nehuen

Por: Natalia V. Quilis B.
En diferentes cenas y encuentros de un grupo de gente muy agradable entre los cuales se encuentran variedad de oficios y clases sociales noté que salía un tema recurrente.
El tema en cuestión, pensé, nos atraviesa a todos y a cada uno de los integrantes de estas dichosas reuniones aunque, claro, de diferentes maneras pero lo cierto es que a todos nos toca.
Cada reunión lo confirmaba y también confirmaba que los grupos sociales van mutando en cuanto a confianza y a la apertura de los individuos implicados; de tal modo llegué al entendimiento de que “La infidelidad“ es un tema a tratar de interés social y de preocupación creciente que no sabemos de qué manera abordar, en una sociedad en la cual, la familia tradicional dibujada por la iglesia católica y sostenida por la sociedad moderna de principio del modernismo; está cada vez mas desvirtuada.
El tema es tabú, entendido éste último como: “aquello de lo cual no se habla o por lo menos es de difícil abordaje”.
Pude reflexionar y caer en cuenta de que ya no sobrevive más la idea del contrato “hasta que la muerte nos separe”, como también perdió credibilidad “la palabra empeñada” y no tenemos ni idea de cómo resolver, solventarlo o subsanar dicho fenómeno.

Preguntas
Mis preguntas se atropellaban en mi mente como animales salvajes en estampida y comenzaron a nacer y dibujarse en tinta, para poder ser ordenadas ideas y cuestiones como las siguientes: el vocablo “infidelidad”, ¿qué define actualmente?, ¿somos fieles por naturaleza? ¿existe algún tipo de “contrato” sostenible, hoy, entre la pareja?¿algo que garantice que la sociedad no se caiga y con ese derrumbe, lo invertido?, ¿es real el amor durable o perdurable? ¿debe haber garantías en una pareja? ¿el amor se puede garantizar? ¿qué se hace con las inversiones (sentimiento, economía, confianza) cuando se desarma una pareja?
¿La infidelidad… es infidelidad, engaño; algo que ocurre inevitablemente, sin querer, queriendo, se perdona? ¿el amor que comprende el corazón es privativo y único para una sola persona? ¿es posible que en un corazón coexistan dos o más lugares para dos o más parejas en simultaneo? ¿el amor y la pasión van de la mano?
En fin, si bien es cierto que la situación a nivel institucional ya fue resuelta igualmente a nivel legal, con el divorcio y todo lo que conlleva, entre otras medidas, también es cierto que ,en lo espiritual, aun no podemos resolverlo o por lo menos que lo resolvemos ”mal”.
Al llegar la propuesta de la feria del libro en nuestra ciudad desde el grupo Nehuén y la editorial Eluney (que además son quienes conforman el grupo de cenas y reuniones mencionadas al principio del texto) me propusieron no solo la presentación de mis obras, sino que también, pensar y ejecutar una actividad para la semana.

Comunicación
Bien, entonces y como ya todo se venía gestando y dibujando en mi cabeza, ya que soy profe de comunicación entre otras y mi cerebro funciona así por naturaleza y ejercicio, pensé y se me ocurrió “un debate sobre infidelidad” (título a lo que Perlita, la organizadora, agregó ”amor y cuestiones de pareja”) jajajaja.
¡Eureka! Así se gestó la idea y la puesta en práctica de la misma.
Todo resultó… ¿cómo decirlo? mejor imposible, ya que tal como lo había percibido, la gente tiene ganas de expresar su opinión y le interesa en lo personal el tema puesto sobre la mesa. El encuentro fue un éxito en el que los individuos presentes participaron arduamente con sus opiniones y escucha atenta y los intercambios fueron ricos por demás.
El enriquecimiento tuvo lugar porque en el debate participaron también personas de diferentes ideologías, edades, experiencias de vida, culturas y roles sociales.
Fue así que hubieron escritores, un muchacho joven, docentes (hombres y mujeres) y seguramente también alguien que no pertenece a ninguno de los dos géneros mencionados anteriormente; católicos practicantes, ateos y una pluralidad engrandecedora por donde se la viera. Todos ávidos de escuchar al otro y su postura.
El respeto, debo subrayar, se sostuvo y cada uno reflexionó sobre la opinión ajena sin ningún tipo de tapujos y con un respeto escalofriante. Algo a rescatar, ese RESPETO.
Para cerrar y resumiendo recojo y me quedo con la experiencia de que, en orden, todos podemos crecer mediante el aporte del otro. Desarrollar la empatía en la actual sociedad es un ejercicio que se debe poner ya en movimiento porque es “indispensable comprender que la postura de quien está en la vereda de enfrente”, solo puede sumarme y nunca empobrecerme.
Por lo tanto, conciencia social (construcción con pluralidad de individuos y opiniones), empatía (consideración y respeto hacia las opiniones de otros) y libertad de expresión (derecho indeclinable de absolutamente todo individuo), e intercambio, (valoración de lo ajeno) son los debates que se desgajan de mi razonamiento ahora. Estoy expectante y he de ir por ellos.