Caleta Olivia
Puerto San Julián se funda el 17 de septiembre de 1901 por Decreto del Presidente Julio Argentino Roca. Se encuentra en la provincia de Santa Cruz, en el departamento Magallanes. Ubicada sobre la bahía de San Julián, cuenta con un importante puerto y un aeropuerto. Dista por ruta 373 km de la capital provincial, Río Gallegos.
Puerto San Julián tiene relevancia histórica para la Patagonia en general y para Argentina en particular, dado que se asienta a orillas de la bahía homónima, donde ocurrieron una serie de hechos inaugurales: el primer avistaje de amerindios patagónicos por parte de los europeos; el surgimiento del gentilicio patagón, del que se deriva el topónimo “Patagonia”; el primer ejercicio de justicia europea en territorio hoy argentino y el primer acto de evangelización en lo que hoy es este país.
El 31 de marzo de 1520 arribó a la costa sanjulianense una expedición española en busca de un paso hacia la India por el sur de América. La expedición estaba comandada por el navegante portugués Fernando de Magallanes, y la formaban cinco naves, una de las cuales era la célebre nao Victoria, barco que finalmente culminaría su periplo siendo el primero en dar la vuelta al mundo. La estadía de la expedición estuvo cargada de simbología religiosa. El mismo nombre de la bahía le fue impuesto por Magallanes por haberla descubierto el día que el santoral católico conmemora a San Julián de Cesarea. Magallanes también mandó poner una cruz en la elevación más alta de la zona, un cerro de 285 metros de altura desde el que se domina toda la bahía y al que bautizó Monte Cristo, aunque hoy recibe el nombre de Monte Wood (o Montevú, en la pronunciación coloquial de los lugareños).
El 1 de abril, Domingo de Ramos, el navegante portugués hizo oficiar una misa, la primera de que se tenga registro en el actual territorio argentino, lo cual se ha convertido, para la mayoritaria población católica de la zona, en un importante símbolo de identidad.
La expedición se había visto complicada ya en las costas de la Patagonia norte, cuando algunos de los tripulantes reclamaron al comandante abandonar la búsqueda del paso y regresar a España, pues la tierra que se iba avistando al avanzar hacia el sur era cada vez más desierta y el clima cada vez más crudo. Esto hizo que Magallanes, encontrando abrigada la bahía, decidiera pasar el invierno en ella.
Celada
En los días subsiguientes, los disconformes se amotinaron, y ya planeaban capturar a Magallanes y volver a España, cuando él les tiende una celada y envía un bote a uno de los navíos sublevados, con cuatro mensajeros que decían llevar una carta con las condiciones de Magallanes para entregarse. Cuando fueron recibidos por el capitán de los amotinados, los mensajeros le entregaron la carta y mientras la leía lo asesinaron a puñaladas, tomando el control del buque. Pocas horas después, el otro buque amotinado se rindió, y su capitán fue decapitado por orden de Magallanes.
Otro oficial fue ahorcado en la ribera oriental de la bahía, en un lugar todavía hoy llamado Punta Gallows (Punta Horca), nombre impuesto por el corsario inglés Francis Drake, que 67 años después entró en la bahía con su flota, y encontró en ese lugar los restos del patíbulo. El capellán de la expedición, que también integró el motín, fue condenado a destierro, y abandonado -al marcharse la expedición- en un islote llamado desde entonces Isla Justicia. En Puerto San Julián, la expedición de Magallanes realizó el primer contacto del hombre blanco con aborígenes de la etnia aonikenk, a quienes describe el cronista Antonio Pigafetta como “gigantes”.
Patagón
Equivocadamente se ha sostenido que el nombre de la región patagónica se debe precisamente a que, por los cueros de guanaco con que estos indígenas envolvían sus pies, las huellas que dejaban en la nieve eran enormes, y motivaron que los españoles los llamasen patagones, pero lo cierto es que tal palabra jamás designó en lengua castellana a una persona de pies grandes. La explicación más creíble del origen del nombre patagones es que los expedicionarios europeos llamaron así a los nativos inspirados en un personaje novelesco de la época, un gigante llamado Patagón. Ese primer contacto de los europeos con los aborígenes fue muy traumático porque, aunque al principio mantuvieron una relación cordial, Magallanes ordenó capturar a algunos de ellos para llevarlos a España, lo que produjo la resistencia de los indios, que muriera uno de ellos en la refriega, y que se convirtiera este incidente en el primer homicidio registrado de la historia argentina. Ese primer viaje alrededor del globo se concretó finalmente, pero Magallanes fue muerto en las Filipinas por los habitantes de Mactán, y el viaje lo concluyó Juan Sebastián Elcano. En Puerto San Julián existe una réplica a tamaño real de la nave de Magallanes, la cual constituye un importante atractivo turístico.