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El primer paso para superar un cambio es su aceptación. Que lo hagas no implica que te guste o que estés de acuerdo, pero hasta que no dejes de negar lo evidente, no podrás dar el primer paso hacia tu nuevo destino. Aquí tienes algunas claves para asumir cualquier transformación y sacarle partido.
1. Di adiós a los ataques de ira. La queja, los enfados y los reproches no sirven de nada. Un ataque de ira no te va a servir para sentirte mejor, ni para descargar tu tensión ni mucho menos para adaptarte constructivamente al cambio.
2. Actualiza tus esquemas. Quizás alguien te hizo creer que ibas a tener un trabajo, una pareja y una casa para toda la vida. Pues lo siento mucho pero nada más lejos de la realidad… La vida es dinámica e inestable, por lo que te animo a que repases urgentemente todos tus esquemas. La vida se transforma. Todo cambia, tú también, así que únicamente serás feliz si eres capaz de aceptar y de adaptarte al cambio con celeridad.
3. Supera tus miedos.
4. Desbloquea tu resistencia. Quizás en algún momento sufriste y lo pasaste mal; pero la causa de tu sufrimiento no fue el cambio en sí, sino tu reacción al cambio. Es posible que desde el sufrimiento decidieras no volver a correr ningún riesgo más, no volver a sufrir más. Pero probablemente volverás a pasarlo mal en otras ocasiones. Las decisiones que no tomamos no nos duelen, lo cual no significa que no tengas que tomarlas. A veces tú mismo tienes que ser promotor del cambio. Revisa la vida que tienes y valora si tienes que incluir algún cambio para poder disfrutarla intensamente. Si te sientes estancada y apagada provoca el cambio que tu vida te está pidiendo.
5. Analízalo cuidadosamente, con detalle y amor. Analiza minuciosamente los motivos del cambio, las implicaciones que tiene y las consecuencias que acarreará. Solemos mezclar nuestros deseos y nuestros miedos (incluso la comodidad) en los análisis que realizamos, y esto nos perjudica.
6. Ten cuidado con la atención selectiva. Tu mente entra en resonancia con tu estado emocional. Si estás feliz pensarás en clave positiva, si estás triste lo harás en negativo.
7. No confundas una consecuencia incómoda con una negativa. Abandona las actitudes tremendistas o victimistas y adopta una actitud constructiva y realista.
8. Vé más allá del cambio. Expande tus horizontes. Cuando analices las consecuencias del cambio no te limites a valorar solamente el corto plazo. Los mejores cambios suelen ser incómodos en el momento y los primeros días, pero beneficiosos a medio y largo plazo.
9. Anticípate al cambio. No esperes que un cambio, que era predecible, irrumpa como una manada desbocada de elefantes en tu vida. Identifica los posibles cambios que pueden darse en el futuro y anticípate a ellos, así no te pillarán por sorpresa. Muchos de los cambios a los que nos tendremos que adaptar suelen avisarnos, pero no lo queremos ver. Aprende a identificar cuándo se está acabando una etapa para poder cerrarla y concentrarte en abrir una nueva. La vida es como es, no como nosotros queremos que sea siempre; es una sucesión de etapas, pero no olvides que tú puedes incidir en el final de una etapa y en el inicio de otra.