solidaridad

Caleta Olivia – Por Natalia Quilis
Hace una semana en mi artículo anterior me propuse como pendientes el análisis de algunos conceptos que creí son de interés analíticos por parte de la sociedad actual.
Ahora elegí el término “solidaridad” que encabeza el presente artículo.
Sin embargo y para entender mejor, antes de definir el término es necesario establecer su origen. Este concepto proviene del término del latín soliditas que hacía referencia a una realidad homogénea, entera y unida donde los elementos que conformaban ese todo eran de igual naturaleza.
De este modo, el concepto de solidaridad describe la adhesión de modo circunstancial a una causa o a proyectos de terceros.
El término se utiliza en forma habitual para denominar una acción de perfil dadivoso o bienintencionado.
Por lo tanto, ser una persona solidaria no se limita al ofrecimiento de ayuda, sino que implica un compromiso con aquel al que se intenta ayudar.’ En el sentido más básico supone que se desarrolla sin distinción, límites por condicionamientos de sexo, raza, nacionalidad, religión o afiliación política y que su única finalidad apunta al ser humano en estado de necesidad. Aunque de todas formas, el uso del término ha quedado desvirtuado ante el abuso del discurso político y el denominado marketing solidario.
Dicho esto, podemos comenzar a reflexionar sobre el título del artículo, ya que te preguntaras, lector, qué tiene que ver solidaridad con el festejo de la niñez…. Afirmo entonces que, “todo”. Ya que si, solidaridad, tiene relación con pensar en el “otro” y trabajar para el bien de ese “otro”; también se puede dilucidar que el trabajo social realizado por el bien común y sostenido en el tiempo o no, se manifiesta en el punto de análisis semanal escogido. ¿O me equivoco?…; por ejemplo los festejos ocurridos en una ciudad, tal como es el día del niño, reflejarían sin dudas el nivel de compromiso solidario existente entre sus habitantes.
Preocupada por el tema a desarrollar pensé como medir dicho compromiso en la actualidad de Caleta y comencé así a averiguar sobre las acciones destinadas al fin.
Lo que pude recoger fueron los comentarios de personas comunes con las que me relaciono a diario.
Así recabé los siguientes datos: en el Barrio 17 de Octubre se festejó el día agasajando a los niños desde un comedor comunitario que también se ocupa de alimentarlos durante la semana y sin fines de lucro, pero asistido por la política; también dialogué con mis alumnos y los indagué acerca del tema a lo que algunos respondieron que se disfrazaron para entretener a los chicos, en un festejo realizado en Barrio Rotari por la Salita y el Colegio 88 , si entendí bien ( los que también pertenecen a Instituciones del Estado) y próximamente el Domingo 05 se festejará en el Club San Jorge ( fundado en el año 1988, con una comisión independiente absolutamente del Estado, que se dedica a la enseñanza deportiva desde los 6 años del infante hasta la “primera” con una categoría por año, activas, éstas y sostenidas en la constancia del esmero solidario del directorio y entrenadores de la Institución, la cual brinda una formación en salud, tanto física, como psicológica; como bien se entiende a cualquier disciplina deportiva).
Si bien no pretendo influenciar a la opinión aunque si invitar a la reflexión, deduzco que, una sociedad sana tiene que ver con la independencia del asistencialismo y que la solidaridad tiene que ver con el compromiso por mejorar el lugar y el entorno en que nos desarrollamos ya que influye directamente sobre “nosotros”.
Considero que es el momento en el que Argentina debe repensarse como sociedad y los argentinos debemos comprender, que cuando nos solidarizamos, no solo beneficiamos al “otro” sino que también a “nosotros mismos”.
Entiéndase este concepto del “otro”, al que siempre damos por hecho de que no nos incluye y que exceptúa a un “nosotros”, idea que finalmente podemos ir captando como errada.
Puesto que todos somos uno y en un conjunto de individuos en el cual a nadie le interesa el prójimo, es decir en donde no existe la solidaridad, lo más probable es que el “todos” sea alcanzado cuando, hablando en criollo; las papas quemen o los problemas acechen… y me parece que es ésta la situación a reflexionar con urgencia, si lo que buscamos es un futuro para un “Nosotros”.
En el cual encontremos orgullosos instituciones pensadas a largo para los niños y no lugares en los cuales se asista con alimentos por parte de Gobiernos con políticos marketineros.