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Caleta Olivia
La ONU instituyó cada 22 de junio para conmemorar el Día Mundial del Suelo y la Tierra Fértil para recordar la relevancia del suelo como el soporte vital de la vida orgánica del planeta.
Esencial para la protección de las tierras productivas o para gestionar medidas que garanticen su conservación y evite procesos de desertificación.
Se trata de un día dedicado a focalizar la atención en el suelo, soporte vital de los organismos del planeta. Este recurso que contiene riquezas para la supervivencia de las especies de flora y fauna, así como para los seres humanos.

Importancia del suelo
El suelo es uno de los recursos naturales no renovables, esenciales para la vida del hombre y los seres vivos en el planeta. Sin el suelo la vida en la Tierra, no sería posible.
En el suelo crecen y se alimentan los animales, la vegetación y los organismos microscópicos. Al ser humano le proporciona todos los recursos alimenticios y de vestimenta y vivienda que hicieron posible la vida del hombre en el planeta. También cumple una función insustituible en la filtración o absorción de las aguas de lluvias.
El suelo es un sistema conformado por sustancias minerales y materia orgánica transformada, todo inmerso en una fracción fluida de agua y gases, por lo que para formarse requieren tiempos muchos mayores a la escala temporal. Es quizá el recurso natural que pasa más desapercibido y sin embargo es el sustrato de toda la vida sobre la Tierra.
Es un recurso muy frágil y susceptible de degradación por las malas prácticas agrícolas que lo vuelven infértil o lo erosionan, por la tala indiscriminada de bosques o explotaciones mineras u otras actividades productivas contaminantes. La alteración físico-química del suelo implica pérdidas irremediables y definitivas del recurso. Recuperar unos escasos centímetros de suelos demanda por lo menos medio milenio.
El suelo está constituido por materia mineral meteorizada y materia orgánica transformada sin llegar a descomponerse y materializarse en su totalidad. También tiene una fracción fluida formada por el agua que contiene el suelo y los gases, incluidos ambos en su porosidad. Estas tres fracciones del suelo coexisten armónicamente.
Es considerado recurso no renovable, debido a que requiere de un tiempo extremadamente largo para recuperarse, por lo que su alteración física o química representa una pérdida irremediable.
En este 22 de junio, fecha designada como el Día Mundial del Suelo y la Tierra Fértil, rescatemos la importancia y su conservación.

Valor
El suelo representa un recurso de gran valor no solo para los humanos sino para todos los seres vivos, por esta razón cada 22 de junio se celebra el Día Mundial del Suelo y la Tierra Fértil como forma de resaltar su importancia y concientizar su cuidado y conservación frente al cambio climático, procesos de degradación, deforestación y sequía, por lo que se hace necesario la implementación de medidas de adaptación.
El suelo es un recurso no renovable en el que crecen, se nutren las plantas y viven numerosos organismos animales y organismos microscópicos. Nos proporciona alimentos, vestidos y productos madereros. Almacena y filtra el agua de las lluvias y sobre él se construyen viviendas, industrias, pueblos y ciudades. El trato que le damos al suelo influye en la calidad y cantidad del alimento que consumimos.
El suelo está constituido por materia mineral meteorizada y materia orgánica transformada sin llegar a descomponerse y materializarse en su totalidad. También tiene una fracción fluida formada por el agua que contiene el suelo y los gases, incluidos ambos en su porosidad. Estas tres fracciones del suelo coexisten armónicamente.
Por esta razón es importante tomar en cuenta las siguientes medidas para su conservación:
Evita su erosión
Evita las rotulaciones agrícolas inapropiadas
Evita la rotación de cultivos y más
Es considerado recurso no renovable, debido a que requiere de un tiempo extremadamente largo para recuperarse, por lo que su alteración física o química representa una pérdida irremediable.

Relación
De la preservación de los suelos depende no solamente la agricultura masiva que se ha desarrollado gracias a la tecnología sino la agricultura familiar principalmente, que constituye el 80% de la producción agrícola en el planeta. Ante esta realidad, la ONU y su organismo vincula al tema en particular –la FAO- desarrollan planes para prestar más asistencia y acceso a financiamiento, con posibilidades técnicas, para que los productores familiares, optimicen su relación con el suelo al tiempo de preservarlo como un bien de vital importancia en el presente y el futuro.
La fecha permite recordar además a quienes viven alejados de la tierra de labranza, que es necesario comprender el tratamiento que se da a los suelos, desde la óptica de las tecnologías en desarrollo, porque de ello depende la calidad de los alimentos que consumimos. Mejorar el suelo contribuye a mejorar la calidad de vida también en las ciudades que no escapan a la dinámica de los ecosistemas.