 de junio de 1941, una resolución Ministerial propuso llamar a la conmemoración “Día del Libro” para la misma fecha, expresión que se mantiene actualmente. Además, el Día Internacional del Libro es una conmemoración celebrada a nivel internacional con el objetivo de fomentar la lectura.
En 2011, Buenos Aires fue seleccionada como capital mundial del libro.
Los libros tienen potencial político, pedagógico y social en nosotros. El libro es irremplazable, pese al infinito mundo de opciones que ofrece una web cada día más al alcance de la mano, no hay como hojear y deleitarse con un libro de verdad.

Registro
Se sabe que cada 23 de abril se festeja el Día Internacional del Libro, en conmemoración por la muerte –según el consenso sobre la fecha– de nada menos que Cervantes, Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega: tres pilares de la literatura universal. De hecho, es una tradición anual comenzar la Feria del Libro de Buenos Aires durante esa misma semana del año, donde escritores, editores, lectores y referentes de la industria editorial se reúnen para compartir lo que más les apasiona: libros y más libros.
Sin embargo, la Argentina también tiene su día para homenajearlos. El 15 de junio de 1908 se entregaron los premios de un concurso literario, organizado por el entonces Consejo Nacional de Mujeres. A partir de allí, la biblioteca de ese organismo tomó la iniciativa para que se celebrara “un día especial del año a la recordación del libro como registro imperecedero del pensamiento y de la vida de los individuos y las sociedades, y como vínculo indestructible de las generaciones humanas de todas las razas, lenguas, creencias, etc.”
Después de diversas solicitudes, la biblioteca de aquel Consejo logró el reconocimiento esperado: en 1924, por Decreto nacional del gobierno de Marcelo T. de Alvear, se declaró oficialmente el 15 de junio como la “Fiesta del Libro”. Luego, en 1941 se cambió la denominación por “Día del Libro”, la cual se mantiene hasta hoy; pero conservando los mismos objetivos iniciales: fomentar la lectura entre las comunidades de todo el país. Hoy, a casi 110 años de aquel concurso literario, continuamos festejando el Día del Libro en todo el territorio nacional.

Tecnología
A medida que pasan los años los soportes cambian. Debido a la introducción de innovaciones tecnológicas, a mediados de los noventa muchos eran los que dudaban de la perdurabilidad del libro y algunos hasta llegaron a augurar su total desaparición. Motivos parecían no faltar.
El Proyecto Gutemberg de Michael Hart dio el puntapié inicial con la creación de una biblioteca digital con obras de dominio público. En 1981, salió a la venta el primer libro electrónico: Random House’s Electronic Dictionary. Después aparecieron la tinta y el papel electrónico.
¿Qué ha pasado en estos años? La historia del libro de estas últimas décadas ha mejorado la calidad de conservación de los textos y los costos de producción.
Pero ¿qué resultados han tenido estas innovaciones en el acceso a la información? ¿En qué han afectado estos cambios en el uso/lectura de libros? Estos cuestionamientos nos permiten reflexionar acerca del tema y a celebrar la permanencia de los libros entre nosotros.