Buenos Aires
El Gobierno publicará hoy en el Boletín Oficial el decreto que establece la “directiva de política de defensa nacional” y fija diferencias de fondo con la anterior gestión.
El decreto complementario que materializará el plan de reestructuración de las Fuerzas Armadas saldrá mañana en el Boletín Oficial y no sólo establece los parámetros instrumentales con que se llevará adelante esa reforma sino que también marca una profunda diferenciación del kirchnerismo en la visión de la política internacional.
El gobierno de Macri ya emitió un decreto que derogó la normativa 727/2006 de Néstor Kirchner para establecer la idea de que los ataques externos no sólo pueden ser de un Estado sino de otros grupos como el terrorismo internacional o el narcotráfico.
Así, se habilitó el apoyo logístico de los militares a las fuerzas de seguridad.
Sin embargo, como adelantó Infobae el lunes pasado cuando el Presidente anunció la reforma militar desde Campo de Mayo, también el Ejecutivo emitirá la norma que establece la “Directiva de Política de Defensa Nacional”.
Este decreto contempla tres artículos para derogar el Decreto 1714/2009 y el Decreto 2645/2014 de los Kirchner.
Así, la nueva norma contempla un anexo documental de 22 páginas que establece la Directiva de Política de Defensa Nacional y que prevé todo lo que se dijo hasta ahora: la conformación de una unidad de despliegue rápido; el refuerzo militar en las fronteras; la vigilancia y control de los espacios soberanos; la protección de Objetivos Estratégicos de parte de las Fuerzas Armadas; el apoyo a la política exterior; el apoyo al sistema de seguridad interior; la creación de la ciberdefensa para la vigilancia y control de los espacios soberanos y la reestructuración del Poder Aeroespacial del Instrumento Militar para unificar la fuerza aérea militar, entre otras cosas.
“Todo esto forma parte de la reestructuración en la práctica de las Fuerzas Armadas. Pero también lo que se buscó modificar con esta nueva normativa es la visión que tiene la Argentina del mundo y del rol de los militares en un escenario mundial totalmente diferente al que veían los Kirchner”, admitió a este medio un alto funcionario.
En este sentido, de la lectura del decreto, al que accedió Infobae, se puede determinar en sus anexos los cambios conceptuales de fondo que plantea Macri del kirchnerismo en materia de política exterior y defensa.
Diferencias
El rol de Estados Unidos. En el capítulo sobre “Apreciación del Escenario Global y Regional” el nuevo decreto sostiene que “la preeminencia del poder militar de los Estados Unidos encuentra de manera creciente un contrapeso en el aumento de las capacidades militares de China y Rusia, en especial por la manera en que dichas capacidades fortalecen el poder de estas potencias en sus respectivas regiones”.
Para el kirchnerismo, esta visión era totalmente diferente. En el decreto 1714/2009 que será derogado se establecía que “en términos estrictamente militares, sólo los Estados Unidos detenta una supremacía indiscutible, caracterizada por, entre otros elementos, un gasto de defensa que equivale a más de la mitad del total mundial, un liderazgo incuestionable en lo que ha dado en llamarse la Revolución de los Asuntos Militares, una presencia militar a escala mundial con más de 120 bases de diversa magnitud en todo el mundo, situadas selectivamente en áreas y zonas estratégicas clave desde el punto de vista de sus intereses vitales”.
Multilateralismo. Se plantea que “el debilitamiento de la predisposición al multilateralismo no es homogéneo ni irreversible. Esta tendencia encuentra como contrapartida la prolífera actividad de diversos mecanismos de vinculación entre las naciones”. Y agrega que “ámbitos como el G20 y la OCDE expresan la aún persistente confianza en la utilización de instancias de articulación internacional y gobernanza global”.
Decreto K
En cambio, el decreto de Kirchner planteaba que “se debe contemplar la irrupción de enfoques sobre la naturaleza multidimensional del concepto de seguridad o las irresueltas tensiones generadas entre los deberes y principios de la comunidad internacional”.
Terrorismo. La figura de “terrorismo internacional” aparece en el decreto de Maci para sostener que ello “configura uno de los principales problemas de la agenda del siglo XXI. Este fenómeno adquiere mayor complejidad al confluir con otros delitos y fenómenos criminales complejos, tales como el narcotráfico, el lavado de dinero, la trata de personas y los delitos que se cometen con asistencia de las nuevas tecnologías de la información. El abordaje de estos asuntos requiere una estrecha articulación nacional e internacional, que incluya la participación de organismos gubernamentales y de la sociedad civil”.
La defensa nacional del kirchnerismo ni siquiera planteaba este tema y los ataques externos eran provocados por Estados. Sólo se menciona al pasar en el decreto del 2006 que “se registran de manera creciente nuevos fenómenos, procesos y actores que inciden en la agenda de seguridad internacional y se instalan como desafíos a la seguridad, entendida ésta de manera integral”. Pero aclaraba que estas situaciones y problemáticas protagonizadas por actores que no necesariamente son estatales: “Requieren abordajes y formas de resolución que no pasan de manera exclusiva a través del empleo de fuerzas armadas”.
Diagnóstico Regional. En la evaluación que hace el Gobierno de la situación regional, el texto sostiene que “América del Sur ha logrado consolidarse como una zona de paz, caracterizada por la ausencia de conflictos interestatales, el respeto de los Derechos Humanos y la promoción del sistema democrático de gobierno”. Y pone énfasis en la participación activa de la Argentina en la OEA el Mercosur y su acercamiento con la Alianza del Pacífico. No sólo ello. También eleva una dura crítica al “régimen autoritario de Venezuela que viola de manera sistemática las libertades fundamentales y los derechos políticos de sus ciudadanos y que atenta contra la consolidación de la zona de paz sudamericana”.
Por el contrario, los Kirchner sostenían en el plan de defensa que la Argentina debía tener un rol “activo y constructivo en las consultas tendientes al futuro establecimiento de un órgano de Defensa Sudamericano en el marco de la UNASUR y respaldaba el accionar del grupo del ALBA integrado, entre otros, por Venezuela, Cuba y Nicaragua”.