Caleta Olivia
Desde su creación, en el año 1999, a la actualidad, el Taller de Danzas Folclóricas Adultos se ha convertido en un Crisol de artistas que incluye al adulto mayor y a jóvenes bailarines, quienes encuentran en este espacio, el lugar de expresión de su arte; de sus más preciadas historias de vida que lo vinculan con su propia historia familiar, su terruño y sus vivencias asociadas a la danza y al folclore.
Medio centenar de alumnos conforman la matrícula del presente año y comparten en este espacio una actitud desinhibida, relajada, que brinda la oportunidad de expresar alegría y abandonar el estado de tensión, el stress de la vida cotidiana, sin olvidar que también puede ser la forma de mostrar ante los demás el ingenio de bailar con cierta brillantez y elegancia, actitud que permite que se establezca mejor convivencia de las personas con su entorno cotidiano, pues existe una relación directa entre el bienestar individual y la calidad de los vínculos sociales con hijos, familia y amigos.
Desde otra visión, también se trata de una generación que pareciera estar saldando una deuda porque está haciendo lo que no pudo hacer antes, que es aprender a bailar.
Y en esta tarea de aprender está el mérito de quienes tienen la labor de enseñar, está el rol de los profesores; Luciana Enriques y Javier García que se llevan todos los aplausos cuando el cuadro coreográfico sale tal cual lo pensaron.
Creatividad
La creatividad de estos maestros, la paciencia y el respeto con que enseñan al alumno; lo vemos en la gracia de los movimientos de una paisana zarandeando, en la destreza de un paisano zapateando, verdadera manifestación de su rol que no solo encierra historia y tradición sino que además son fuente de inspiración para sus propios alumnos.
Ver estos bailarines en escena, merece mucha consideración ya que, a pesar de las responsabilidades cotidianas, se hacen un tiempo para darle vida a este taller, adquiriendo personalmente el vestuario y poniendo todo de sí para llegar al resultado artístico de un destacado cuerpo de baile.
Si bien, deben aportar mensualmente una mínima cuota, la mayoría de las veces, los gastos de traslado y organización suelen ser costeados por todos los intervinientes; alumnos y profesores, pues este, es un taller que ha creado su propio Ballet de danzas folclóricas ya que cada vez es más frecuente la convocatoria a participar en los eventos culturales de la región.
Un referente de este Taller, es el Centro de Residentes Catamarqueños, entidad de bien público que se ubica a una cuadra del Gorosito, ya que sede sus instalaciones para albergar a cientos de almas que concurren a las clases y es un permanente colaborador, allí dieron sus primeros pasos hace ya, dos décadas.
Tradición
Este espacio de baile que encierra historia y tradición nació como un Taller dependiente del Centro Municipal de Educación para el Arte (CEMEPA) bajo la responsabilidad de los profesores Silvia Gafe y Walter Zinna.
Y hoy, a 20 años de esa maravillosa idea, no sólo creció exponencialmente, sino que evolucionó en una tarea permanente e ininterrumpida logrando, orgullosamente, el reconocimiento social y cultural que sólo se adquiere por la suma de las voluntades, por el esfuerzo propio de profesores y alumnos que brillan en cada presentación.
“Crisol”, representa a la ciudad de Caleta Olivia en escenarios de otras localidades traspasando, además, los límites de la provincia con una impronta que lo hacen único, de una expresión y talento que lo enaltecen junto a otros grupos de baile de la ciudad de carácter social y festivo reafirmando la identidad y el acervo popular.-