Caleta Olivia
Parece que fue ayer. Sí, el 20 de marzo el comercio de toda Caleta Olivia entro en pánico con el COVID-19, se Decreto la cuarentena, el cierre obligado de comercios y por primera vez cientos de familias emprendedoras pymes sintieron merodear el fantasma de la quiebra y desempleo acechando la ciudad.
Fue esta circunstancia que precipitó que un grupo de unos 33 comerciantes pymes del sector gastronómico se predispusieran para defender la subsistencia de las 200 familias que representan hoy.
Los voceros del sector Luis Villa y Betiana Morrone nos recuerdan hoy como, sin darse cuenta, vinieron conquistando beneficios para cerca de 3000 grupos familiares de los más de 500 comercios que tributan como “gastronómicos”.
“La clave de nuestra mejora gradual y la que seguiremos teniendo es el resultado de un diálogo maduro y transparente con las instituciones de comercio y el estado municipal”, afirma el titular de Pizza Taz.
En el mismo sentido pidieron destacar que “nunca antes habíamos sido convocados y hoy estamos analizando cada día las mejoras para nuestro sector”, dijo y agregó que “la participación que nos han permitido el Estado Municipal y la Cámara de Comercio ha sido el camino correcto”.
Cierres
A su turno Betiana de “Valhalla” señaló: “desde lograr a una semana de los cierres, comenzar por la reapertura gradual de nuestras puertas, luego poder extender dos horas extras de delibery, conquistar la habilitación de nuestros propio servicios de utilitarios, coordinar las desinfecciones y ahora el poder abrir los domingos, muestra como nuestra organización eligió el camino correcto”. Sin pelos en la lengua, se sienten agradecidos de poder ser acompañados por la Comisión Directiva de la Cámara de Comercio representada en el trabajo de su Presidenta.
En esta misma frecuencia destacan la gestión de la Secretaría de Producción y de la subsecretaría de Comercio Municipal que desde el gobierno municipal le ha enseñado a conquistar sus derechos “ha sido una experiencia única e inédita para aprender de protocolos de bioseguridad, de gestión participativa y de respeto por el conocimiento de su rubro”.
Con la mirada puesta en invitar a todos sus colegas a mirar lo que ocurre en otras ciudades de la provincia y del país con la situación del sector gastronómico, nuestros entrevistados agradecen la oportunidad que le ha brindado la crisis sanitaria. También reconocen que han sido muchas horas arrancadas a sus familias defendiendo los derechos de todo un sector económico.
La reflexión al finalizar la jornada siempre incluye situaciones de ingratitud y de personalismos que “ven en la crisis sanitaria una oportunidad para hacer televisión” sugiere Luis y recuerda que varios se rieron y “me decían de que nada íbamos a lograr”.
Para nuestros entrevistados esta historia todavía no termina y nadie puede escribir la última palabra.
Sólo 60 días y nadie imagino que de emprendedores pymes pasarían a ser defensores de los intereses de un sector de la economía local. Este nuevo gremialismo pymes “llegó para quedarse” sentencio sin titubeos Luis Villa.