Caleta Olivia
Las promesas, e incluso las mentiras, suelen ser una herramienta de la política; sobre todo en campaña. Lo inusual es escuchar una promesa con insistencia, pese a que pudiendo haberla concretado nunca se hizo realidad. Esto es lo que ocurrió ayer junto a la ruta nacional N° 3, en adyacencias del límite entre las provincias de Santa Cruz y Chubut.
El anuncio incluyó dos obras icónicas, tanto por lo necesarios e imprescindibles que son, como por las veces que se anunciaron, se iniciaron, se pagaron y no se concretaron.
Como si se tratara de una ironía, a pocos metros de donde la reunión de funcionarios se concretaba se podía ver el trazado abandonado de la autovía de la ruta Caleta Olivia- Comodoro Rivadavia; y el deteriorado acueducto que corre en paralelo y dos verdaderos “monumentos históricos” a la corrupción.
Representantes del sector político que gobierna en Santa Cruz hace casi 30 años, que administra Chubut en los últimos tiempos y que dirigió los destinos del país por casi 12 años, nos anunciaron que “ahora sí” van a hacer lo que no hicieron.