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Caleta Olivia
Tres trabajadores petroleros serán juzgados hoy 15 de abril, con una posible sentencia de ser encarcelados.
“El Poder Judicial de la provincia que gobierna Alicia Kirchner, nuevamente intentará castigar los reclamos legítimos de los que luchan contra las millonarias ganancias de la empresas petroleras. Hay una campaña por la absolución de los petroleros”, destacaron desde el Partido Obrero.
Los trabajadores Néstor Vibares y Martín Oñate eran parte del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Santa Cruz en febrero del 2014, con el delegado de base Jorge Armoa habían iniciado una medida de fuerza junto a sus compañeros dentro de la empresa BACS S.A. Reclamaban aumento salarial, mejores condiciones laborales y el ítem desarraigo que no estaban cobrando.
Inmediatamente el juez de la localidad de Las Heras Quelín emitió una orden de detención a cinco de los trabajadores, entre los cuales estaban incluidos Vibares, Oñate y Armoa, para luego ser trasladados a distintas dependencias de Pico Truncado y Caleta Olivia.
Néstor Vibares afirmó en conferencia de prensa realizada que “nosotros habíamos hecho todas las denuncias contra la empresa en la sub Secretaría de Trabajo en Las Heras, pero nunca tuvimos respuesta alguna. Entonces tuvimos que llegar a una medida de fuerza que fue un paro, ya que como miembros de un sindicato podíamos entrar al lugar y sumarnos al reclamo de los compañeros, con una vigilia de exigencia a una rápida solución, pero llegó un fuerte operativo policial que nos llevó presos y estuvimos detenidos desde el 23 de febrero hasta el 27 de mayo del 2014”.

Juicio
Vibares sostuvo además que “ahora llegamos a un juicio por un conflicto sindical, violan las leyes laborales acusándonos de coacción agravada, entorpecimiento económico de la actividad petrolera y violación de domicilio. Pero nosotros siendo parte del sindicato podíamos ingresar a los lugares dónde se encontraban nuestros compañeros. Creo que fue un ataque hacia los trabajadores, porque en aquél momento el valor del barril de petróleo estaba alto y para las petroleras estaba más que bien. En cambio los trabajadores petroleros no la estaban pasando bien. Nosotros fuimos a acompañar y terminamos pagando un alto costo siendo procesados por luchar”.
Agregó que “hoy nos llevan a juicio en un clima muy hostil para los trabajadores, por la crisis económica que estamos atravesando, y el kirchnerismo que dice ser la oposición al gobierno macrista, está aplicando las mismas reglas tratando de enjuiciar a los que luchan. Hay docentes que también están procesados sólo por salir a la calle o realizar un paro, porque ellos no quieren que salgamos a protestar”
Mención aparte es la falta de apoyo del Sindicato del Petróleo y Gas Privado que hasta hoy no se solidarizó con el reclamo de absolución a los tres trabajadores, de los cuales dos eran parte del mismo gremio.

Acompañamiento
Desde la provincia se vino lanzando una campaña a favor de la absolución, juntando firmas de cientos que se solidarizan, desde ADOSAC, ADIUNPA, SOEM, AGD-UBA, SUTNA, Unión Ferroviaria Seccional Oeste, dirigentes del Frente de Izquierda como Nicolás del Caño y Myriam Bregman (Partido de los Trabajadores Socialistas), Gabriel Solano y Romina del Pla (Partido Obrero), Juan Carlos Giordano, Ruben Darío “Pollo” Sobrero (Izquierda Socialista), entre otras firmas.

Petroleros
Martín “Cuellito” Oñate, Néstor Vivares y Jorge Armoa, a fines de febrero de 2014, junto a otros trabajadores y sin el consentimiento formal del Sindicato Petrolero Santa Cruz, se apostaron durante varios días en el portón de acceso de la empresa contratista Bacsa (encargada de retirar efluentes cloacales de campamentos) hasta que intervino la policía. Cinco de ellos fueron a parar a calabozos de comisarías y dos recuperaron su libertad a los pocos días, pero luego de la denuncia que hizo esa empresa ante la Justicia, Oñate, Vivares y Armoa quedaron procesados por el delito de coacción y entorpecimiento una actividad laboral. El conflicto se inició por reivindicaciones laborales, pero se agravó cuando un operario fue despedido.
Armoa era el delegado de ese sector, en tanto que Oñate y Vivares integraban la comisión directiva del Sindicato Petrolero de Santa Cruz, por lo que el resto de los dirigentes resolvieron suspenderlos y nunca más volvieron a integrarla.