Caleta Olivia
En el día de hoy recordamos a Don Bosco, Patrono de la Patagonia, Santo de la juventud y de los obreros. El feriado en Santa Cruz fue, hasta el año 2015, los días 31 de enero en conmemoración de su deceso, pero por un decreto firmado por el exgobernador Daniel Peralta el mismo pasa a recordarse cada 16 de agosto, fecha de su natalicio.
Un 16 de agosto de 1815, en Italia, nacía San Juan Bosco, quien hizo de su Obra un estilo de vida en más de 130 países de todo el mundo. En la Patagonia sucedió algo especial; Don Bosco siempre soñó con tierras como las nuestras y planificó, entre sueño y realidad, la posibilidad de llegar con un mensaje evangelizador y salesiano a los habitantes de estas tierras aún desconocidas. Las misiones salesianas en la Patagonia comenzaron en 1880, con la llegada de los primeros salesianos y de las primeras hijas de María Auxiliadora a Carmen de Patagones. Allí, la misión estuvo a cargo del Padre José Fagnano entre 1880 y 1885. A partir de la llegada de Monseñor Cagliero al vicariato comenzó una importante expansión misionera salesiana en toda la Patagonia. Hasta entonces, todo había sido realizado gracias al esfuerzo individual de los misioneros, que además, eran tan pocos que apenas daban abasto con lo más urgente. Con el advenimiento del Vicariato, los progresos fueron notables, la acción pastoral se organizó y tanto las misiones como los misioneros se multiplicaron. La obra misional se fue extendiendo hacia las distintas regiones de la Patagonia: Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Hoy, las obras salesianas en toda la Patagonia tienen institutos de enseñanza inicial, primaria, secundaria, terciaria y escuelas de oficios, además las actividades oratorianas y de voluntariado que realizan en conjunto con distintas parroquias en los barrios más necesitados.
Vida de Don Bosco
El 16 de agosto de 1815 nace Juanito Bosco, en el caserío de I Becchi, Castelnuovo D´Asti, entre las colinas de Monferrato a 30 km de Turín, capital de Piamonte.
Tiempos de hambruna, desocupación y crisis campesina. El Congreso de Viena reorganiza Europa tras la caída de Napoleón y restaura las monarquías europeas.
Casi a los dos años mamá Margarita le dice: “ven Juan ya no tienes padre”. La orfandad y pobreza constituyen su infancia. A sus nueve años Juan tendrá un sueño que será un primer indicio de sus búsquedas vocacionales y del proyecto que Dios tenía para él y para millones de jóvenes.
Juan crece con muchas dificultades, pero con la ayuda de personas muy concretas descubre la paternidad de un Dios que lo sostiene y acompaña en lo cotidiano: don Juan Calosso, que con las primeras letras le enseña lo importante que es tener un “amigo del alma” en quien confiar, atiende sus necesidades de contención y de estímulo para el estudio.
Las ciudades de Castelnuovo y de Chieri son el espacio donde Juanito estudia y trabaja en preparación para el sacerdocio, a la muerte de don Calosso. Dando lecciones particulares, siendo mozo de café, aprendiz de sastre y otros oficios Juan se va costeando los estudios con la ayuda de su madre.
Con sus amigos de escuela forma la “Sociedad de la Alegría”, por la cual hace una experiencia de la amistad compartida que ayuda a cumplir con el deber cotidiano y a mirar la vida desde la fe.
En 1841, ya sacerdote, es don José Cafasso, su confesor y padre espiritual, quien lo ayuda a ir al encuentro de los jóvenes más abandonados de Turín: los muchachos que pueblan la cárcel.
Recorre las calles de Turín descubriendo en el rostro de tantos chicos explotados por sus patrones, de tantos otros desocupados y abandonados a sí mismos, el llamado de Dios a ser padre, maestro y amigo. Desde su propia historia de orfandad y pobreza, releyendo los signos de la presencia tierna y fuerte de la paternidad divina en su vida, dará respuesta concreta a esa juventud pobre, abandonada, en peligro y peligrosa. Juanito se hará entonces Don Bosco, y Don Bosco será Casa, Patio, Escuela, Parroquia para sus jóvenes.
Desde los talleres y las aulas de Valdocco el Oratorio se expande a Francia y a España. Se hace misionero, y su Obra cruza el océano para llegar a América. Muere el 31 de enero de 1888 en Turín, Italia.