Caleta Olivia
El exceso de peso afecta a casi la mitad de los infantes entre 6 y 9 años.
En España, según el estudio Eropean Health & Fitness Market Repor de la asociación Europea Active y Deloitte hay 5,2 millones de usuarios que acuden a instalaciones deportivas y gimnasios, (según datos cedidos por FNEID, la patronal de empresarios de instalaciones deportivas de España) existen 4520 gimnasios e instalaciones deportivas, y el 46,2% practica algún deporte semanalmente y, sin embargo, el 73% de la población española adulta –de entre 18 a 74 años- no hace ninguna actividad física (34%) o solo lo hace ocasionalmente (39%), lo que tiene una terrible consecuencia: hasta 50000 muertes al año derivadas de causas relacionadas con el sedentarismo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda que la inactividad física es el cuarto factor de riesgo de mortalidad mundial, en Europa hay más de medio millón de muertes y hasta 5,3 millones de años de vida sana perdidas.
Problema
El sobrepeso y la obesidad son un problema de salud pública grave que actualmente adquirió características de pandemia. La cantidad de personas obesas en el mundo se triplicó en los últimos 40 años, alcanzando los 672 millones de adultos mayores de 18 años en 2018. En 2016, había alrededor de 381 millones de niños, niñas y adolescentes con sobrepeso u obesidad (OMS, 2017).
Según el informe publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD, 2015), en América Latina y el Caribe el sobrepeso afecta al 7,2% de los menores de 5 años, lo que representa alrededor de 3,9 millones de niños y niñas.
En la Argentina, el problema de la obesidad es también preocupante y tiene un crecimiento sostenido a lo largo de los años.
En la población adulta pasó del 14,6% en 2005 al 20,8% en 2013, lo que implica un crecimiento del 42,5% (Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, ENFR 2005 y 2013).
Respecto de la prevalencia en niños, niñas y adolescentes actualmente, a diciembre de 2018, la Secretaria de Gobierno de Salud se encuentra desarrollando la segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS) y la Tercera Encuesta Mundial de Salud Escolar (EMSE). La última información disponible de la ENNyS 2004/5 evidenciaba que la prevalencia de obesidad en niños y niñas entre 6 y 72 meses era del 10,4%.
Entre los adolescentes, según la última EMSE realizada en 2012, la prevalencia de obesidad entre estudiantes de 13 a 15 años fue de 5,9%.
Enfermedades
La malnutrición por exceso y la obesidad en adultos están asociadas directamente con el crecimiento de enfermedades no transmisibles, principalmente de tipo cardiovasculares, accidentes cerebro vasculares y diabetes. Generan además apnea obstructiva del sueño y osteoartritis, afectan negativamente el rendimiento reproductivo y están asociadas a distintos tipos de cáncer (Nget al., 2014; NCD, 2016).
Asimismo, la obesidad infantil está fuertemente vinculada a enfermedades no transmisibles como la diabetes y la enfermedad coronaria en la edad adulta (Llewellyn et al., 2016). Otro estudio muestra que la obesidad infantil se asocia al engrosamiento de la íntima media carótidea en la edad adulta (Ajala et al., 2017).
Obesidad
La malnutrición y la obesidad infantil, además de vulnerar un derecho humano esencial, tienen impacto directo sobre el desarrollo de los países.
En este sentido, la obesidad genera consecuencias económicas que implican costos directos e indirectos, que afectan la capacidad de generar ingresos, comprometen grandes cantidades de recursos públicos y privados, además de ser una importante carga para los sistemas de salud nacionales (CEPAL-WPF, 2017).
Provoca asimismo un aumento de la mortalidad y la discapacidad (OMS, 2014), lo que impacta directamente sobre dimensiones poblacionales, ya que genera un retiro prematuro del mercado de trabajo y su consecuente impacto económico.
En cuanto a la educación, la obesidad infantil y adolescente implica mayores tasas de ausentismo en las escuelas, discriminación entre compañeros y menor rendimiento escolar.
Está demostrado que la presencia de adultos obesos en el hogar incide sobre la obesidad entre los de menor edad, dado que comparten un mismo ámbito familiar y hábitos alimentarios poco saludables. También hay alrededor de cinco veces más
de probabilidad de ser un obeso adulto cuando ya se fue obeso de niño o adolescente
(Simmons et al., 2015).
La obesidad en adultos es uno de los factores determinantes que explican el crecimiento de las principales causas de mortalidad y morbilidad en el mundo (GBD, 2016;
CEPAL-WPS, 2017; OECD, 2017). Esta carga no afecta a todos por igual sino de manera
inequitativa, siendo más afectadas las poblaciones con bajos recursos socioeconómicos (Wang y Beydoun, 2007; Wang y Lobstein, 2006; Wang, 2011).
Disminuir la malnutrición por exceso, en especial la obesidad en niños, niñas y adolescentes, es clave para el desarrollo. No solo porque implica garantizar un derecho básico, sino porque es el momento del ciclo de vida en donde se determinan los hábitos y
las conductas que tendrán consecuencias en el resto de la vida.
Además, la OMS estima que la inactividad física es la causa principal de aproximadamente el 21-25% de los casos de cáncer de mama y de colon, el 27% de la diabetes y el 30% de las cardiopatías isquémicas.
Así que recuerda siempre es mejor prevenir que curar y aún estás a tiempo de ponerte en marcha y disfrutar una salud de hierro.