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Buenos Aires
La ex presidenta presentó un extenso escrito para responder a las ocho imputaciones por las que la indagaron este lunes. Ironías, autoelogios y generalidades judiciales. Con un fuerte contenido político y recordando que fue citada por el juez Claudio Bonadio a declarar en ocho causas el día del cumpleaños de Néstor Kirchner, la ex Presidenta se defendió a través de un escrito, donde manifestó su malestar frente a las múltiples indagatorias a las que fue citada, a las que calificó de “una suerte de función de cine continuado”.
En su descargo, Cristina Kirchner señaló que se pretende hacerla responsable “de la misma presunta asociación ilícita por la cual ya estoy siendo investigada ante otro Juzgado de este fuero y ante dos Tribunales Orales”. Al caso de los cuadernos lo llama irónicamente “la causa de las fotocopias”.
Poco antes de las 9, la ex mandataria llegó a los Tribunales de Comodoro Py y subió al cuarto piso para hacer frente a todas las indagatorias vinculadas a la causa de los “cuadernos de las coimas”.
Para la ex mandataria, los ocho llamados a declarar responden a un “hecho inédito en los anales de la jurisprudencia” y consideró -una vez más-, que todo responde a una “persecución y ensañamiento al que sólo se atrevieron gobiernos totalitarios en tiempos en que el Estado de Derecho se encontraba suspendido”.
Pese a que se especulaba con que su estadía en los tribunales de Retiro podía extenderse más, Cristina Kirchner salió del lugar alrededor de las 10:45, por lo que solo permaneció 2 horas.

Irónias
El escrito está plagado de ironías y generalidades judiciales sobre cada acusación puntual. Y una vez más apuntó al impacto mediático de su situación judicial: “Se han armado un montón de causas para poder citarme a prestar declaración indagatoria y luego procesarme, generando noticias de alto impacto mediático”.
Después del primer procesamiento en este expediente, la Sala I de la Cámara Federal Porteña confirmó la acusación como jefa de la asociación ilícita, y Cristina recordó que como parte de la misma incluyeron “a un grupo de funcionarios y algunos empresarios y beneficiaron al resto de los hombres de negocios, quienes dieron a entender que fue nuestro gobierno el que les enseñó a cartelizarse en la obra pública y que pagaron sobornos por haber sido víctimas de coacción”.
Con estas referencias como telón de fondo, con críticas al periodista Diego Cabot (que reveló en el diario La Nación el caso de los cuadernos), al fiscal Carlos Stornelli y a los jueces Bonadio y Julián Ercolini, Cristina respondió a las acusaciones causa por causa.

Cuadernos
A esta investigación, que es la causa troncal a partir de la cual se fueron abriendo distintos expedientes por temáticas o hechos puntuales, la ex presidenta la define como la “causa de las fotocopias”, donde ya fue indagada al menos tres veces y donde se encuentra procesada como prisión preventiva con un embargo de 1.700 millones de pesos.
“Sin perjuicio de ello, vuelvo a ser convocada en esta causa, por tercera vez, aparentemente para que se me impute el mismo delito imaginario de siempre (ser jefa de la asociación ilícita) o bien para que se sume a la acusación alguna nueva manifestación extraída a otro arrepentido”, expresa el escrito. Se remitió en su defensa a los planteos ya formulados donde habló de una causa “armada” sin “fundamentos” y con fines “políticos”.

Gas Natural Licuado
Para la senadora de Unidad Ciudadana, la citación a indagatoria “constituye un caso paradigmático de arbitrariedad” y volvió a referirse a una “causa pseudo-judicial”.
Los procesamientos en esta causa -iniciada hace cinco años y luego vinculada al caso de los cuadernos- fueron revocados por la Cámara federal porteña, y dispuso la falta de mérito de todos los imputados, “dado que la decisión de Bonadio, impulsada por Stornelli, se basaba en una pericia falsa. Sí, tal cual se lee: jueces y fiscales armando causas y metiendo gente presa con pericias falsas”, replicó Cristina.
La pericia volvió a realizarse por orden del juez Bonadio y con los resultados en el juzgado realizó una nueva ronda de indagatorias. Reiteramos, este expediente, previo a las revelaciones del chofer Oscar Centeno, quedó vinculado a la causa de los cuadernos como parte de la maniobra de recaudación de fondos ilegales.
Ahora la ex mandataria planteó que el 5 de noviembre del año pasado “se presentó “espontáneamente” en la fiscalía de Stornelli el ahora no abogado y no experto en delitos complejos Marcelo D’Alessio. Todo desopilante”.
D’Alessio, quien bajo juramento declaró ser abogado (algo que aparentemente no es), “aportó documentos que supuestamente corroborarían el pago de sobreprecios en la importación de buques con gas licuado.
Además, el falso abogado al que tanto crédito, por lo visto, le dieron Bonadío y Stornelli, lisa y llanamente me atribuyó haberme interesado en tal supuesto negocio, dando instrucciones para que el ENARSA aprobara unas pólizas de seguro que no habrían resultado convenientes en términos de costos y beneficios para dicha empresa”, planteó.
En su descargo, Cristina expresó que el supuesto pago de sobreprecios en la importación de buques con GNL “ya sufrió un severo traspié con la resolución adoptada por la Sala I de la Cámara de Apelaciones, cuando revocó los procesamientos que habían sido dictados; además, se trata de transacciones en las que no tuve ningún tipo de intervención, ya sea directa o indirecta, y no existe un solo elemento de prueba que me vincule tan siquiera remotamente con estos hechos”.

Subsidios
Es la causa donde se investigaron los subsidios al transporte de los colectivos. “Se me convoca a prestar declaración indagatoria por supuestas irregularidades en las que obviamente no pude haber tenido intervención alguna y que solo habría sido posible descubrir en base a las medidas adoptadas por mi propio gobierno. Es más, soy jefa de una asociación ilícita que recauda dinero por subsidios a colectivos y yo misma dispongo una medida para que el supuesto delito quede en evidencia”, refutó la ex Presidenta y reiteró: “Se trata de un verdadero disparate”.

Transporte ferroviario
En este expediente se investigaron presuntos pagos ilegales efectuados por distintos empresarios ferroviarios, con el fin de mantener sus concesiones y obtener subsidios estatales. El juez Bonadio determinó que en el área de transportes, durante el período comprendido entre el 1º de junio de 2003 y el 31 de mayo de 2012, “los cobros eran recaudados por Ricardo Raúl Jaime y Juan Pablo Schiavi, en sus condiciones de Secretarios de Transporte; ambos dependientes del Ministro de Planificación Federal, Julio Miguel De Vido. En esta área, las personas a cargo de las empresas concesionarias de los ferrocarriles pagaban a los nombrados Jaime y Schiavi entre un 5% y un 30% de los subsidios entregados por el Estado Nacional”.
Cristina Kirchner refutó el planteó: “Como siempre, es absolutamente difusa, ilógica y arbitraria, forzoso es concluir que jamás ordené ni recibí ningún pago ilegal por parte de los concesionarios ferroviarios, con quienes además tampoco mantuve ningún tipo de relación personal o funcional”.

Obra Pública
Se trata de dos expedientes que analizan las licitaciones adjudicadas a empresarios de la construcción y en la explotación de corredores viales. Se trata de más de 90 empresas contratistas del Estado. Bonadio investiga presuntos pagos ilegales efectuados por empresas vinculadas a la obra pública civil. Además, se rastrean presuntos pagos ilegales efectuados por concesionarios viales.
A Cristina se la acusa de haber “liderado una supuesta asociación ilícita y tampoco se precisa cuál habría sido mi participación en los cientos de presuntos actos delictivos a los que genéricamente se hace referencia en el expediente” y manifestó que desarrollar el derecho de defensa en juicio “resulta imposible, debiendo limitarme naturalmente a señalar que se trata de una nueva imputación calumniosa en mi contra”.

San Martín
En los allanamientos a las propiedades de Cristina Kirchner, el juzgado secuestró documentos históricos que según Bonadio “no podrían estar en manos de particulares”.
Se trata de una carta dirigida al General San Martín y el Prontuario de Hipólito Yrigoyen.
Sin éxito, la ex Presidenta recusó al juez en esta causa que se generó por una extracción de testimonio y recayó en su juzgado. Entonces, se quejó la ex mandataria de esta causa: “Como había que generar una noticia de impacto (Cristina fue convocada a prestar declaración indagatoria en ocho causas), el juez ni siquiera aguardó a la finalización de los estudios periciales relativos a estos documentos y así, de un día para el otro, ordenó mi citación”.
Planteó que esta séptima acusación “resulta absolutamente falsa, a lo que se suma que el hecho que se me imputa ni siquiera constituye delito, pues jamás tuve dolosamente en mi poder documentos ajenos o que debieran ser resguardados por alguna autoridad competente”.

Aviones con diarios
Esta causa se basa en la utilización de la flota aérea presidencial de manera irregular, con el propósito de enviar diarios y una serie de muebles a la provincia de Santa Cruz, según detalla la imputación donde junto a Oscar Parrilli se la acusa de malversación de fondos.
En consecuencia, Cristina Kirchner habló de “denunciantes”, que “reiteran sus acusaciones” y “los mismos medios de comunicación, vienen repitiendo la misma versión que, incluso para algunos, adquirió el carácter de leyenda”. Para la Senadora, Bonadio no debía intervenir en esta causa que llegó por sorteo a su juzgado.
“Jamás, ni Néstor Kirchner ni la suscripta, utilizamos los bienes del Estado en nuestro propio provecho o fuera de lo que importaba el cumplimiento de funciones oficiales. Quien afirme lo contrario indudablemente miente, y cuando las actuaciones lleguen a una instancia oral y pública, espero que ante Tribunales imparciales, ello quedará debidamente desvirtuado”, se defendió.