Estados Unidos
En San Antonio ya se habla de colgar su camiseta en esta temporada. Si, como se espera, sigue los pasos de las leyendas de la NBA, recién podría ingresar a esa entidad en 2024.
Es tiempo de dar vuelta la página. Ya pasó. Aquellos que pensaron que no llegaría ahora el momento, aún deben estar soportando el impacto del retiro de Emanuel Ginóbili.
Quienes leyeron sus indicios previos ya bajaron un cambio y entienden que todo seguirá.
En la NBA y en el mundo. Ahora bien, hay un camino que aún le queda por recorrer a Manu en los próximos años, más allá de lo que haga de su vida. Y es el último recorrido para dejar grabado su carácter de leyenda del básquetbol: el retiro de su camiseta “20” de los Spurs y su ingreso cantado al Salón de la Fama, donde hay 184 jugadores. ¿Cuándo y cómo hará ese camino? A saber…
Colgar la camiseta del techo de un estadio de la NBA es una ceremonia mítica muchas veces vista.
Pura emoción. San Antonio ya lo vivió en ocho oportunidades con George Gervin (44), Johnny Moore (00), James Silas (13), Avery Johnson (6), Sean Elliott (32), David Robinson (50), Bruce Bowen (12) y Tim Duncan (21).
En San Antonio, ya se comienza a hablar de que la “20” de Manu se retirará durante la temporada que los Spurs comenzarán el 17 de octubre, tal como pasó con la de Duncan en 2016.
Emociones
El nacido en Islas Vírgenes anunció su retiro el 12 de julio de hace dos años y su camiseta se colgó del AT&T Center el 19 de diciembre, en una noche muy emotiva, con palabras elocuentes del mismo Ginóbili.
Teniendo en cuenta el peso específico de Manu, su idolatría entre los fanáticos y el fervor que generó la noticia de su adiós de las canchas, la idea de los Spurs es repetir con la “20” los rápidos pasos dados con la “21”. No se merece menos, claro. Y de ahí al Salón de la Fama de la NBA.
Hay que cumplir ciertos pasos formales para integrar el Memorial Naismith, basado en Springfield. Ginóbili deberá esperar al menos hasta el quinto año de su retiro para que alguien lo presente como candidato y sea nominado a la inducción en el Salón de la Fama.
El primer filtro es un Comité que selecciona a los finalistas: lo integran nueve miembros y cada candidato debe tener siete votos, amplia mayoría.
El límite para proponer es de 10 nominados. Si uno no pasa esta fase, mientras haya recibido al menos un voto puede ser propuesto indefinidamente. Pero si durante tres años seguidos no suma ningún voto, deberá esperar cinco años.
El segundo filtro es otro Comité de Ética que investiga si un nombre propuesto “dañó la integridad del juego del básquetbol” con alguna acción u omisión. Si está todo OK, llega el último paso: el Comité de Honores.
Son 24 selectos integrantes los de esta mesa final de decisión, compuesta por miembros del Salón de la Fama, dirigentes, periodistas y otros expertos. ¿Cuántos votos se necesitan para ser aprobado? Un mínimo de 18. ¿Qué pasa si no los consigue? Nada, a excepción de que suceda en cinco años consecutivos y su nominación se suspenda por un lustro más.
Salón
De los 184 jugadores en el Salón de la Fama, 167 hombres y 17 mujeres, apenas seis nacieron fuera de Estados Unidos, aunque al jamaiquino Patrick Ewing habría que relativizarlo porque fue parte del Dream Team de Barcelona 1992. Oscar Schmidt, bestial en las canchas y lascivo discursivamente fuera de ellas, es el representante más claro de los “internacionales”. Manu lo seguiría, claro.
Es todo futurología, lógicamente. Un juego hermoso después de tanta magia. Pero si Michael Jordan, Kareem-Abdul Jabbar, Magic Johnson, Larry Bird, Charles Barkley, Wilt Chamberlain, Julius Erving, Clyde Drexler y Karl Malone, entre tantas estrellas, ingresaron al Salón de la Fama seis años después de su retiro, ¿por qué no soñar con la inducción de Emanuel Ginóbili en 2024? Si su carrera ha sido un sueño. (Fuente: Clarín)