Río Gallegos
El 11 de marzo la OMS declaró pandemia al COVID-19. Han transcurrido 120 días desde que en Argentina se decretó el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio. Esta medida era la oportunidad que debían aprovechar los gobiernos para fortalecer los sistemas de salud, aplanar la curva de contagios y preparar los protocolos para proteger sobre todo a los más vulnerables.

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Santa Cruz ha desperdiciado esa oportunidad. Hoy Río Gallegos se encuentra en una situación crítica, con circulación del virus producto de la descoordinación del gobierno Provincial y Municipal con dos responsables políticos incuestionables: la gobernadora Alicia Kirchner y el intendente Pablo Grasso.
El aislamiento, el esfuerzo social y el compromiso de la comunidad, no fueron aprovechados por el Gobierno Provincial para fortalecer el sistema de salud, y por su parte el gobierno municipal ha demostrado supina ineptitud en la administración de la pandemia -que implicaba entre otras cosas, el riesgo sanitario- y la gestión de la crisis.
Hacerse cargo de los errores, realizar diagnósticos adecuados y contar con datos rigurosos permitirá al Gobierno corregir su rumbo y así ejercer su rol con autoridad y legitimidad. Hoy el Gobierno está errático y encerrado en sí mismo.

Gobernadora
La gobernadora ahora responsabiliza a los vecinos de Río Gallegos por los resultados nefastos de su falta de gestión.
Sin embargo, son los vecinos de esta ciudad y de toda la provincia quienes hicieron el esfuerzo personal y económico que el aislamiento de más de 120 días implicó.
Desde la UCR tenemos claro el papel que nos toca y, a través de nuestros legisladores nacionales, provinciales y concejales se mantuvo una actitud responsable, de acompañamiento, proposición constante y diálogo, entregando tanto a Alicia Kirchner como a Pablo Grasso propuestas de salud, económicas y sociales. Todas fueron ignoradas.
Hoy ya no es momento de propuestas, ya las hemos hecho, ahora nos toca alertar que de continuar ejerciendo un poder concentrado sin diálogo público con otros sectores políticos ni con los ciudadanos, no sólo estará en riesgo el vecino de la capital provincial sino que expondrán al resto de las localidades, muchas de ellas muy vulnerables desde lo sanitario.
Por lo tanto ya no pedimos, exigimos.
Exigimos cooperación gubernamental, que el Gobierno Provincial y el Municipal dejen de lado sus diferencias y coordinen adecuadamente para evitar que se agrave la situación sanitaria y pongan en riesgo al resto de la provincia.
Exigimos libre acceso a la información pública, tanto provincial como municipal, la cual debe ser fluida a través de conferencias de prensa que no escuden a la Gobernadora o a los intendentes tras anuncios grabados sin posibilidad de preguntas, somos ciudadanos adultos y tenemos derecho a preguntar, saber y decidir.
Exigimos Respeto al esfuerzo que ha hecho y seguirá haciendo cada habitante de esta provincia; Respeto por el personal de salud y seguridad que día a día se exponen luchando cara a cara con el virus.
Exigimos el total funcionamiento de la estructura democrática, eso supone que se respete la representación que nos cabe.
Exigimos que se garantice la libertad de expresión y la pluralidad de voces.
La pandemia no es ni será una excusa para silenciar el debate, por fuertes que suenen los descalificativos que nos dirijan.