Caleta Olivia
“En el Ministerio de Producción hay cosas turbias”, afirmó ayer el Secretario Adjunto del Sindicato Petrolero, Rafael Guenchenen. El dirigente petrolero hizo estas declaraciones al mencionar la situación de los trabajadores de la empresa “Viento Sur,” en donde no hay aun “respuesta al reclamo”.
No es la primera vez que el Ministro Álvarez es blanco de criticas y en virtud de su perfil de próspero empresario, con negocios en la mayoría de los sectores de productivos, muchas de sus decisiones ministeriales o medidas oficiales, tiene impacto justamente sobre sus propias actividades. Esto es lo que se cuestiona desde hace tiempo, aunque por el rol que justamente ocupa Álvarez a la hora de tomar decisiones, en muchos casos los cuestionamientos, luego son apenas su señalamientos tibios.
Pero este no es el caso de Guenchelén y el gremio petrolero, que le apunto directamente a las arbitrariedades del funcionario provincial: “el Ministro Leonardo Álvarez está más pendiente de levantar sus empresas que de las necesidades de la gente”, aseveró el petrolero.
En esta misma línea, Guenchelén insistió en que “el Ministerio de Producción hay cosas turbias” dejando entrever “un arreglo” entre su titular, Leonardo Álvarez, y la operadora YPF. “Está buscando un interés personal en todo esto, se está enriqueciendo a través de sus empresas, y deja de lado a los propios trabajadores”, dijo de manera taxativa el gremialista.
Súper Ministro
Apenas asumió Alicia, envió al parlamento local un proyecto que ampliaba las facultades del Ministerio de la Producción, con lo cual en la práctica, esta artera tenía mayores ingerencias incluso que el Ministerio de Economía.
Así, a Álvarez se le concedió “la competencia en materia de promoción y fomento del desarrollo productivo local, así como el entendimiento entre las relaciones entre el Poder Ejecutivo de la Provincia y el Instituto de Energía de Santa Cruz (IESC) respecto a la política energética en materia de hidrocarburos, la exploración y explotación de la plataforma submarina y el desarrollo de las energías alternativas renovables”.
Es decir que maneja todo lo que pueda producir y generar dinero en Santa Cruz.
No es por nada que se conoce a Álvarez, como “el ministro que más sabe de negocios”
“El Lobbista”
Desde su llegada a la función pública, Álvarez siempre fue visto con desconfianza en el sector político.
A fines del 2015, cuando se lo mencionaba como el Ministro de la producción del gobierno de Alicia Kirchner, el entonces diputado por pueblo de San Julián, perfilaba como un ministro clave para manejar todos los negocios d la provincia.
En ese entonces, el diario riogalleguense, Tiempo Sur lo describía: “es un Diputado polémico que a lo largo de estos cuatro años se lo ha visto enredarse discursivamente con la oposición. Es un Diputado resistido también, y esto es por su doble rol como empresario, dueño de una empresa de transportes. Se ganó el mote de pro minero cuando el gobernador Daniel Peralta insistió con la sanción del Impuesto Inmobiliario Minero, un tributo mediante el cual la provincia iba a hacerse de fondos frescos valuados en 150 millones por mes”, señalaba el diario de la capital provincial, sobre Álvarez, que en ese momento se opuso a esta medida. Ahora, ya con al lapicera de Ministro – aunque sigue con sus negocios en el transporte – directamente se lo apunta como “lobbista minero”, sobre todo por los fideicomisos que impulsa con las empresas del sector.