ara

Buenos Aires
Las tareas de “inteligencia” encomendadas al ARA San Juan para que realice durante sus patrullajes, entre ellos el último, del que nunca regresó, será uno de los tema centrales que abordará la jueza federal de Caleta Olivia en los próximos días y que ya despertó interés en el ministerio de Defensa, a cargo de Oscar Aguad. Este tema tan sensible hasta ahora no había sido abordado por la justicia.
¿Por qué razón el submarino debía identificar las frecuencias en las que trasmitían otras armadas, como las de Brasil, Chile, Uruguay, o la de la Marina Real Británica, apostada en las Islas Malvinas?
¿Por qué se solicitaba al personal de inteligencia naval embarcado en el buque de guerra que identifique las “estaciones” desde las que se trasmitía y recibían mensajes, por ejemplo de naves y submarinos brasileños, o ingleses? tal como consta en la documentación reservada a los que tuvo acceso exclusivo Infobae.
La clave está en las hipotéticas que existen sobre las probables amenazas externas a la soberanía nacional y la depredación de los recursos naturales del país. Dos tópicos de los que muy poco se habla, o que las autoridades reconocen.
Cada una de estas preguntas, fueron respondidas por los funcionarios de primer nivel nacional ante una consulta de este medio.

Las dudas
Para conocer de primera mano las actividades de “inteligencia” realizadas por el buque de guerra siniestrado, la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yañez, citó a declarar como testigo a la jueza federal de Córdoba, e integrante del Tribunal Oral Federal Nº 2, María Noel Costa.
La abogada había sido designada por el ministro Aguad para conducir la poderosa Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica del Ministerio de Defensa (DNIEM). Cargo que desempeñó hasta abril de este año, antes de ser nombrada en el TOF 2.
La DNIEM es uno de los tres organismos que junto a la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal que depende del Ministerio de Seguridad y la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), conforman el Sistema de Inteligencia Nacional.
Este organismo en el área de la defensa nacional comenzó a funcionar en 2004, después de la reglamentación de la Ley de Inteligencia Nacional y que lleva el número 25.520.
Según pudo conocer Infobae de fuentes judiciales, la jueza Noel Costa deberá comparecer ante su par Yáñez –inferior en el cargo ya que es una magistrada de primera instancia- el 8 de agosto próximo, pero abrían acordado que, en vez de presentarse de manera personal en Rivadavia 22, lugar donde está el despacho de la magistrada, en Caleta Olivia, responda las inquietudes por escrito.

“Espionaje”
Desde la desaparición y posterior hundimiento del ARA San Juan con sus 44 tripulantes, las tareas de presunto “espionaje”, que para el ministerio de Defensa son de “inteligencia” legal, o de “observación”, fue objeto de cuestionamiento, por ejemplo, por parte de Valeria Carreras, la abogada que integra la querella unificada junto a Lorena Arias y Fernando Burlando.
Sucede que Carreras representa desde el comienzo del expediente a la viuda del cabo principal Enrique Castillo, el hombre de “inteligencia naval” a bordo del submarino siniestrado”.
Llama la atención que en el Informe Final de la Comisión Bicameral no abordó este tema tan sensible, y que cuando presenta a cada uno de los 44 tripulantes muertos, a modo de homenaje, al suboficial Castillo lo presentan como el hombre encargado de la “información”, y no como un marino de “inteligencia naval”.

“Inteligencia”
Además de identificar supuestos pesqueros extranjeros operando en la Zona Económica Exclusiva de la Argentina y tomarle fotos y vídeos; Castillo y otros especialistas debían establecer las posiciones de naves y aviones de la Royal Navy, pero también las frecuencias con las que trasmitían, esa y otras marinas extranjeras.
Carreras llama a esto “parte del sector a cargo de estrategia y guerra acústica”. En la información documental en su poder, consta por ejemplo, que el hombre de “inteligencia” en el submarino tenía un “archivo de frecuencia por país” como Brasil.
En una serie de columnas constaba la frecuencia de transmisión, la aclaración de cual sistema se trataba, como por ejemplo “Teletipo FUM” o si la emisión había sido generada por “Trafico con Aeronaves y Teletipo FUM”.
Por un tema de seguridad y secreto militar Infobae se reserva las frecuencias que en navegaciones anteriores fueron volcadas en los informes en papel elevados a la superioridad.
Según pudo saber este medios de fuentes de la Armada Argentina, entre las tareas que tenía asignado el submarino, pero también otras embarcaciones militares, son el registro de “firmas acústicas”, “firmas digitales” y como se dijo las “frecuencias” de trasmisión de marinas extranjeras.
Vale aclarar que altísimas fuentes del ministerio de Defensa aclararon que se trata de “inteligencia legal y amparada por las leyes argentinas”, sobre sonidos u objetos que se pueden identificar desde “territorio nacional”.
En los documentos de inteligencia también se detallan las bases de otras naciones identificadas, entre ellas la denominada “Río de Janeiro”. Pero también “estaciones” nombradas como “BAESPA O AMÉRCICA”, “COLEGIO NAVAL”, o “REAL MARINA”, entre otras.
Pero eso no es todo. También existen “archivos sobre la armada de Chile” (textual al documento de inteligencia naval) con las frecuencias detectadas.
En la columna “indicativos” figuran, por ejemplos, referencias como “CCS SANTIAGO”, “CCM MAGALLANES”, o “VALPARAISO-PLAYA ANCHA”, entre otros.
Cuando las frecuencias proceden de embarcaciones británicas el encabezado está rotulado como “ORIGEN INGLES”, a la izquierda figuran los números de las frecuencias detectadas y en los “indicativos” se puede leer, por ejemplo, “MALVINAS”, “VOZ DE MUJER” y hasta “AP FUERZA AÉREA EE.UU”.
Los “partes de información” cuyo tema es el “informe de patrulla”, están rotulados como “SECRETO” y el documento está membretado como “CENTRO DE INTEGRACIÓN DE INTELIGENCIA TACTICA ATLANTICO”· El CIAT es la dependencia al que pertenecía justamente el suboficial Castillo.