Buenos Aires
Los ecos captados por el sonar serán “traducidos” en fotografías a través de un software del Servicio de Hidrografía Naval (SHN).
Los discos números dos y tres con “ecos” del sonar captados durante la búsqueda del submarino ARA San Juan pasaron el fin de semana en una dependencia de la Policía Federal Argentina.
La jueza Marta Yáñez decidió alojarlos allí con el objetivo de resguardar su contenido de cara a una cita importante para la causa.
Ayer desde las 8, la magistrada, junto a abogados querellantes, técnicos informáticos de la Cámara Federal y especialistas de la fuerza federal, comenzaron a convertir los sonidos captados por el sonar del buque Seabed Constructor en imágenes.
El proceso se realiza mediante un software que solo posee el Servicio de Hidrografía Naval y que permitirá confeccionar fotografías similares a una ecografía.
“No son amigables al ojo de un ciudadano común, deben ser interpretadas por un experto”, señalaron desde el juzgado de Caleta Olivia a TN.com.ar.
Avances
Sin embargo, el proceso representará un avance significativo en la causa. Primero porque son imágenes nunca antes vistas, ya que Yáñez no contaba con los fondos para adquirir el software necesario para verlo, y en segundo lugar porque las fotografías podrán ser compatibilizadas con las que se encuentran en el disco uno.
El material servirá para que los peritos en Caleta Olivia comiencen a analizar las posibles causas del naufragio de la nave que portaba 44 tripulantes.
El disco uno entregado por las autoridades de la firma Ocean Infinity contiene imágenes y videos del submarino ARA San Juan. La mayoría ya lograron ser vistos por la Justicia, aunque uno de los archivos figura como “dañado”.
En diciembre, Yáñez envió un oficio a la Armada para que la empresa que encontró la unidad naval “ratifique o rectifique” el contenido. La misiva aún no obtuvo respuesta.
Ese archivo dañado es nada más y nada menos que el “mosaico” del ARA San Juan, es decir, un superposición de las 67 mil fotografías que conforman una sola imagen del submarino en el lecho del mar.
Este disco no llegó a Buenos Aires y permanece en Caleta Olivia. Algunos de los abogados querellantes tenían expectativas de saber qué ocurrió con esta famosa carpeta lo que no será posible.
En rigor, la magistrada explicará que en el juzgado “no dañaron el archivo y que llegó de esa forma desde Sudáfrica”.
Una vez que Ocean Infinity conteste el oficio se podrá determinar si el archivo está dañado o fue un error de carga.