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Buenos Aires
“Le puedo asegurar que todo el dinero que hemos ganado lo invertimos en mi país y en mi provincia. No soy un ladrón”, aseveró ayer el empresario Lázaro Baez al declara ante los jueces en el juicio en el que se investiga la denominada “Ruta del Dinero K”.
En la última audiencia del año de este proceso oral y publico, Baez, que permanece detenido, optó por leer su declaración, como lo hizo en todas las oportunidades en las que se lo llamó a subirse al estrado.
Se trató de un texto elaborado por sus abogados, en los que se definió como inocente de los cargos en su contra y cargó contra el principal testigo de la querella, el “arrepentido” Leonardo Fariña. El empresario no contestó preguntas.

Lavado de dinero
Báez declaró durante una hora ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 4 en el marco de una ampliación de indagatoria solicitada por su defensa para que el imputado pudiera referirse al supuesto ?delito precedente? de las presuntas maniobras de lavado de 60 millones de dólares por las que está siendo juzgado.
Báez aseguró hoy en el juicio que se le sigue por supuesto lavado de dinero que las obras públicas en las cuales intervinieron sus empresas no tuvieron sobreprecios y sostuvo que el valijero arrepentido Leonardo Fariña fue “guionado” para declarar en su contra.
“Éramos los ladrones de la Argentina, el símbolo de corrupción de la gestión K, pero no nos pudieron decir dónde está la sobrefacturación, lo sobrecertificación”, sostuvo Báez desde el banquillo de los acusados.
El empresario sostuvo que se le imputa haber lavado dinero proveniente de sobrefacturación de obras públicas, pero señaló que en ningún momento de la causa le indicaron “qué obra, qué tramitación o qué tramo tenía los sobreprecios”.

Obras en Santa Cruz
“Intentaron introducir la causa de la obra pública como delito precedente con la declaración guionada del arrepentido. En su primera declaración en esa condición llevó anotados los conceptos que tenía que decir, lo que quedó asentado en el expediente. Fariña no conoce la diferencia entre un ladrillo y un block”, aseguró.
“Las obras realizadas tenían una correspondencia en lo construido y lo certificado en un porcentaje cercano al 100”, sostuvo el empresario que citó un peritaje realizado en otro expediente, el que investiga si fue favorecido con el otorgamiento de contratos de obra pública durante el kirchnerismo.
También respondió sobre los eventuales atrasos en la realización de las obras: “Una obra no se atrasa, una obra que se atrasa no beneficia al constructor dado que si no construye no certifica y si no certifica no cobra”.
Al referirse a la certificación de las obras, Báez sostuvo que el Fariña fue guionado y que “no sabía nada sobre obras públicas porque decía que era más caro certificar que no certificar” y agregó: “Sin cobrar la empresa se quebraría, máxima cuando hay una tendencia a la suba de precios”.
“Señores jueces, les pido que lean la ley de obra pública y vean que todo eso perjudicó a las empresas”, le reclamó Báez al tribunal integrado Néstor Costabel, Gabriela López Iñíguez y Adriana Palliotti.

Receso hasta febrero
Báez ya había declarado en el juicio el 20 de noviembre cuando sostuvo que fue víctima de supuestas presiones por parte de funcionarios del gobierno de Mauricio Macri para acusar a la ex presidenta Cristina Fernández y admitir ser testaferro de sus bienes, con el fin de “atacar al modelo de país que imaginó Néstor” Kirchner.
Báez está procesado por supuesto lavado de unos 60 millones de dólares a través de sociedades off shore, cuentas en Suiza con sus hijos como beneficiarios finales y otras maniobras en un caso que investigó el juez federal Sebastián Casanello.
El juicio se retomará el 5 de febrero con los alegatos del fiscal y de las tres querellas, que podrían cambiar drásticamente su rol en el juicio por el cambio de autoridades en los tres organismos que representan al Estado: UIF, OA y AFIP. El tribunal espera poder dar a conocer el veredicto entre marzo y abril de 2020.

La situación de Lázaro
Báez sigue preso, aunque el Tribunal Oral Federal 4 ordenó el cese de su prisión preventiva en la causa por la “ruta del dinero k” tras un fallo de la Cámara de Casación Penal. El empresario mantiene preventiva en dos causas por lavado de dinero. En una de ellas, el fiscal Guillermo Marijuán se opuso a la excarcelación y dijo que aún podía entorpecer la investigación. El juez Sebastián Casanello convalidó esa decisión. En la otra causa, por el campo en Uruguay, hay una audiencia pendiente ante la Cámara federal.
El empresario -acusado junto a sus hijos de lavar unos 60 millones de dólares- dedicó un tramo importante de su declaración para cargar contra Fariña. “Fue guionado para armar este circo mediático. Leyó una hoja con todos los conceptos y el juez Casanello lo dejó consignado. El 1 de agosto presentó un escrito referido a la obra pública luego de juntarse con el ministro (Germán) Garavano. En esa reunión se acordaron los términos de su futura declaración”, dijo. Y agregó: “Es claro y evidente los beneficios que obtuvo luego de sus declaraciones. Por ese señor estamos sentados acá”.