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Río Turbio
“No es un tema menor poner en contexto las cosas que suceden en YCRT, una empresa que busca indefectiblemente una salida económica y financiera en la autosustentabilidad”, informó el diario Once con relación a una carta dada a conocer por el Yacimiento Carbonífero de Río Turbio.
El comunicado indica que “luego de cruzar, no sin mellar su institucionalidad y poner en riesgo su subsistencia, una profunda crisis en el camino de su reformulación y sufrir fuertes ataques políticos de sectores externos e internos de la propia empresa, llevados a cabo por quienes se han negado sistemáticamente a deponer sus privilegios, estamos logrando la tan ansiada meta de productividad que nos permitirá desligarla del presupuesto nacional, al menos, para minimizar o eliminar los subsidios estatales que hoy la sostienen, siendo éste el mayor objetivo de la actual intervención”.
“Dicho esto y recordando que precisamente se ha concretado el compromiso para un primer envío de 15 mil toneladas de carbón a San Juan, el puntapié inicial de una zaga comercial que se avecina como promisoria y decididamente esperanzadora, olvidada por las anteriores administraciones de los últimos 20 años al frente del yacimiento, nos encontramos con la vuelta de la política obstructiva y decadente, enmarcada en cuestiones superfluas y degradantes, como es (entre otros) la necesidad de agitar con falacias y posturas extemporáneas y fuera de la realidad que nos toca vivir en YCRT, un discurso político en color sepia, viejo en contramano de los tiempos que corren y los que se avecinan; y son los mismos sectores, quienes debieran estar abocados a sacar adelante la empresa con el esfuerzo conjunto de los mineros y la Intervención, quienes eluden la racionalidad y van por un espurio e inalcanzable rédito político, el cual seguramente se verá reflejado en las urnas en este año electoral”.

Hechos
Tres hechos ocurrieron en los últimos días que ilustran nuestra introducción. Mientras en YCRT anunciábamos la firma de contratos con empresas sanjuaninas para la venta de 15 mil toneladas de carbón santacruceño, la intersindical remozaba su embestida elevando una nota para (supuestamente) mostrar la “preocupación” de esos sectores por la situación financiera y presupuestaria de YCRT, algo puntual y claramente explicitado desde esta Intervención; con diferencia de un día, el Dr Eduardo Barcesat, un empleado al kirchnerismo con cargo a las cuentas públicas de la provincia de Santa Cruz, tal como consta en el Decreto 0006 del 05 de enero de 2018 publicado en el Boletín Oficial, renovó su contrato con Alicia Kirchner y ejerciendo plenamente la orden de la gobernadora para poner en la agenda pública una supuesta reivindicación de YCRT ante el gobierno nacional, esponsoreado por la Asociación de Personal Profesionales y Técnicos, que dicen “sentirse amenazados en sus puestos de trabajo”.
Ha realizado un Amparo colectivo “en defensa de las fuentes de trabajo”, cuando en realidad lo que realmente pone en juego esas fuentes que tanto parece preocuparle a sus ideólogos del discurso, es seguir en la disquisición política estéril y restarle tiempo a la producción de carbón y el sostenimiento de su comercialización en el país y el mundo como lo único que nos sacará de la crisis y nos asegurará el futuro; contrariamente al mensaje que se intenta dar, si esos esfuerzos por obstruir fueran puestos en producir, estaríamos pensando en como sumar más mano de obra para cumplir con las metas de producción.

Utilización
Es sin duda una utilización política burda y contraproducente que hacen los sectores políticos de la provincia, alentados desde el propio gobierno donde la gobernadora Alicia Kirchner alude a la teoría del doble rasero político y moral, porque mientras por un lado no cuestiona expresamente ante el Presidente Macri la reconversión de YCRT y la búsqueda que emprendimos de un nuevo paradigma empresarial tras el colapso del modelo anterior prebendario y deficiente por un sistema comercial y competitivo, incentiva el reclamo político de las bases sindicales afines en un año puramente eleccionario, impulsa la intervención de su empleado de lujo para presentar un Amparo por cuestiones inexistentes y por otro lado, a la vez que les pide a los mineros “que tengan fuerza y paciencia”, les quita el subsidio del gas y la luz a los jubilados de YCRT, beneficios que tuvieron hasta este momento.
Concluyendo, mientras todo está en marcha en YCRT, los trabajadores se abocan a sacar carbón, la intervención a defender la vigencia y promover el engrandecimiento de la empresa, levantada desde cero por la desidia, el abandono y la utilización política que desvirtuó su esencia desde hace tantos años y el colectivo mayor de obreros, operarios, administrativos y mineros buscan la salida por el único camino posible: el trabajo, el esfuerzo y la producción, otros sectores (externos e internos) juegan a la política pequeña y pretenden meternos a todos en este salsipuedes al que nos pretendieron llevar en los primeros dos años de gestión y de los cuales hemos salido gracias al esfuerzo de los mineros y las políticas acertadas con las que hemos acometido una empresa devastada por la corrupción, el olvido y corrida de sus verdaderas funciones, degradada por este mismo discurso que hoy trata de colarse entre el duro trabajo diario que hacemos, con el fin de retardar, confundir y obstaculizar.

El sector político del kirchnerismo que vuelve a impulsar estas acciones, son los que adhieren a la teoría del caos. No tienen empatía ni principios. Buscan en la confusión y la crisis un remiendo para su carencia propositiva y el sostenimiento de un discurso político maduro y constructivo. Evidentemente, no somos como ellos.

Es nuestra obligación esclarecer a los trabajadores mineros, a la opinión pública de la cuenca carbonífera y a la población de Santa Cruz en general, que el único peligro que se cierne sobre YCRT no es esta Intervención ni el gobierno nacional, el cual de hecho sostiene nuestra iniciativa de crecer porque cree que obramos de buena fe y con convicción de llegar a buen puerto, sino de aquellos sectores partidarios y politizados para quienes “cuanto peor mejor” y buscan hilvanar chicanas como este “Amparo” fundado en razones generales, sin sustento fáctico y con una liviandad argumental que solo demuestra lo endeble de las convicciones que lo sustentan y el verdadero fin político que lo motiva.